12/31/2011

LA ULTIMA DEL AÑO

Bueno creo que me ahorraré el feliz año nuevo y todas esas cosas que se suelen decir sin pensar demasiado, mas que nada, porque este no ha sido bueno y el que viene no tiene pinta de ser para tirar cohetes (aunque viendo y oyendo los kilos de petardos que la gente ha comprado cualquiera diría que hay crisis).
Por mucho que el anuncio del refresco que cambió incluso el color de la ropa al mismísimo Papa Noel se empeñe en vendernos un mundo mejor, es solo eso, un sistema de venta.
Hay demasiada gente que no podrá disfrutar de estas fechas tan señaladas, como dice el vividor ese, ya sabéis el del yerno que no solo mantuvimos sino que además nos robo, porque la navidad no es lo mismo para cinco millones de personas, ni la gente a la que han echado de su casa o todas las personas que hoy han sido tan poco "consideradas" de no aguantarse hasta el dos de enero para morir de hambre o por una bala.
Pero da igual porque es navidad.
Una semana que nos ha demostrado nuestro barbudo salvador y por salvador digo al hombre que iba a sacarnos de la crisis si lo subíamos al altar del poder, que somos una república bananera con un salario que sino fuese tan mierdoso podría tratarse de una broma de mal gusto, que nos vamos a tener que arrodillar para que nos exploten y sino, pues nos moriremos debajo de un puente.
Ese mismo que en tiempo de apretarse el cinturón siguen cobrando dietas, sueldazos y demás aberraciones sin que nadie parezca molestarse, es mas, un saludo especial para el Alcalde y concejales de Tres Cantos porque ese si que valen, demostrando que el color político no sirve de nada cuando es cuestión de subirse el sueldo hasta un 20%
Pero da igual porque es Navidad.
Hoy los cotillones, las cenas y los lujos que hay que aparentar como cantaban lo de la sociedad de alkoholicos, que aunque borrachos y gritones, razón no les faltaba...esa misma canción que terminaba con lo que mañana no haya ni para comer.
Eso va a pasar, es así y antes o después explotará por mucho que la telefonía se emperre en ridiculizar un movimiento hacia el cambio, ese que acabó siendo reprimido con la violencia policial (Curioso que el señor de barbas haya dicho que serán los únicos funcionarios a los que se seguirá contratando si alguien se jubila)
Es hora de darnos cuenta en lo que nos hemos convertido, de dejar atrás nacimientos de mas de dos mil años o ese ansia por parecer mucho mas de lo que somos. Es hora de rebelarnos, de no soportar, de no aguantar y sobre todo de aprender, no desaprender como se empeñan los banqueros, sino en no volver a cometer los mismos fallos.
Ese es mi deseo que seamos felices no por comprar sino por algo que nos llene sin vaciarnos los bolsillos, que no tengamos que exprimir a nadie para poder abarcar mas con nuestros brazos, que apaguemos la televisión y veamos que el mundo es algo mas que unos tipos inflados por esteroídes y chonis poligoneras. Tenemos que aprender que no necesitamos el ultimo movil o un cochazo y sobre todo, debemos aprender que la envidia es lo que nos ha hecho acabar sumergido en este camino de sal y vinagre, ahogados hasta el cuello con deudas por querer aparentar un ritmo de vida que nos metieron por los ojos.
Ese es mi deseo.
En lo personal he cumplido sueños, sin mucho dinero pero con mucho sacrificio y dedicación y eso, no hay oro que lo pague porque ver un libro terminado es pensar, joder, lo he conseguido.
Por eso os animo a que hagaís realidad vuestros sueños, no los que os venden, sino los vuestros propios, esos que siempre quisieron salir y convertirse en algo, aprender a no tener que depender de nada que no sea las personas que quieres, a no querer ser como nadie, sino a ser único, con tus aciertos y defectos pero sobre todo ser felices porque queréis serlo y mandar a tomar por culo todo lo demás.
Este es mi deseo y todo lo demás me sobra.
Os dejo con el 2012...

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12/27/2011

EQUIVOCACIÓN DE TERMINOS

Tengo una amiga que anda algo mosca sobre ese tema de la amistad, bueno mas que mosca, creo que será una mezcla entre cabreo, indignación y desencanto puesto que cuando piensas que necesitas a alguien cerca que piensas que te tenderá su mano si te has caído, ocurre el efecto contrario y como una versión de los Donettes pero a la inversa, todos esas personas desaparecen por todas partes.
La culpa de este fenómeno la tienen las dichosas redes sociales que nos confunden los términos.
Cuando las abres y pone la palabra "amigo" generalmente bajamos las defensas ante ese desconocido hasta el punto de confundirnos y mezclar churras con meninas hasta que esas letras pierden su significado.
O por lo menos a mí eso me parece.
Es como liarte con una persona desconocida una noche y proponerle matrimonio en plan living la vida loca en la ciudad de las Vegas, pero lo hacemos y no es hasta comprender que esas personas son nuevas en tu vida cuando comprendemos nuestro errores. Insistiendo en hacer funcionar algo que nunca tiene porque funcionar sino quiere ponerse en marcha por sí mismo y como tampoco podemos hacer sentir al corazón a base de golpes, al final pones a cada uno en su sitio, reorganizas tu tiempo y vuelves al principio a esos amigos de los de verdad. Aprendiendo a las malas que tal vez has desaprovechado muchas horas valiosas en intentar forjar algo que nunca debió existir bajo el manto de la palabra amistad.
No me refiero con esto a que debes convertirte en un ermitaño ni mucho menos, sino que debemos crear una escala, una piramide de Maslow sobre las relaciones interpersonales.
Arriba siempre tienen que estar las personas importantes, esas a las que cuentas tus secretos, obra y milagros. Personas que no piden nada a cambio de ofrecerte sus secretos y que sin embargo te producen el amparo suficiente como para poder relajarte cuando la vida no te sonríe.
Luego debes hacer el grupo de conocidos, esos "coleguitas" de trabajo o compañeros para salir de fiesta que te amenizan lo suficiente una velada, pero solo eso, nada de contar nada de tu intimidad porque esa especie de exacerbada amistad bañada generalmente el alcohol puede terminar por hacer brotar secretos por tu boca que no debías contar y si algo hay claro en este país, es que para cotilleos siempre hay orejas.
Por último están los que ni siquiera llegan a eso sino se convierten en un mero pasatiempo cuando el aburrimiento llama a tu puerta y necesitas buscar a alguien para charlar, son como amigos de ascensor en los que la conversación siempre son puro trámite.
El truco de todo esto no es otra cosa que saber ubicar a cada uno en cada escala, intentado mantener la ultima de sus paradas intacta, aprovechando de esa gente importante...las otras dos son prescindibles, tanto, que las personas que ubicas en dichas escalas pueden ser reemplazables y cambiantes, saltando de un grupo a otro sin que realmente importe demasiado, sobre todo, cuando sientes que a su lado puede que las cosas han dejado de parecer divertidas para convertirse en pesadas. También hay casos especiales en las que personas entran en tu pequeño y selecto grupo, son contadas ocasiones, pero cuando lo hacen es muy difícil que salgan.
Ese es el secreto que esconde todo el mecanismo de las relaciones humanas, la continua adaptación a la que sometemos a nuestra vida social y sobre todo, a no ser condescendientes con gente que realmente no pinta casi nada en tu forma de ver la realidad.


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12/26/2011

CABEZA

Cuando las cosas encajan es algo realmente bueno, al menos, mientras tus neuronas sigan rebotando, chocando y entre golpes, imaginando nuevas cosas que poder plasmar en papel.
Ayer me preguntando como podía crear historias y no supe que contestar.
Tal vea sea instintivo, algo innato como lo es caminar o respirar, sin saber como algo llama la atención a los ojos y estos despiertan al cerebro para que funcione, asocie y recicle esa imagen en algo nuevo.
Tambien puede ser por los recuerdos, las cosas malas, las buenas o regulares todas marcan una muesca en la memoria, profunda o no, que te hacen buscar la manera de perpetuar los buenos momentos o superar los malos. Usar una ficción para limar la realidad y así hacerlo todo mas sencillo convirtiéndote en mero espectador de tu propia vida.
La verdad es que no lo tengo claro, lo que si que no hay
duda es que para crear hay que destruir primero y en eso si que so
y un experto. Muchos días con la tontería con bandera, saliendo en no pensar en los fantasmas que me esperan en casa cuando regrese porque no hay nada mejor que limpiar el cerebro y dejar tu cabeza hueca de vez en cuando

.


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12/23/2011

CONTADOR A CERO

Aún no me puedo creer que por primera vez en muchos años haya conseguido llegar a fin de año limpio, sin asignaturas pendientes o comeduras de cabeza. Este año he hecho todo lo que me he propuesto y un poco mas, he viajado por carreteras perdidas en los mapas, he apagado todos los fuegos que tenía encendidos o incluso he publicado un libro, cosa harto imposible para una persona a la que tuvieron que aprobar literatura para poder presentarse a selectividad.
Una de las tantas paradojas que siempre me han acompañado.
Aunque sobre todo he aprendido a no tensar cuerdas o a no insistir en intentar cambiar de cauce los ríos o abrir los mares en plan bíblico. He comprendido que cada uno es presa de sus decisiones y que no debes tirar de nadie para que camine o pelear sus guerras si realmente no te afectan. He comprendido que hay cosas que se rompen para siempre y por mucho que insistas en intentar arreglarlas si las piezas no son las mismas o las prioridades son diferentes, no se puede volver a soldar para que parezca nuevo, es así sin el mayor rencor y quedándome con los buenos momentos de conciertos y fines de semana que jamás se repetirán pero que valieron la pena en su momento.
Otro año mas y cada vez pasan mas rápidos, eso me ha quedado suficientemente claro, tanto, que he aprendido a aprovechar mi tiempo de otra manera. Si mi cabeza me pide hacer algo, si imagina un nuevo proyecto no me lanzo al vacío con los ojos cerrados, tan solo espero, lo dejo madurar y entonces tras valorar si puede convertirse en realidad me pongo a trabajar en ello.
Por eso ahora ando entre dos aguas, dos ideas diferente que sin embargo son lo suficientemente compatibles como para no dejar de ser atractivas. Se que eso acallará otros planes como revisar esa novela de seres mitológicos y quebraderos de cabeza que tantas horas me ha robado, pero sinceramente me da igual, ahí esta el resultado y tal vez dentro de un tiempo retome esos cambios que necesita para poder dejar de ser una pequeña novela a algo atractivo para el gran publico.
Un proyecto que he decidido cerrarlo con una interrogación a la espera tener un hueco para retocarlo porque a fin de cuentas le tengo cariño.
Así pues creo que de momento estoy servido teniendo todo lo que necesito, sin grandes alardes pero si grandes personas a las que les debo que estén ahí cada vez que mi imaginación decide volar libre de nuevo y depararme para el año nuevo, con el proyecto de otro libro mucho mas personal, tan autodestructivo como gratificante y esa nueva incursión en el complicado mundo de las secuencias, con un nuevo guión-idea que me gustaría llevar a cabo antes de terminar el año que viene.
Así pues contadores a cero....volvemos a empezar!

P.D. El único pero es que otro año mas que no hemos podido ser burbujitas Freixenet!!! jajaja





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12/20/2011

LA LEY DE LA JUNGLA EN LOS DÍAS DE LLUVIA

La verdad es que cuanto mas tiempo pasa mas seguro estoy que seguimos en este mundo por pura suerte. Tal vez cuando íbamos con taparrabos y hacíamos dibujotes en las cuevas Darwin tuviese razón sobre nuestra adaptación y evolución para poder sobrevivir al mundo.
!Pero es que ha llegado un momento en los que nos hemos vuelto gilipollas!
Suena duro pero es la realidad, por ejemplo, si algo nos hace daño pues nos tomamos dos tazas en vez de una. Fumamos, bebemos y nos metemos cualquier mierda química porque nos mola jodernos por dentro para divertirnos por fuera.
Que sabemos que a cien kilometros por hora en un coche es probable que nos matemos, pues vamos a doscientos,total, como controlamos "mazo" no va a pasar nada...hasta que una pared nos demuestra lo contrario.
En vez de buscar cura para enfermedades decidimos inventar nuevas, por si acaso, no vaya a ser que otro país tenga algo con lo que nos pueda coaccionar, bueno y sino lo tiene, pues lo invadimos.
Son detalles genéricos, de esos que no sirven como ejemplo mas lejos de la anécdota. Pero eso cambia si se nos ocurre fijarnos con un poco mas de detalle a la gente que pasea por la ciudad te das cuenta que el problema empieza desde uno mismo. Ya nadie mira al frente, sino en diagonal con un angulo perfecto para poder leer la pantalla de su movil y escribir, en una de las tantas redes sociales a las que nos hemos hecho adictos, algo tan estúpido:
"Voy andando por Bilbao"
Lo dicho estúpido.
Ningún segmento de edad no libramos, es mas, creo que somos tan tontos que no solo hemos olvidado la educación, sino la fisonomía humana, como algo tan simple que el ser humano tan solo posee una boca para contestar a preguntas.
Otro ejemplo.
Si estas contestando a alguien sobre una dirección y de repente se te cruza un segundo usuario, de esos acelerados con movil pegado al dedo y sin educación de los que he hablado antes y sin dejar siquiera que termines de contestar la duda del primero te pregunta.
- ¿Oye la calle tal?
Una pregunta con aire de perdona vidas, de esas que parece que el esfuerzo que le supone preguntar y gastar un par de segundos, es mayor, que el echo de esperar un segundo.
Solución: Levantas el dedo indice y eliges una dirección al azar, ya sea norte, sur, este u oeste seguido de las palabras "hacia allí"
Generalmente se van, sin dar las gracias por supuesto, viento en polvorosa mientras teclean en su Iphone de ultimísima generación:
"Jejeje soy como wally me pierdo en la ciudad" o cualquier estupidez por el estilo, sin percatarse, que si hubiera utilizado ese milagroso aparato para buscar la dirección en vez de poner tonterías igual hubiese llegado a su destino mucho antes.
Aunque también puede suceder que te pregunten de nuevo, desconfiados sobre tus indicaciones:
- Estas seguro que la calle tal esta hacia allí?
Tranquilos la respuesta es bien fácil y sencilla.
¿La calle tal? No hacia allí se va a la mierda, a la calle no tengo ni idea.
Pero como he dicho nadie se salva de esta falta de inteligencia masiva, o incluso hay gente que utiliza la baza de la educación para poder hacer lo que les de la gana amparadas bajo el eximente de su edad.
Hablo de las señoras mayores de abrigos marrones.
Si van en manada esta jodido, porque son eso, una manada lenta, impasible cuya dirección no puede variar ni un milímetro. Si además es un día de lluvia es aconsejable taparse los ojos, porque en su paso no repararan en mover su paraguas con sus afiladas varillas para que acaben impactando contra tu cara o salir de debajo de los resguardos a pesar de verte que estas sin la protección de un arma como la suya.
Aunque llevar un paraguas puede ser incluso peor.
Entonces comienzan las justas, esas de las películas viejas donde se enfrentaban dos caballeros montados en sus corceles. Es imposible no chocar y por mucho que levantes tu paraguas para evitar la sangre ellas no quieren evitar la lucha y la sed por causar dolor de sus malvadas varillas golpean de nuevo tu cara.
Da igual como vayas o lo que hagas porque es ley de vida, ellas mandan, es su territorio y están deseosas por causarte dolor...y como oses decir cualquier cosa te recordarán lo maleducada que es la juventud...aparte de tuertos por supuesto.
Así pues si Darwin viese esta sociedad en las que me ha faltado hablar de la gente que va a tope con la música del coche y baja la ventanilla para intentar hablarte, los que piensas que son los dioses del engaño intentando contarte la peor historia que jamás has oído o las tías que a pesar de estar rozando los cero grados necesitan salir a la calle luciendo cacha, estaría seguro que el pobre hombre se replantaría volvernos a considerar seres evolucionados.

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12/19/2011

FINALES

Todo lo que tiene un comienzo termina, es una ley inquebrantable que nos sigue con cada una de nuestras acciones. No hay nada eterno, para eso estan los finales, para no acomodarnos e intentar aprovechar al máximo el tiempo que dure nuestro ciclo vital.
Hay finales que dan pena, que crean añoranza y nos hacen ver que tal vez deberíamos aprender a exprimir mas nuestro tiempo. Hay finales que no nos afectan demasiado o tal vez nos afecta de forma indirecta hacia el nuevo principio, si como suele ser habitual, celebramos la entrada de un año nuevo con una señora borrachera y su posterior resaca infernal. Pero sobre todo, hay finales necesarios de esos que cierran ciclos o otorgan un descanso necesario para poder abrir nuevos principios y dirigir la vista hacia otra dirección. Son el final de los momentos de excesos, de no dormir y darse cuenta que como todo el mundo, todos tenemos un límite que tu cuerpo se encarga de recordartelo cuando cruzas la línea roja.
Esa delgada frontera que transforma el sueño en obsesión y las ganas en esfuerzos muy por encima de las limitaciones personales. Son momentos de reflexionar y sucede como cuando comes a diario tu comida preferida, que al final, terminas por cogerla cierto asco.
Es aprender a cerrar proyectos y dejarlos ahí, escondidos en la memoria durante un tiempo, invernando, esperando que la motivación que te inundó una vez regrese de nuevo impolutas, sin manchas y con nuevas ideas para hacer ese pequeño galimatías en algo tangible y viable. Porque hay que tener en cuenta que la mayoría de los sueños requieren dos factores fundamentales, dinero y tiempo. Dos incognitas de la ecuación que separa el éxito del fracaso, dos materias primas de las que ahora no estamos sobrados.
Menos si se trata en un proyecto en equipo, de esos que se puede caer todo el chiringuito si uno de los pilares tambalea y en estos instantes, puedo casi asegurar que no es uno, sino los dos pilares maestros estan con grietas que hay que oxigenar sino queremos un mal final.
Por eso apoyo la idea de comenzar el año con otras cosas en la cabeza, llamarlos pájaros si os apetece, proyectos empezados y otros por empezar, pero antes, bajar el telón de el que nos ha llevado tantos meses para dejarlo madurar y si las fuerzas o las ganas quieren, darle la vuelta de tuerca necesaria para tranformarlo de un proyecto casi artesanal en una novela industrial.
Sin embargo esa es otra historia, ahora es tiempo de despedir el año y pensar en no beber mucho ese último día que los excesos se pagan y ya creo que hemos cotizado demasiado en esta historia.



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12/15/2011

REDENCIÓN

Cuando las cosas comienzan a torcerse no suelen conformarse con un poco, sino que se retuercen hasta adquirir una forma que dista mucho de siquiera ser una sombra de lo que fueron. Las ilusiones acaban convirtiéndose en una maldición tan pesada que cuesta no mandar todo a la papelera de reciclaje y dejar todo atrás, sin girar siquiera para ofrecer una escueta despedida.
Es lo que suele hacer ese pequeño bastardo llamado Murphy a quien se atribuye ese dicho que la desgracia nunca viene sola, sino acompañada por unos cuantos amigos que tienen ganas de poner tu vida patas arriba.
Eligen un mes marcado, ese que todos tenemos en rojo entre los doce.
Son momentos de inflexión, de agujeros y vacíos, por ver que al final, tantos sacrificios y esfuerzo pueden ser borrados solamente por una persona que no supo hacer su trabajo.os entre los doce del año que nos gusta menos, y deciden por iniciativa propia que es hora de poner a prueba tu límite, con tanto ímpetu, que acaban desordenando lo que ya pensabas que no podía estar mas liado.

fría y lamentablemente para este que escribe nunca supo lo que era eso. Si te mueves por impulsos estás jodido, mas que nada porque te sumerges en el negro cuando casi acariciabas el blanco. Necesitas estar desconectado del mundo y buscar algo que consiga quitarte esa sensación de desencanto en la boca, intentando airear tu frustración con los dedos atados a un mando mientras luchas en una guerra mundial virtual. Pero no funciona. La sensación sigue rondando tu cabeza y cuanto mas aprietas el botón mas frustrado te sientes, porque a fin de cuentas, podías haberte ahorrado dos años de vida y haber empezado a matar marcianitos antes.
Decides cambiar de tercio y buscas un disco nuevo, uno de un grupo que te motive y das gracias porque el grupo con malas noticias pero gran sonido acaba de sacar un nuevo trabajo. Te lo enchufas, te pones los cascos y al principio funciona, pero solo en el inicio, después te sumerges en sus guitarras afiladas y letras llenas de desencanto decidiendo que no es una buena música para escuchar en ese instante.
Entonces descubres al azar otro estilo, uno que nunca te había dado por oír pero cuyas versiones conoces de toda la vida y es entonces, donde encuentras lo que necesitas.
Esa necesidad de aferrarte a canciones que marcaron buenos momentos pasados pero con un ritmo lento, pausado, uno que te sirve para cerrar los ojos y poder curar heridas mal cerradas hasta que el siguiente revés te vuelva a poner a prueba.



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12/12/2011

APATÍA COMIENZA CON L

L de lento Lunes que parece estar sujetando las manecillas del reloj para que no marquen los minutos. Es apatía, esa falta de sueño por las mil cosas que golpean en tu cabeza, rebotando, brincando para que tus ojos no se cierren y pierdas el tiempo en absurdos intentos delante de una pantalla.
Es un cansancio físico pero sobre todo emocional, seguramente propiciado por este mes que la añoranza golpea con mas fuerza. Diciembre es un mes maldito y querido para mí, de esos que aunque te dio alegrías me produjo una tristeza que regresa cada año como el turrón pero sin villancicos o sonrisas, simplemente con el vacío de la ausencia, que salpica inundando todas mis convicciones. Que inunda de negro decepciones al ver cosas que no te gustan como terminaron, al comprender que debes trabajar mucho mas duro, mucho mas constante para que la siguiente vez lo que imagina tu cabeza quede plasmado en el papel.
Son sueños que no acabaron por cumplirse o espejismos que pensaste que serían sinónimos de eternidad.
Una eterna utopía que hace que otro año mas no consigas encauzar tu vida y según miras a tu alrededor menos piensas que el amor es una buena palabra, sino algo tan efímero, que medias naranjas que pensaste que jamás se separarían terminaron por convertirse en agrio zumo.
Tal vez sea mi nueva comedura de tarro, esa que utilizo para no tener que escuchar a la prisión de mi costillas, esas historias descontadas que casi sin quererlas las estoy haciendo mías. Mis pequeños personajes sombríos, llenos de dudas y pecados que redimir han terminando por convertirse en pequeños reflejos de mí mismo. Son mis espejos, al principio no lo vi, pero según las palabras iban apareciendo a través de mis dedos comprendí que todos ellos son una pequeña parte de mis pesadillas en forma de melancolía, odio o cualquier otro sentimiento que intento guardar en lo mas hondo de mi armario aunque siempre termine oliendo a muerto.
O tal vez solo sea otro Lunes lunero de esos de mucho sueño y con la desgana generalizada recorriendo mi cuerpo.



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12/09/2011

EL PAVOR AL DÍA DESPUÉS

La verdad es que la pregunta que mas me repiten es, si una vez conseguido publicar un libro tras tanto tiempo que pensé que ese día no llegaría jamás, me siento satisfecho.
La respuesta siempre es la misma.
No lo sé.
Ha pasado tanto tiempo que llegué a desconectar de Sorgin, Tartalo o Basajaun que lo he llegado a ver tan lejano que incluso me hace dudar que usase tantas horas de sueño en escribir una novela de interpretación libre sobre algo que me cautiva tanto como la Mitología.
Aunque sobre todo es el miedo.
No es el miedo a la crítica, sé de sobra que no es perfecto y que me queda muchísimo que aprender si quiero seguir golpeando letras. Lo sé cuando ojeo al azar una página y descubro las mil cosas que cambiaría, siguiendo el mismo enfoque pero distintas palabras. No, la crítica no es lo que me asusta, mas que nada, porque no hay mayor crítico que aquel que se refleja cada vez que me miro en el espejo.
Lo que realmente me produce pavor es no haber conseguido mi objetivo, entretener, hacer pasar un buen rato al lector e intentar no destruir demasiado todos aquellos mitos y leyendas de los que me he empapado para poder hilar esta historia. Eso es lo que me preocupa, no mi lírica o mi narración, eso con el tiempo se pule como los trazos de un pintor o los dedos de un escultor, pero esa chispa, ese pequeña sorpresa que esconden las palabras eso o se tiene o no.
Ahora entiendo porque muchos directores de cine son incapaces de entrar a la sala donde se proyecta su película por primera vez o porque directamente nunca mas ven ninguna de las obras que han hecho, es miedo, terror a no conseguir transmitir lo que intentaron hacer cuando empezaron a esbozar un guión.
Así que si alguien pregunta, claro que valió la pena por el simple hecho de toda la gente que se ha dejado el sudor para sacarlo adelante....pero si la pregunta es si estoy satisfecho, eso, el tiempo lo dirá.




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12/07/2011

VIVIENDO EN UN ESPEJISMO

La verdad es que cada día llueve mas y no tiene pinta de escampar, ese es el resumen de los tiempos que nos ha tocado vivir, esos en los que una crisis parece que va a acabar con todo en cualquier momento.
Sientes la cuerda que se tensa a cada momento, como si fuese un túnel sin final en caída libre.
Bien cierto es que hay muchos hijos de puta que deberían estar en la cárcel, que han engañado, manipulado y jugado con un dinero que nunca existió y que ahora, cuando todo este sistema lleno de fisuras comienza a hacer aguas no p
arece que vayan a sufrir ningún castigo, mas lejos que una reprimenda, de esas de "no lo vuelvas a hacer"
A excepción de esos "locos" nórdicos que no se si será por el frío o porque son mas cabales que el resto que han decidido que vayan a preguntar a los padres de todos esos vividores si quieren cobrar la deuda.
No niego que nos bombardean con un exceso de información, miles de canales para que no pienses, sientas ni padezcas. Vidas de ensueños al amparo del Capital, de coches caros y personas bellas cuyo brillo ocular siempre esta asociado al diamante. La solución a todo esta en la caja mágica, que no tonta, puesto que una tonta no generaría la millonada que genera diariamente sin hacer otra cosa que violar el buen gusto y el decoro día a día, manipulando la tan bendita libertad de expresión hasta el punto, que en ella tienen cabida despojos humanos que no tienen ningún pu
dor en hablar sobre el dolor de una familia, que no puede siquiera encontrar un poco de paz enterrando el cuerpo de su hija.
Nauseabundo.
Pero son cosas del directo como se suele decir
Sin embargo, a pesar de saber quienes son los culpables, deberíamos mirar hacia nosotros mismos. Analizar nuestro ombligo y valorar que hemos entrado a jugar a este juego endemoniado a ciegas, con ansias y sin valorar siquiera donde nos metíamos. La autocrítica es dura, mas aún, cuando no queremos verla y comprender que fuimos engañados porque quisimos vivir en ese engaño. Quisimos los mejores coches, casas mas grandes que las del vecino y todo tipo de lujos que nos aportarían el ansiado estatus social para que la opinión de la gente fuese favorable. Nos inventamos nuestros cuentos de hadas a base de prestar nuestras almas, sin darnos cuenta o bien sin querer darnos cuenta, que todo lo que sube baja y que aunque estaríamos viviendo la vida soñada, no era mas que eso, un sueño.y mientras aún existan los ansiados realities, los toros y los partidos del siglo pueden tenernos a todos contentos y felices....aunque el aguacero nos este a punto de producir una pulmonía.
Nunca tuvimos ese dinero al igual que no te compras una casa, sino tu banco la compra por tí y luego te saca la sangre con ese contrato mucho mas duradero que muchos matrimonios. Es suyo también ese flamante coche que ahora conducimos mirando el deposito de gasolina de reojo o las vacaciones en un paraíso que disfrutaste por darte un lujo.
En esencia todo es suyo y ese fue su gran truco de trilero, hacernos pensar que en realidad todo eso era nuestro.
Por eso creo que es hora de reflexionar, ahora que aun la herida esta sangrando y pensar que cuando deje de llover veamos nuestra vida de otra manera. Intentando dejar de lado las cosas estúpidas como las escalas sociales e intentar ser felices con lo que se tiene, buscando la manera de no tener que vivir un sueño trabajando, sino trabajando para vivir una vida mas plena, una sin tantos lujos seguramente, pero sin duda, buscando cosas que nos llenen, que nos despierten una sonrisa y sobre todo, que no necesiten que nos justifiquemos ante nadie a cada segundo por no tener el teléfono móvil de ultima generación o no haber ido a cenar al restaurante mas de moda de tu ciudad.



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12/05/2011

VENDEDORES DE ENCICLOPEDIAS

Al fin ya parece que el trabajo termina cuando tienes tu libro en las manos, lo miras, lo remiras y lo vuelves a mirar deseando que no tenga ningún fallo, todo con lupa, todo al milímetro para que quede como lo imaginaba tu cabeza.
Sin embargo toca lo difícil.
Conseguir venderlo aunque sea lo justo para recuperar lo que has invertido y con un poco de suerte que todo aquel que lo lea le guste, bueno eso no es difícil sino imposible porque a fin de cuentas todos tenemos al igual que un culo, una opinión.
Te toca llamar a todas las puertas, comentarlo entre tus conocidos e intentar que alguno le pique el suficiente gusanillo como para que te lo compre. La verdad es que para mi alegría ha tenido mejor acogida de lo que pensé en un momento (Es lo bueno de no rodearse de gente cuyo léxico se resume en un QUE PIN QUE PAN)
Aún así probablemente nos queden algunos por vender y tengamos que empezar a ser poseídos por almas de vendedores de enciclopedias o vendedores ambulantes, al grito de "BARATO BARATO" sin embargo, a pesar de todo el sufrimiento que nos ha traído estas casi 400 hojas, a pesar de los quebraderos de cabeza y cambios de última hora, al final, te da pena que todo termine.

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12/01/2011

KAMIKAZES CON SONRISAS EN LA BOCA

A veces sientes que llegas hasta extremos que nunca creíbles posibles, son momentos es que estiras tus conocimientos, haces pequeñas tus limitaciones y consigues dar otro paso mas cuando tanto tu cuerpo como tu mente te dicen que lo mejor es rendirse.
Instinto de supervivencia lo llaman.
Un nombre apropiado si se trata de algo físico del estilo encontrarte perdido en una selva o desorientado en un desierto sin agua. Pero cuando es algo de la cabeza la cosa cambia, no es instinto, sino inconsciencia, esa bendita maldición en forma de enfermedad por no poder estar quieto, por querer malgastar y destrozar tu tiempo de descanso y sueño.
Son las ganas de convertirse en kamikazes, en Lemmings saltando por acantilados o equilibristas sin red, elecciones estúpidas que no piensas demasiado, menos aún, si encuentras a alguien que te acompañe en ese particular viaje a los infiernos.
Bajando al abismo, resbalando, cayendo, golpeandote hasta hacerte sangrar todo por seguir una idea perdida en tu cabeza, un simple boceto con alma de Judas que el día a día no te permitirá conseguir con facilidad.
Pero al final, si tienes algo de suerte, lo consigues y asciendes de nuevo con tus compañeros de fatigas, llenos de suciedad, con cicatrices y alguna que otra lágrima aun pegada en las mejillas hasta llegar al punto de partida.
Es cuando miras al abismo desde arriba y lo ves mas grande de lo que lo recordabas cuando decidiste descenderlo,observar el premio conseguido y tras tomarte un segundo para recuperar el aliento, vuelves a esbozar una sonrisa dibujando esa maldita pregunta.

- Qué, ¿volvemos a bajar de nuevo?

La conclusión es que a veces no hay solución.



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DESENCUENTOS DE HADAS (FINAL)

Cuando la joven cruzo la puerta y se encontró en un lugar totalmente diferente, la verdad estaba empezando a acostumbrarse a aquellos viajes relámpago a través de los lugares de los cuentos.
Aquel lugar, era igual de blanco que el sanatorio en el que Alicia pasaba sus días entre fiesta imaginaria y pastillas.
Frente a ellos había otra puerta de madera, sin ningún otro detalle que decoraran las blancas paredes de alrededor.
- Estamos de nuevo en el manicomio.- Preguntó Erika.
- Se parece.- Contestó el hada.- Los cerdos no son muy buenos haciendo edificios.
La joven abrió la puerta.
- Odio las resacas, por cierto, esconde la botella dentro de tu chaqueta.
Erika hizo caso al hada y traspasó la puerta que daba paso a una sala mucho mas amplia, iluminada y con los mismos cuadros de paisajes colgadas por todos lados.
Había multitud de mesas todas ellas ocupadas por ancianos y ancianas que jugaban a las cartas, al dominó o simplemente miraban fijamente algún cuadro con la mirada perdida.
- Buenos días, bienvenidos al asilo Oz.- Les abordó un hombre de hojalata.- El descanso de todas las almas malvadas del lugar.
Erika miró sorprendida ante aquel ser, vestido con una bata blanca, que relucía aun mas su metálica piel.
- Déjate de rollos chatarra.- Contestó timbre.- Vengo a ver al viejo.
- Pequeña maleducada.- Replicó el enfermero.- Esta donde siempre, junto a la tele.
Timbre le hizo un gesto a Erika para que se dirigiera al fondo de la sala, hasta el rincón mas apartado de la misma.
Mientras andaba la joven se fijó en todos aquellos ancianos que ocupaban las mesas.
Eras personas realmente mayores.
Sus ojos vidriosos, sus cabelleras blancas y alborotadas, sus narices puntiagudas, sus verrugas o sus afiladas uñas, daban una idea de quienes fueron en el pasado.
- Nosotros nos volvimos depravados.- Oyó decir a Timbre.- Ellos se quedaron en el paro.
- ¿Son las brujas de los cuentos?
- Son las brujas, magos y todo aquel que alguna vez fue malvado.
Pasaron junto a cuatro viejas decrepitas que chillaban sin cesar con un montón de cartas sobre la mesa.
- Fíjate.- Dijo señalando a las brujas.- De hacer malvados planes a discutir al chinchón.
Las brujas no hicieron ni caso a la joven y continuaron con su acalorada discusión.
- Patético.- Concluyó Timbre.
Al final de la sala había un anciano solitario, vestido con un impoluto uniforme rojo de capitán de barco.
Aquel anciano miraba atentamente a una televisión donde había puesto un documental sobre el mar, mientras con ceño fruncido no dejaba de hablar entre susurros.
- Buenas tardes capitán.
Timbre mientras sobrevolaba a pocos centímetros de la cara del anciano.
- Maldita hada.- Gruñó el viejo.- tuve que acabar contigo cuando pude.
- Relaja viejo.- Contestó sonriente Timbre.- Que siempre me equivocas con mi hermana.
Erika se quedó mirando a aquel anciano con nariz aguileña y comenzó a intuir de quien podía tratarse.
En ese instante llego un espantapájaros vestido de enfermero, o tal vez era un enfermero vestido de espantapájaros. La verdad era que Erika ya no sabía lo que veía y dejaba de ver, en aquel extraño mundo.
- Haber capitán.- Dijo el enfermero mientras le tendía un pequeño vaso de plástico.- Tu medicación.
- Mierda de pastillas.- Replicó el anciano mientras se las tomaba.
El enfermero no se preocupó siquiera en ver si había tragado la medicación y se alejó en dirección a las cuatro brujas que jugaban a las cartas.
Tan pronto como comprobó que nadie miraba el viejo se sacó las pastillas de la boca y las escondió en el sofá.
- ¿Quién demonios es esta?- Preguntó mirando fijamente a Erika.
Fue entonces cuando la joven comprendió realmente, que aquel indefenso anciano había sido uno de los personajes fantásticos que mas la habían aterrado en su niñez. Aquel capitán con su temible tripulación, aquel corsario que aún reflejaban aquellos ojos negros como la noche. Aquel viejo capitán que una y otra vez quiso atrapar sin conseguirlo al niño que nunca debió abandonar el país de nunca jamás para montar un bar.
- Dale la botella.- Oyó decir a Timbre.
Erika sacó el Ron debajo de su chaqueta y se lo dio al anciano quien lo cogió con avidez. La joven no pudo evitar fijarse en su mano derecha, una mano que no se movía puesto que estaba echa de plástico.
El capitán observó a la joven.
- ¿Te gusta mi mano?- La preguntó enseñando una sonrisa sin la mitad de los dientes.
- No es eso, es que
- A mi también me da asco.- Le cortó el capitán.- Mi garfio era otra cosa.
- Ya empezamos.- Replico Timbre.
El anciano la miró con cara de odio mientras daba un largo trago a la botella.
- Mi barco, mi tripulación.- Continuó.- Incluso ese maldito Cocodrilo.
El viejo dio otro largo trago a la botella, mientras parte de aquel dorado líquido se derramaba por la comisura de sus labios.
- Y mírame ahora.- Concluyó.- Aceptando limosna de mi odiado enemigo.
Timbre se posó en la boquilla de la botella mientras miraba con una amplia sonrisa al capitán.
- Entonces le diré a Peter que no te consiga mas Ron de contrabando.
El anciano hizo un aspaviento para apartar al hada.
- Mejor dile que venga a visitarme.- Respondió el viejo.- Aun tengo mi espada guardada para él
Timbre se volvió a posar en el hombro de Erika.
- Nos vamos.
La joven dejó al viejo dando otro trago al Ron y tomó el camino por el que había venido.
- ¿Por qué le ayudas si sigue queriendo matar a Peter Pan?- Preguntó Erika
- Porque sigue siendo el Capitán Garfio y no lo ha olvidado.
Pasaron de nuevo junto a las cuatro brujas que ahora estaban mucho mas calmadas después de la medicación.
- Míralas son lamentables.- Continuó Timbre.- Se han olvidado de todo.
Las ancianas ni se molestaron en levantar la vista de sus cartas.
- Ya no hay manzanas o agujas envenenadas en sus drogadas cabezas.
Timbre negó con la cabeza.
- Tan solo existe el Chinchón, comer y dormir.
La joven llegó hasta a la puerta por la que habían entrado.
- Bueno es hora que vuelvas Erika, cierra los ojos.
Erika obedeció y cerro los ojos mientras notaba como sus pies se separaban del suelo durante un instante.

Cuando los abrió había vuelto a su cocina, todo estaba como ella lo había dejado, incluso la leche aún humeaba. Parecía que no había pasado ni un segundo desde que Timbre la enviara a conocer como había acabado el mundo de los sueños.
- Bueno es hora que vuelva a mi casa.- Dijo el hada mientras se metía en el tarro de colacao.- Ciérrame la tapa cuando te vayas.
- ¿Te vas ya?- Preguntó la joven.
- La resaca me esta matando y ya has visto que para lo que hay que ver, mejor dormir.
La joven miró a Timbre quien se giró para dedicarle una sonrisa llena de tristeza.
- Me lo he pasado bastante bien.- Dijo el hada.- Un placer Erika.
- Lo mismo digo Timbre.
El hada se metió en el tarro, la joven cerró la tapa y lo guardó con mucho cuidado en el armario.
Sus ojos se fijaron entonces en un tarro de café que debía de tener el mismo tiempo que el de colacao, por lo descolorido de su etiqueta.
Erika recordó entonces lo que Timbre le había dicho sobre las casas de las hadas y los genios, cogió el embalse y lo frotó simplemente por tentar a la suerte.
La tapa salió disparada y una nube de café salió al exterior del tarro, dando forma casi al instante a una figura humana con un turbante azul en la cabeza y un chaleco del mismo color.
- Tienestresdeseospideloquequieras.- Dijo a toda velocidad el genio.
Erika no sabía que le estaba diciendo aquel ser.
- Vengaquenotengotodoeldía.- Continuó
Entonces la joven comprendió que no es que hablara un idioma raro, sino que hablaba demasiado rápido.
- Mas despacio que no te entiendo nada.
- Di, go.- Gesticuló el genio.- Tie, nes, tres, de, se, os.
- Tampoco tan lento.
- Haber niña.- Replico con tono enfadado el ser.- Piensa el primero que no tengo todo el día.
- Oye cálmate
- Vive en un tarro lleno de café durante años y luego me dices que me calme.
Erika quiso replicar pero el genio volvió a ser mas rápido.
- Bueno piensa tu primer deseo.
La joven pensó en dinero, en fama o en cualquier otra cosa que toda persona hubiese deseado en su situación. Sin embargo, no podía sacarse de la cabeza todo aquel mundo que acababa de visitar, todos aquellos cuentos que tanto había cambiado.
Recordó a caperucita, a su caperucita tan dulce y risueña, a los tres cerditos que tanto pelearon contra el lobo, a Alicia y todos aquellos que alguna vez habían ilusionado a Erika.
- Valedeseoconcedido.- Dijo el genio.
- Si aún no he pedido nada.
El genio esbozó una sonrisa.
- Créeme.- Dijo chascando los dedos.- Ya lo has hecho.
En ese instante el genio desapareció y Erika se preguntó que había pedido, cuando el tarro de colacao comenzó a moverse violentamente.
La joven volvió a coger el bote donde vivía Timbre y lo abrió para comprobar si el hada continuaba allí. Al abrirlo el hada salió volando a toda velocidad con una pequeña maleta en cada mano.
Esta vez vestía con un vestido verde y una diadema de flores decoraba su liso pelo rubio que resaltaban sus ojos azules.
- Bueno Erika aquí nos despedimos.- Dijo esbozando una sonrisa.- Gracias.
- ¿Gracias?- Respondió la joven.
- Por pedir que los cuentos vuelvan a ser como eran.
Timbre dejó las maletas sobre la mesa.
- Ahora vuelvo a tener una linda casita en Nunca Jamás y todo vuelve a ser como antes.
- Pero si yo no pedí nada.
- Pero deseaste que los cuentos volviesen a ser como eran.
Erika comprendió que su corazón había hablado antes que su cabeza y su deseo había sido pensando en que todos los niños debían conocer aquellos cuentos, tan llenos de moralejas y mundos fantásticos.
Ella había conseguido que volvieran a ser como debían ser, pero aquello solo se podía mantener gracias a que la gente no volvieses a olvidarlos.
- Antes de irme.- Sonrió Timbre.- ¿Tienes un cigarro?
- Hay cosas que no cambian, ¿verdad?
El hada recogió de nuevo sus maletas y sonrió de nuevo a la joven.
- Es broma.- Contestó el hada.- Gracias por todo en serio.
En ese instante el hada desapareció dejando a la joven sola y con un sentimiento de tristeza invadiendo todo su ser.
En ese instante se fijó en un libro que había sobre la mesa, estaba segura que ahí no había nada antes que Timbre desapareciera.
Erika cogió el libro y se fijó en una pequeña tarjeta que sobresalía entre sus hojas.
- Porque te mereces tu propio cuento.- Leyó en voz alta.- Firmado, Timbre.
La joven abrió el libro y leyó el titulo de aquel cuento llamado “Desencuentos de hadas” y llena de curiosidad, decidió leer el principio de aquel relato con extraño título.
“Entró en la cocina como todas las mañanas, con las legañas bien situadas y bostezando, esa era su rutina, su día a día antes de que el estrés de la ciudad la envolviese.
Abrió el armario y vio aquel viejo tarro de colacao, con la etiqueta descolorida, demostrando que el tiempo que llevaba allí se contaba como años.”
La joven se identifico enseguida en aquellas líneas y cerró aquel libro con una sonrisa en la boca. Llegaba tarde al trabajo, así que cogió su chamarra y se dispuso a salir por la puerta, no sin antes, lanzar una última mirada al libro deseando poder volver a casa para leer aquel regalo en forma de cuento, que Timbre le había dado.
Aquel sería su cuento preferido, el cuento que le recordaría que jamás hay que dejar de soñar. Ese cuento le recordaría que por muchos años que pasasen, por muchos niños que naciesen, aquellos cuentos seguirían ahí para hacer volar su imaginación.
A cambio tan solo pedían no olvidarse de ellos.

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11/29/2011

AIRE CALIENTE

Todos tenemos puntos de inflexión, generalmente, cuando se nos jode algo de la maquinaria. Son los temidos o amados cambios de dirección, cuando la veleta sopla hacia otro lugar y las cosas a tu alrededor deja de funcionar como hasta un segundo antes estaba funcionando.
Nos acomodamos y al sentir esos cambios nos da por reflexionar, pensar o buscar miles de razones para no cambiar lo malo conocido que lo bueno por conocer, sin entender, que casi todo en esta vida tiene una fecha de caducidad impresa.
Quizás porque no queremos dejar de pensar como los niños sin maldad nos atamos a futuros que no necesitamos, alimentando el espejismo en forma de esperanza que nos hace cerrar los ojos y no ver la cruda realidad.
Sin embargo todo tiene un tope y como no somos de hierro solemos reventar como globos a los que has metido demasiado aire, sintiendo, que nos precipitamos de forma muy peligrosa hacia el suelo.
Entonces nos remendamos con pespuntes que a pesar de detener el golpe no nos libran de seguir perdiendo altura, mas lentamente, pero con el mismo fatídico final. Es cuando valoramos y elegimos, no sabemos si acertadamente, que quizás hay demasiado lastre en los bolsillos, demasiado peso antes en forma de oro pero ahora carente de ese valor que te hizo llevartelo de viaje. Así que lo lanzamos fuera, lejos, recuperando la altura para seguir en el aire pero sin saber si ha sido una decisión correcta.

La solución es bien simple. Añoranza.

Si sientes que el recuerdo tan solo es eso un recuerdo o que por primera vez en muchísimo tiempo estas sin ganas de librar ninguna batalla. Si valoras lo que tienes y no lo que perdiste por el camino sin importar demasiado el motivo o la razón. Si entiendes que cargaste con cosas que no debías cargar y de rebote casi te dejas en tierra cosas valiosas que no embarcaste.

Son estos supuestos los que te hacen saber que, aunque sea de momento, el cielo vuelve a estar en calma para seguir volando.




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11/28/2011

LA MARMOTA Y LA MALDICIÓN DE LA BODEGA

Hacía ya tiempo que no se sabía nada de la marmota, tampoco es extraño, puesto que su tendencia a perderse no ayuda precisamente a tenerla localizada.
Así pues, con gracia, salero y una niebla de mil demonios puso rumbo a la tierra de las bodegas, sin saber que al hacerlo, sufriría la maldición del vino tinto por sus venas.
Pobre bicho acostumbrado a mezclar la uva con la coca-cola, no se dio cuenta de su error hasta que fue demasiado tarde.
Sin saberlo muy bien acabó formando parte de una familia numerosa, de esas de parentescos imposibles, tanto, como que una al menos empezó siendo hija de una perra y terminó siendo la loba de la manada...cosas raras de la vida.
Entre medias hubo de todo.
Empezando por un pequeño huracán rubio con el alma de Shakira metido en el cuerpo, txipirones sin tinta, risas y lloros porque nadie quería seguir el baile de la mantequilla y sobre todo, una lección vital aprendida por un par de etílicos osados sobre lo contraproducente que puede resultar para la salud meterse con alguien que lleva diez años haciendo Kempo.
Así, con prisas y a lo loco, acabaron buscando el santo Grial bien entrada la madrugada en forma de comida, con frío, dolor de ojos e intento de canibalismo.

....una noche realmente extraña, seguida de una prueba de fuego en forma de supervivencia a Sofing con mujeres viendo una serie sobre cosas de mujeres....pero es la vida de la marmota y esa existencia nunca es lo que se diga simple.



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11/25/2011

A ELLAS

Hoy es un día para no callarse, para no mirar hacia otro lado o dar por bueno conductas que no son sino fruto de una enferma educación sobre una diferencia que jamás debió, debe o deberá existir.
Pero yo hoy quiero escribir otra cosa, algo mas personal, mi homenaje a ellas.
Tal vez porque desde muy pequeño viví de cerca su esfuerzo, su dedicación y su trabajo, seguramente por eso terminé por no diferenciar los sexos, mas lejos de lo físico y solamente ver a personas importantes que me han acompañado en este camino de aciertos y errores en el que he transformado mi vida.
Todas importantes, marcadas a fuego en mi memoria y a la vez, trozos en cada trozo de lo personal que existe en mis múltiples capas de personalidad.
Sé a ciencia cierta de donde viene mi cabezonería, mis ganas por intentar hacer lo mejor posible y buscar una perfección que mi patosas manos difícilmente acaban encontrando. Eso es genético, a dos capas, una por traerme a este mundo y luchar para que jamás me faltase de nada, la otra, porque siempre fui su nieto preferido a pesar de ser un jodido demonio al que las reglas le gustaban tan poco como las brújulas.
Me costó, porque durante años anduve sin rumbo pero al ver ahora mi insistencia por hacer una y otra vez las cosas, comprendo que ese afán de superación, es fruto de lo que vi, de las veces que me regañaron, de la fe que pusieron en mí cuando yo mismo no la encontré.
Si al final he encontrado un espacio en el que sentirme a gusto conmigo mismo, siempre fue gracias a ellas dos.
Un espacio, por otro lado, que nunca permanece en calma, soy así, nunca conformándome sino es en la plenitud de sentimiento que a duras penas he conseguido a lo largo de mi vida. Quizás por eso guardo con cariño en mi tintero su mirada, tal vez, porque quisimos jugar a ser mayores demasiado rápido y como casi siempre ocurre con estas cosas, acabamos devorados por la realidad.

Sin embargo ella fue la primera, esa que siempre guardas en el recuerdo, con su carácter y su sonrisa, a la que la vida le puso mil y una zancadillas y aun así, ha conseguido volver a sonreír encima de una bicicleta.

Luego vino la segunda, la apuesta fallida y que mentiría si dijese que no llegué a odiarla con toda mi alma, lo hice, así lo sentía pero en el fondo siempre supe que no era el color con el quería jugar en mi vida.

Ahora, desde la ausencia de trato y los años de cicatrices sanadas, pienso que si bien su forma de actuar no fue precisamente ética, seguramente fue lo correcto.

Luego vino el caos, el querer sentir, el necesitar encontrar un parche para tanta rabia y con ella, el miedo, el desencanto y sobre todo el dolor cometido por mi torpe estupidez. Una época que confundí besos con caricias, tanto, que a día de hoy pienso lo cerca que estuve de perder a las grandes personas que he tenido la suerte de acercar a mi lado.

Son mi otra familia.

Es mi ojito derecho, ese lleno de cordura que no duda en dejar de lado su razón para acompañarme en cada una de mis locuras.

Una reina sin reino, atea y con muy mala leche, con verdades como puños y la broma por bandera, alguien, que hace mucho que no veo sus ojos claros y sin embargo aun recuerdo con aquel esbozo de sonrisa traviesa en su boca.

Estas son las mas importantes que no se enfaden las demás, pero ellas son las mirado a través del vacío en el que me perdí, aguantado mis infiernos con una paciencia que jamás creí que nadie poseería.

Por eso estas líneas para ellas cuatro y todas las demás, estas líneas de agradecimiento por hacerme sentir que al escribir estas líneas no tengo problemas en sonreír.


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11/24/2011

BAJO LA MANTA DE LA COMPLACIENCIA

Al final sucedió, ya no hay problemas y la crisis es un fantasma del pasado rojo porque el azul nos traerá la salvación....¿Pero qué salvación?

Todo sigue igual y ahora además viene el silencio de los victoriosos, esos que hace unas semanas iban a trabajar desde el primer minuto en reflotar este barco con hilillos, tal vez por eso existe el silencio, quiero pensar que por su ingenuidad en pensar que no vieron que esos hilillos son agujeros de tal calibre que no saben ni como empezar a achicar el agua.

Todos culpables, todos a la cárcel y juzgados por sus crímenes contra la humanidad. Todo muy correcto, eso sí, siempre que nos olvidemos de afrontar nuestra parte de culpa en todo este problema con tintes de hecatombe.

Porque ahora ninguno, entre los que me incluyo, recordamos como piábamos con la boca bien abierta para saciar nuestros deseos de bienestar, deseos que siempre pedían un poco mas y nos sumergían en ese maldito de juego del "tanto tienes tanto vales".

Somos seres egoístas e inconformistas, que no tiene que ser malo, pero que si se aplica con el exceso de no dejar de intentar de no perder el futuro nos convierte en auténticas bombas de relojería andantes.

Todos con deseos, con fantasías que a veces rozaban la auténtica paranoia, en forma de contratos con el diablo por la necesidad de poseer un piso que hasta el día de nuestra muerte no sería mas que una utópica realidad.

Todos con ese anhelo por tener siempre lo mejor, lo mas nuevo y lo de moda, no importa el precio o el sacrificio, es la necesidad del cochazo, el movil de última generación o la decoración de diseño.

Todos con las ganas de enseñar nuestros exóticos viajes pagados a base de talonario, de lugares prohibidos en el espacio, sin importar hipotecarnos un poquito mas para conseguir esa instantánea en forma de templo perdido en mitad de la selva.

No, esto no eran nuestros sueños, eran los delirios a los que todos terminamos sucumbiendo. La necesidad de comprar la alegría con consumismo, de cuidarte no para ti sino para sentirte bello para los demás, apetecible, sin otro sueño que el mero hecho de agradar y poder explicar en todas tus redes sociales de falsa libertad lo feliz que eres o lo desdichado, pero siempre con ese anhelo de protagonismo.

Repito yo soy el primero que ha pecado, que tiene su señora tele, su consola y su colección de miles de euros de sacrificio, soy culpable de mi estupidez, de mi credulidad casi infantil de no haber sabido que el dinero no crece en los arboles y sobre todo, haber olvidado que se debe trabajar para vivir y no vivir para trabajar.

Eso para los que tenemos la suerte de trabajar porque cuando eso falta todo de derrumba y la ostia de la realidad te hace darte cuenta de la situación en la te encuentras en realidad. Ya no hay palmaditas en la espalda, en vez de eso, aquellos fariseos que prestaron un dinero que jamás existió te retuercen las pelotas para poder recuperar como corsarios su botín, sin importarles sacar de su palacio de cristal a la gente, sin importar familias o los sueños rotos.

En ese momento estoy seguro que la gente se arrepiente de no haber comprado un piso mas pequeño en vez de un adosado, de haberse gastado una cantidad prohibitiva en decorar una cocina o en haberse colmado de todos los lujos habidos y por haber sin mirar siquiera de reojo lo que se venía encima.

Pero como dicen los expertos, cada ciertos años este sistema sufre una crisis y cada cierto años nos volvemos a tirar de los pelos buscando conejos de la chistera que nos saque de ella. Ahora en vez de conejo a resultado gaviota y yo, como un servidor, que no votante ni mucho menos, al amparo de su manto en forma de gobierno, estoy deseando ese truco final que nos deje con la boca abierta.

Eso sí, recordar que somos humanos y por lo tanto olvidaremos las penurias en un suspiro para volver a crearnos nuevas torres de naipes en esta maquinaria que devora en silencio nuestra personalidad.


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11/23/2011

LA CALMA A VECES SIRVE

Diez días para no hacer nada, puede sonar a vagancia extrema y tal vez lo sea, pero también es útil para desconectar unos cuantos interruptores en mi acelerada cabeza.

Nunca pienso que me exijo demasiado, sobre todo, cuando hago lo que me gusta, lo que me libera y es mi hobby a fin de cuentas. Una forma de liberarme pero que a veces se convierte en mis cadenas, en un esfuerzo de no dormir, de pensar demasiado y centrar toda mi atención en crear una ficción que pierdo la objetividad de la realidad.
Es algo invisible, inodoro y sin sabor a nada, es una sensación que poco a poco te va saturando sin darte cuenta hasta que te asfixia y sientes la necesidad de cerrar todo durante un tiempo, dar carpetazo y simplemente no hacer nada.
Tiempo para ti, para solucionar guerras y sobre todo para hacer todo aquello que tenías pendiente. Cosas como terminar de pintar la casa en muy buena compañía, tomar un café sin prisas, charlas sobre cosas triviales pero amenas o disfrutar de ese placer que supone ver una película.
Así pues me quedan 24 días de no hacer nada, luego volverá mi querido caos.


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11/15/2011

DESENCUENTO DE HADAS 5

Erika se encontró en un bar oscuro con las paredes pintadas de negro, cargado por el humo que se apelmazaba en el techo por la falta de ventanas y con una melancólica canción de Jazz de fondo.
Erika tomó asiento en uno de los taburetes de la barra y comprobó que la higiene tampoco era la fuente de aquel lugar.
Timbre se posó en la barra y comenzó a patalear todo lo fuerte que podían sus pequeñas piernas.
- ¿A quien hay que matar para que te sirvan un trago?
De debajo de la barra apareció un hombre de unos cuarenta años.
- Joder. ¿Ni recargar las cámaras me vais a dejar?
Erika se fijó en aquel hombre de ojos claros y barba descuidada, debió haber sido realmente atractivo con aquellos ojos color miel.
Aunque al igual que sus ojos el resto de su cuerpo parecía que también se habían apagado y una prominente barriga era la mejor descripción de aquella batalla perdida con la vida.
- Mira que sorpresa. ¿Has venido a ver a tu hermana?- Pregunto el hombre al ver a Timbre.
El hombre dibujó una sonrisa en su boca y sus amarillos dientes le demostraron a Erika que la misma higiene del bar, era la que gastaba su dueño.
- Solo he venido a tomar un trago con una amiga.- replicó Timbre.- Nada de visitas.
- ¿Tequila?- Preguntó el camarero si desdibujar la sonrisa.
- Lo sabes de sobra.
Erika no entendía muy bien toda aquella conversación hasta que se fijó en la camiseta del camarero. Una camiseta negra con el nombre del bar, aclaró todas las dudas. Aquellas letras descubrían quien era la hermana de Timbre.
Erika estaba sentada en el taburete de un bar llamado Nunca Jamás.
El camarero se giró para coger una pequeña botella de Tequila y dejarla en la barra junto con dos minúsculos vasos de chupito.
- Invita la casa.- Dijo mientras se alejaba hasta el otro lado de la barra.
Erika miraba a Timbre con una sonrisa de satisfacción por haber descubierto uno de los secretos del Hada.
- ¿Así que Campanilla es tu hermana?- Preguntó la joven.
- Va a ser que no eres tan tonta como pareces.- Contestó Timbre mientras bebía un trago de tequila.
El hada hizo un gesto de asco pero se sirvió otro chupito.
- ¡Joder que bueno!- Dijo mientras bebía su segundo chupito.- Si quieres ver a mi hermana solo tienes que girar y mirar en la mesa de detrás de ti.
Erika se giró y como lo demás en aquel viaje lo que encontró era totalmente diferente a lo que ella esperaba.
Sentada en una de las sillas estaba campanilla, embutida en un vestido de noche negro y con sus labios pintados de un color rojo intenso. Su pelo rubio estaba perfectamente liso y recogido con una diadema de diamantes, a juego con el resto de joyas que decoraban su cuello y muñecas.
A su lado estaba un pequeño grillo del tamaño del hada, enfundado con un costoso traje y fumando un minúsculo habano.
- ¿Ese es Pepito Grillo?- Preguntó Erika.
Timbre se giró y miró en la dirección donde miraba la joven.
- Acertaste.- El hada se tomo otro lingotazo de Tequila.- Se chulea a mi hermana.
En ese momento apareció un joven de unos treinta años, vestido con una horrenda camisa hawaiana, bermudas y unas oscuras gafas de sol tapaban sus ojos. Unos cuantos collares de oro decoraban su cuello y casi todos sus dedos estaban adornados con anillos del mismo color dorado.
Sin embargo los dos detalles que resaltaban sobre el resto eran la prominente nariz de aquel personaje y el par de esculturales mujeres a las que venía agarrado. Una por cada brazo, pero ambas con la misma pinta de haber sido operadas en cada centímetro de su cuerpo.
- Entonces ese es Pinocho.- Dedujo Erika.
- Mas bien Veintiocho.- Replico el hada tras su cuarto chupito.- Pinocho veintiocho.
La joven miró a la cada vez mas ebria hada sin entender muy bien a que se refería.
- Ese, inculta amiga.- Dijo Timbre reprimiendo el hipo.- Es el nombre artístico del mejor actor porno de todo este mundo.
- ¿Actor porno?
- Digamos que no solo tenía grande la nariz.- Sonrió el hada.- Bueno, además de ser una estrella porno, también es bueno con la cocaína, las mujeres y la juerga.
- ¿Su conciencia no dice nada?- Se sorprendió Erika.- ¿Qué opina Pepito Grillo?
- El dinero y el sexo acallan cualquiera de las conciencias.
Erika se giro, miró fijamente a aquel grillo y le vio inhalar una larga calada mientras Campanilla jugueteaba con una de las antenas.
Timbre levantó el vaso del chupito.
- Bienvenida a Nunca Jamás, la cloaca de los cuentos.
Erika miro a su alrededor y comenzó a encontrar detalles que antes se le había pasado completamente por alto.
El bar tenía unas cuantas mesas y todas ellas ocupadas con personajes sacados de sus inocentes cuentos infantiles.
Aunque ninguno de ellos eran lo que se decía nada inocentes.
Hansel y Gretel bebían sin descanso cervezas mientras se reían señalando a una mesa cercana en la que pulgarcito yacía inconsciente por el exceso de alcohol.
Junto a ellos y contra una pared sin preocuparse demasiado por ser observados un hombre vestido de soldado daba rienda suelta a su lujuria, perdiendo sus manos entre los pliegues del tutú de una bailarina de ballet.
Todos ellos eran parte de sus recuerdos de infancia por ello al verlos de esa forma, viendo que no eran para nada como ella los recordaba, la llenó de un vacío en su interior.
- Siento ganas de vomitar.- Dijo Erika.- Son todos unos depravados.
- Ya te he dicho que esto es una cloaca.- Contestó con voz ceceante Timbre.
- Guanta razón tienes.- Contestó una voz ebria al otro lado de la barra.
Erika y Timbre miraron al unísono y vieron a un pequeño ratón tirado sobre la barra, en ese instante, un chico de edad parecida a la de la joven se acercó hasta el etílico personaje.
- Vamos deja en paz a las chicas y vamos a casa.- Dijo mientras cogía con mimo al ratón.
El joven se despidió de Erika con un gesto y marchó con el ratón entre sus manos.
- Ese era Martín con su ratoncito.- Le explico Timbre.- Está así desde que Susana le dejó por una de las ratas de la cenicienta.
- ¿Una de las ratas de la cenicienta?
- Si, ya sabes.- Continuó el hada.- Una se casó con el hada madrina y cuando palmó heredó un verdadero pastón.
- Y Susana le dejó por todo aquella pasta.- Concluyó Erika.- ¡Que zorra!
- Si. Pero una zorra forrada.
Erika tenía que poner orden en su cabeza y para ello necesitaba silencio.
En ese momento todas las luces se apagaron y un gran foco iluminó un pequeño escenario que había permanecido oculto para la joven hasta ese instante.
De entre los pliegues de la cortina de detrás del escenario apareció una larga y esbelta pierna que comenzó a moverse.
- Comienza el show de bella.- Le susurró Timbre a Erika.
La pierna dio paso a un cuerpo tan esbelto como aquella extremidad. El cuerpo de una mujer hermosa, con un hermoso pelo azabache recogido con un precioso broche dorado.
Vestida tan solo con una serie de pañuelos de seda que simulaban un vestido, se contoneaba al compás de la música que tocaba un joven con una pequeña flauta.
Era una melodía hipnótica, rítmica, que hacía que la mujer se contonease mientras comenzaba a quitarse pliegues de seda de su cuerpo.
Todos los presentes comenzaron a aplaudir y silbar ante aquel espectáculo. Mirando con ojos lascivos como aquella mujer se contoneaba.
- No me digas.- Dijo Erika con cara de asco a su alrededor.- ¿Las mil y una noches?
- ¿Las mil y una noches?- respondió Timbre.- Esa tía que se esta denudando es Bella.
- ¿Bella?- La joven miró al hada sorprendida.- ¿La de la bella y la bestia?
Timbre no contestó al momento, esperó paciente mientras se tomaba otro chupito de Tequila.
El ruido de la sala, los gritos y silbidos se callaron, cuando una enorme bestia de mas de dos metros de altura entró en la sala.
Tenía el cuerpo totalmente lleno de pelo y unos enormes colmillos asomaban por su boca, otorgándole un gesto tan feroz, que cualquiera se lo pensaría dos veces antes de meterse con él.
Estaba vestido con un elegante traje negro y una corbata a juego, al verlo sentarse en una minúscula silla, Erika pensó los metros y metros de tela que tenían que haber necesitado para vestir a aquel enorme ser.
- Pagar la hipoteca de un castillo es realmente caro.- Dijo Timbre.
- Ya pero currar de stripper y de machaca, no se, me parece demasiado.
- Pues esto es lo que hay.
Erika se sirvió un tequila y se lo bebió de trago. Aquella bebida tan fuerte bajó por su garganta como si la fuese a abrasar. Antes que aquella vez ya había probado el tequila pero nunca con el estomago vacío.
Aquel sabor aunque desagradable, la hizo olvidar durante un instante toda aquella especie de broma macabra que la rodeaba.
- Todo lo que algún día fue bueno, ahora se ha perdido.- Se apenó la joven. -¿No puedes hacer nada con tu magia?
El pequeño ser la miró con los ojos vidriosos por el alcohol y con la tristeza dibujada en su rostro.
- Es verdad que somos mágicos.- Contestó.- Pero para que nuestra magia funcione hay que creer.
- Yo creo.
- Ya lo sé y me alegro.- Timbre intentó levantarse tambaleándose.- Pero contigo no basta.
El hada se trastabilló un par de veces hasta que pudo mantener el equilibrio.
- No podemos competir con los videojuegos.- Dijo mientras volvía a caer de culo.- A nadie le interesa ya los cuentos pasados de moda, sin tiros o violencia.
- Alguien tiene que haber que aun lean cuentos.
- Pero míranos.- Contestó el hada.- Somos el reflejo de la sociedad.
El hada se volvió a levantar esta vez con mas convicción.
- Somos mentirosos, promiscuos y vengativos porque vosotros queréis que seamos.- El hada señaló a Bella.- Vosotros nos habéis obligado a ser así.
La joven se quedó muda ante la sinceridad del hada. En su miraba no había cinismo, ni rabia, tan solo una tristeza acentuada por el alcohol.
- Los genios y las hadas tenemos que vivir en botes de café.- Continuó mientras miraba a Campanilla.- O dejarnos chulear.
Timbre llamó con un chasquido al camarero y le susurró algo al oído.
- Tenemos que hacer una última visita antes de que te devuelva a tu casa.
- Saluda al viejo de mi parte.- Dijo el camarero mientras dejaba una botella de Ron en la barra.- Espero que ande tan guerrero como siempre.
- Se lo diré Peter.
El camarero se alejó para seguir hablando con la rubia del final de la barra, mientras Timbre se volvía a acomodar en el hombro de Erika.
- Anda coge la botella y tira para fuera.
- ¿A dónde vamos?- Preguntó la joven
- Donde los malvados encuentran su muerte.
Ante esa enigmática respuesta del hada, Erika salió por la puerta del bar.

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11/10/2011

EL HURACAN NOVIEMBRE

Así debería llamarse realmente este mes, que empezó como una simple tormenta y terminó por convertirse en aguacero. Es normal que los cambios afloren cuando se llega a fin de año, es innato, tanto como las promesas del 31 de Diciembre que olvidamos el 1 de Enero.
Sin embargo, cuando todo se junta, cuando descubres que ese tornado absorbe, voltea y revuelve tu mundo con violencia, cuando no sabes si estas arriba o abajo, sientes que te falta el aire. Oxigeno. Ganas de perderte en la montaña mas lejana, raparte el pelo y dedicarte a darle golpecitos a una campana intentando buscar el fabuloso río de la vida, ese Nirvana que te ofrecerá todas las soluciones.
Lamentablemente sino eres creyente es difícil que encuentres algo hacia que hipotecar tu fe.
Tan solo quedan destrozos, cosas rotas y sin sentido, tan solo te quedan las ganas de llorar al comprender, que has llegado hasta tu límite de aguante. Ni eres fuerte ni eterno, tan solo otra persona de carne y hueso con sus virtudes/defectos. Solo te queda aferrarte a los pocos valores que han quedado de pié, tomar tus decisiones y acatar las consecuencias. Tan solo te queda sorprenderte al comprobar que hay ciertos pilares que incluso tu pensaste que se caerían en cualquier momento han aguantado el embiste, otros en cambio, cayeron contra todo pronóstico.
Este es el maravilloso juego al que nos toca jugar sin querer jugarlo.
Esa partida de cartas tapadas, sin saber si hemos acertado en utilizar ciertas palabras, hasta que el tiempo nos dé o nos quite la razón. Es hora de cerrar heridas de guerras ajenas o propias, no de buscar perdón o redención, pero sí de hacer lo correcto en algo que hace tiempo dejó de ser divertido. Tiempo para arrimarte a los que te arropan, de arropar a los que se arriman, tiempo de cambios, de reconstruir pactos y afianzar las relaciones, esas perdidas en el tiempo, las circunstancias o la cabezonería. Es hora de bajar la guardia y dejar que te ayuden a sanar las heridas, de intentar no cargar con mas peso del que tu espalda pueda soportar o de vivir sin ataduras, sin ganas de discutir o perder el poco tiempo que tenemos en buscar enemigos, no, no creo que valga la pena enturbiar buenos momentos por un final inesperado.
Es tiempo de reconstruir lo destruido y formar algo nuevo.

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11/07/2011

EL CHOCOLATE ESPESO

Además de las cosas claras, por supuesto. Creo que este dicho resume mi estado actual de equilibrio, ese que durante tanto tiempo he buscado y que sin embargo estuve lo suficientemente ciego como para no verlo hasta que alguien me abrió los ojos con una puñalada, de esas que ni duelen ni sangran pero que sin embargo te hacen reaccionar y plantearte que demonios estás haciendo con tu vida.

Todo por un inofensible relato de hadas fumadoras y lobos sodomizados. Cuanto menos curioso.

Sin embargo, tras un tira y afloja mi sentido y dejar fuera a pasados que no necesito en mi futuro, me surgió la duda sino era lo único que no me aportaba nada bueno.

Así que decido purgar mis contactos, porque llamar amistades creo que sería una exageración incluso para un bilbaino. Pero eso sí, antes de empezar a mirar para fuera hay que mirar hacia uno mismo.

Empezando por lo básico, sabiendo que no soy ni perfecto, ni tengo excasos defectos. Sabiendo de tu falta de confianza, de tu mala leche, de tu falta de tacto a veces. Comprendiendo que a veces el deseo nubla a la razón, mi mudez hacia que me implica o mis ganas desganadas de intentar seguir una constancia que cada día me cuesta mas.

Yo sé como soy, lo sé desde hace muchísimo tiempo, tanto que no me voy a sorprender cuando dejo aflorar mi lado racional, ese que no grita sino que reflexiona con sonrisa de poker para darse cuenta que hay gente que siente que tiene unos privilegios en cuanto a mi vida privada que jamás tuvieron.

Tal vez antes hasta me divertía, me mosqueaba o cabreada pero llegados a este punto simplemente no me producen nada, nada mas que la absoluta gana de sacar a las marujas de mi vida, a no tener que justificar mis acciones ante nadie o a no dejar que mi cerebro se nuble por un instante de excitación.

Seguramente he jugado al desconcierto porque no sabía ni yo lo que quería pero ahora lo sé, se quien quiero que este y quien no, es fácil, tan sencillo como que la gente que me importa conoce de sobra que sobre mi vida privada no se pregunta, no se indaga o se intenta sonsacar información que yo no quiero aportar, lo dicho, muy sencillo y sino se cumple, que te vaya bonito.

Mis frutas, aquellas a las que he hecho llorar y me han hecho llorar, aquellas con las que guerreo y aun así las adoro lo conocen, lo respetan y sobre todo lo entienden igual que entiendo cada una de sus reacciones, en una simbiosis perfecta de respeto.

El respeto es otra de mis condiciones, puede que no tenga muchos valores y que sea de insulto fácil, lo admito, pero jamás juzgo a nadie sin conocerlo, por muy mal que me caiga una vez conocido, nunca se me pasa por la cabeza despellejar a alguien por la espalda, llamarlo ética o simplemente asqueamiento ante este jodido mundo material en el que vivimos.

Por eso estoy cansado, cansado de parecer el malo de la película, el que se mosquea siempre. Cansado de no ser respetado y de rebote que no respeten a gente que aprecias y quieres. Esa es la palabra CANSADO.

Llegados a este punto, poco mas que decir que purgar mis relaciones, disfrazarme de Joker con la gente que juega a ese juego y disfrutar de la gente que vale la pena, que aunque pocos, me reportan la felicidad suficiente como para no necesitar nada mas, para esbozar una sonrisa.

Ellos saben quienes son, así que me ahorraré nombrarlos, a los de dentro y fuera del frutero gracias por regalarme tantos buenos momentos!




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10/31/2011

DESENCUENTO DE HADAS 4

Erika recorrió aquellos pasillos limpios y totalmente inertes. Las blancas luces iluminaban el blanco pasillo totalmente vacío y sin otro ruido que sus propias pisadas.
La joven andaba sin rumbo, simplemente hacia delante por aquel interminable pasillo sin ventanas y con un ambiente sofocante a causa de la falta de ventilación.
Lentamente una puerta negra comenzó a aparecer al final del pasillo y la joven se fue acercando hasta comprobar, que la parte superior era una especie de ventana con barrotes.
- Adelante mira.- Oyó hablar a Timbre.- Ya eres una experta en esto.
La joven miró enojada al hada pero su curiosidad le impidió replicarle nada, en vez de eso, Erika se acerco mas para ver la habitación que se escondía tras aquella oscura puerta.
- Me encanta su té señor sombrerero.- Oyó decir desde dentro de la habitación Erika.
Aquella era una estancia forrada de bonito color rosa pero al igual que en resto del edificio, ninguna ventana existía dentro de aquella estancia. En vez de eso, unos cuadros con bonitos paisajes colgaban por toda la estancia para hacerla mas habitable.
Una cama en una de las esquinas, un pequeño aseo en el lado opuesto y una pequeña mesa con cuatro sillas, era el resto del mobiliario de la habitación.
La joven que había hablado estaba sentada en una de las sillas, con un juego de té sobre la mesa.
Erika observo en silencio a través de los barrotes.
Se estaba acostumbrando a espiar a la gente, sobre todo porque todos ellos eran los personajes de aquellos cuentos que le hacían dormir cuando era pequeña.
Aquella joven rubia, con sus precioso pelo liso, su vestido blanco y azul no podía tratarse de otra persona que Alicia.
- ¿Cómo dices?- Preguntó Alicia mirando a una de las sillas vacías.- Me voy a ruborizar con tanto piropo señor sombrerero.
Erika observaba en silencio a aquella joven hablando con sus amigos imaginarios. Alicia comenzó a reír a plena carcajada.
- Que razón tienes señor conejo.- Dijo entre risas Alicia.- La verdad es que me ha hecho correr mucho detrás de usted.
Alicia volvió a romper en una sonora carcajada.
- ¿Qué te tutee?- Pregunto Alicia.- Esta bien conejito, quieres mas té.
Erika se separó de los barrotes y se giró para mirar a Timbre. El hada estaba haciendo un gesto con su pequeño dedo índice en la sien.
- La pobre chica perdió la chaveta la segunda vez que acabó en maravillas.- Explicó el hada.
- ¿La segunda vez?
- Si, primero salió de aquel manicomio en forma de país, pero como lo echaba de menos decidió regresar.
Erika no entendía muy bien lo que le estaba explicando el hada y Timbre dándose cuenta de ello, resopló sonoramente.
- Haber, Alicia sufrió desde niña alucinaciones y se llegó a inventar incluso un mundo entero.
El hada voló hasta los barrotes.
- En un primer momento consiguieron que regresase a la realidad a base de terapia.
Timbre lanzó una mirada al interior de la habitación y por primera vez, un gesto de tristeza se dibujo en su cara.
- A ella no le gustaba el mundo real lleno de tristeza.
El hada se separó de los barrotes con un suspiro y tras hacer un chasquido con sus pequeños dedos apareció de la nada un rotulador en la mano de Erika.
- ¿Bueno te apetece un trago?- Pregunto Timbre.- Yo ando sedienta tras tanto viaje.
Erika sabía que a Timbre la incomodaba estar en aquel lugar y a pesar de tener unas ganas enormes de preguntarle el motivo, no lo hizo.
En vez de eso se dio la vuelta y se dispuso a regresar por el pasillo que habían llegado.
- ¿Se puede saber a donde vas?- La preguntó el hada
- Pues a la salida.
- Te he dado un rotulador.- Replico el hada.- Pinta una.
Erika estaba dispuesta a exigirle una explicación, pero en vez de eso, se acerco a la pared mas cercana y pintó el contorno de una puerta.
Tras acabarla la joven se quedó mirándola sin saber que hacer.
- ¿A que esperas?- Espeto el hada.- Ábrela.
Erika sin saber muy bien porque, empujo aquel cacho de pared que cedió al instante.
- ¿Vamos a dejar a Alicia ahí dentro?- Preguntó la joven mirando a Timbre.
- Alicia hace mucho que dejó de estar en esa habitación.
El hada se posó en el hombro de la joven.
- Vamos. Te invito al primer trago.- Dijo Timbre mientras la joven pasaba la puerta.

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¡¡VOY A SECUESTRAR UN PAR DE MUSAS!!

A veces maldices por no haber elegido otra forma de vender tu tiempo libre, son contadas ocasiones en las que por mucho que te pongas delante de un teclado no salen palabras de sus teclas, y si lo hacen, son tan inconexas que tan solo puedes pulsar el DELETE y mandarlo todo a la dichosa papelera de reciclaje. Menudo nombre, porque lo que es reciclar, no recicla una mierda. La abres y buscas el archivo de texto y esperas que en el no estén tus líneas sin sentido, sino un precioso texto hilado a la perfección.....soy un enfermo de la ingenuidad.
Entonces decides buscar otro enfoque, si entendemos como enfoque dar mil vueltas en el sofá. Tumbaté, sientaté, vuelve a tumbarte, un cigarrito y vuelta a empezar. Conclusión, segundo archivo a la papelera de reciclaje.
Los suspiros se transforman en bufidos y empiezas a estar tentando en borrar todo, toda la carpeta, todas las horas de trabajo no remunerado, abres la ventana e incluso das a la palabra ELIMINAR....ahí es donde dudas, donde decides no estar seguro de hacerlo y apagas el ordenador para evitar males mayores.
Cansado, intentas que tu cabeza deje de pensar en hilos, argumentos y personajes, por supuesto, sin exito. Sientes que rozas peligrosamente la apatía, al comprobar, que las pinceladas de tu cabeza no consiguen transmitirlo en un papel.
Sin embargo si algo me ha sorprendido en esta faceta de mi vida, es sin duda, la constancia.
Digamos que siempre he sido un ser inconstante, usease, de esos que empiezan mil cosas pero no terminan ninguna. Daba igual el aspecto de mi vida, los deportes que intenté, los estudios que no finalicé o mis pequeños escarceos con la pintura, el dibujo o el guión....todo quedó en agua de borrajas cuando me falló la motivación y hubo que dar otro paso.
Por decir que incluso en temas de corazón soy reacio al sacrificio incondicional sin saber antes si me espera un premio. Así soy yo como cantaba el maestro del bombín, bueno ni eso cantaba porque en vez de "soy" era "estoy" pero como me gusta esa estrofa la adapto y punto, que para eso esto es mio.
A lo que iba, consigo desconectar a base de un chute de series y un poco de lectura rápida en forma de viñetas, eso sí, sin poder evitar el glorioso dolor de cabeza que el exceso de nicotina y el pensar demasiado, que siempre me regala mi cuerpo en señal de venganza.
Te tumbas, cierras los ojos y justo antes de dormir....las jodidas musas aparecen, esa inspiración tan caprichosa que te hace llamarte a ti mismo estúpido por no haberlo visto. Ahora parece sencillo, hasta diría que simple, pero esa pequeña pieza es el eje que te faltaba para que tus hilos, tus historias indomables acaben enlazadas.
Entonces olvidas el dolor de cabeza, los cabezazos contra la mesa, o los mil y un insultos que dedicas a tu ordenador. Olvidas todo y sonríes feliz, saboreando esa sensación que pinta ese famoso EUREKA en tus labios, a sabiendas que antes o después volverás a la casilla de salida y temiendo que la siguiente vez, las musas decidan otro compañero de cama.




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10/25/2011

DESENCUENTO DE HADAS 3

Finalmente y tras lo que le pareció una eternidad, consiguió deshacerse del abrigo, para comprobar, que había vuelto a viajar a otro lugar.

Ante sus ojos había una enorme extensión de tierra donde escavadoras y camiones trabajaban sin descanso.

- Bueno ponte el casco y al tajo.

La voz de Timbre le hizo recordar a Erika que en aquel loco viaje tenía a una molesta compañera como guía. Bajó la mirada y a sus pies vio al hada, enfundada con un minúsculo casco amarillo y sentada cómodamente sobre un casco del mismo color pero de mayor tamaño.

- Quiero saber si el abrigo…

- ¿Qué abrigos?- Contestó sonriente Timbre

Cuando Erika miro hacia el suelo, comprobó que a sus pies ya no estaban lo abrigo con el que se había enrollado segundos antes. Era como si nunca hubiesen existido.

- Bueno coge el casco y póntelo.

- Y una mierda.- Replico la joven.- Estoy harta de este juego.

En ese instante un ruido atronador inundó todo, la joven miro hacia la dirección.

Llegó justamente a ver como una pequeña figurita quedaba sepultada bajo un montón de tierra. Una de las escavadoras había perdido su carga y había enterrado vivo a uno de los trabajadores.

Erika se agachó, cogió a todo correr el casco y se lo puso en la cabeza mientras corría en la dirección del accidente. Cuando llegó ya había seis seres cavando sin descanso con palas, picos e incluso sus propias manos desnudas. Aquellos hombrecitos apenas superaban el metro y medio de estatura, por lo que Erika no tuvo problema para identificar a esos pequeños seres.

Frente a ella, contando al que estaba enterrado vivo, estaban los siete enanitos.

- Di algo.- Dijo uno con el gorro de obra rojo y que cavaba con sus propias manos.- Tenemos que saber que sigues vivo.

- ¿Eres tonto?- Contesto otro con el gorro verde.- No le llamamos Mudito por sus discursos.

Finalmente de entre la tierra apareció una mano, luego una cabeza y finalmente, todo un enano manchado de arena de pies a cabeza.

Erika respiro aliviada al comprobar que el recién desenterrado escupía un poco de tierra, pero que por lo demás, parecía estar sano y salvo.

Sus demás compañeros le quitaron el polvo y lo levantaron.

- ¿Estas bien?- Preguntó el del gorro rojo.

El enano respondió levantando el pulgar de su mano derecha hacia arriba.

- Nunca debimos salir de la mina.- Replicó uno con el gorro verde.

Erika no se dio cuenta de que tres nuevas figuras habían llegado hasta el lugar del accidente. Ante ella había tres cerditos andando a dos patas, pero lo mas sorprendente no era eso, sino los caros trajes de chaqueta y corbata que los tres vestían.

- ¿Se puede saber porque habéis parado de trabajar?- Dijo el mas alto de los tres cerdos.

- Mudito ha sufrido un accidente.- Replico el enano del gorro rojo.

- Pues yo lo veo bien.- Contestó el mediano de los cerdos.- Así que seguir trabajando.

Los enanos murmuraron unas cuantas frases inaudibles, aunque por la mirada que echaban a los cerditos, no serían palabras agradables de escuchar.

Recogieron sus herramientas y se alejaron no sin antes lanzar unas cuantas miradas al trío trajeado.

- Menos mal que no le ha pasado nada.- Dijo el mediano de los cerditos.- Hubiese sido un problema.

- Ni que lo digas.- Contestó el alto.- No podríamos acabar los pisos a tiempo.

- Tendríamos que tapar al herido.- Dijo el pequeño.- Descubrirían que estas casas no valen ni una décima parte del dinero que vamos a ganar con ellas.

- Por no contar con la dulce Blancanieves.- Dijo el alto de los cerditos.- El dineral que le tendríamos que pagar por matar a uno de sus pequeños esclavitos.

- Ya la pagamos un dineral por alquilar sus servicios.- Dijo el pequeño.- Pero salen mas barato que contratar a trabajadores legales.

Los tres cerditos pasaron a pocos centímetros de Erika y Timbre pero siguieron adelante como si no existieran.

- ¿No nos pueden ver?- Preguntó la joven.

- Claro que pueden.- Contesto el hada.- Lo que pasa es que no significamos nada para ellos.

La joven vio alejarse a los tres cerdos cuando un grito le hizo volver a prestar atención a los enanitos.

- ¿Sois tontos o que?- Oyó gritar a una mujer.- ¿Sabéis el dinero he perdido?

Erika vio que había llegado una furgoneta sobre los extenuados enanos.

La puerta de la furgoneta se abrió y de ella bajo una mujer entrada en carnes y vestida con un vestido manchado. Erika en seguida identifico a esa persona con problemas de sobrepeso como Blancanieves, aquel vestido azul y amarillo era inconfundible.

- Mudito casi muere enterrado.- Dijo el enano con el gorro verde.

La respuesta que le dio Blancanieves fue una fuerte toñeja en la nuca del pobre enanito.

- Si se llega a morir hubiese perdido un montón de dinero y esos tres cerdos no me pagarían.

- Trabajamos demasiado.- Replico el enanito del gorro rojo

Otra toñeja fue la respuesta que recibió.

- Ahora todos a la furgoneta.- Chillo Blancanieves.- Que me tenéis negra.

Los enanitos subieron obedientes en la parte de atrás de la furgoneta y Blancanieves cerró la puerta tras ellos.

- Bueno creo que aquí no tenemos mas que hacer.- Dijo timbre.

- Espera.- Contesto Erika.- Ni se te ocurra de lanzarme mas polvos, empujarme o cualquier otra de tus locuras.

Timbre sonrió e hizo un gesto a la joven para que se girara, Erika le hizo caso y ante ella había un enorme edificio blanco, sin apenas ventanas y con una enorme puerta negra.

- Bienvenida al sanatorio Maravillas.- Dijo Timbre mientras abría las puertas con tan solo un chasquido de sus pequeños dedos.

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SOLAMENTE UNA PIEZA...