La verdad es que cada día llueve mas y no tiene pinta de escampar, ese es el resumen de los tiempos que nos ha tocado vivir, esos en los que una crisis parece que va a acabar con todo en cualquier momento.
Sientes la cuerda que se tensa a cada momento, como si fuese un túnel sin final en caída libre.
Bien cierto es que hay muchos hijos de puta que deberían estar en la cárcel, que han engañado, manipulado y jugado con un dinero que nunca existió y que ahora, cuando todo este sistema lleno de fisuras comienza a hacer aguas no p
arece que vayan a sufrir ningún castigo, mas lejos que una reprimenda, de esas de "no lo vuelvas a hacer"
A excepción de esos "locos" nórdicos que no se si será por el frío o porque son mas cabales que el resto que han decidido que vayan a preguntar a los padres de todos esos vividores si quieren cobrar la deuda.
No niego que nos bombardean con un exceso de información, miles de canales para que no pienses, sientas ni padezcas. Vidas de ensueños al amparo del Capital, de coches caros y personas bellas cuyo brillo ocular siempre esta asociado al diamante. La solución a todo esta en la caja mágica, que no tonta, puesto que una tonta no generaría la millonada que genera diariamente sin hacer otra cosa que violar el buen gusto y el decoro día a día, manipulando la tan bendita libertad de expresión hasta el punto, que en ella tienen cabida despojos humanos que no tienen ningún pu
dor en hablar sobre el dolor de una familia, que no puede siquiera encontrar un poco de paz enterrando el cuerpo de su hija.
Nauseabundo.
Pero son cosas del directo como se suele decir
Sin embargo, a pesar de saber quienes son los culpables, deberíamos mirar hacia nosotros mismos. Analizar nuestro ombligo y valorar que hemos entrado a jugar a este juego endemoniado a ciegas, con ansias y sin valorar siquiera donde nos metíamos. La autocrítica es dura, mas aún, cuando no queremos verla y comprender que fuimos engañados porque quisimos vivir en ese engaño. Quisimos los mejores coches, casas mas grandes que las del vecino y todo tipo de lujos que nos aportarían el ansiado estatus social para que la opinión de la gente fuese favorable. Nos inventamos nuestros cuentos de hadas a base de prestar nuestras almas, sin darnos cuenta o bien sin querer darnos cuenta, que todo lo que sube baja y que aunque estaríamos viviendo la vida soñada, no era mas que eso, un sueño.y mientras aún existan los ansiados realities, los toros y los partidos del siglo pueden tenernos a todos contentos y felices....aunque el aguacero nos este a punto de producir una pulmonía.
Nunca tuvimos ese dinero al igual que no te compras una casa, sino tu banco la compra por tí y luego te saca la sangre con ese contrato mucho mas duradero que muchos matrimonios. Es suyo también ese flamante coche que ahora conducimos mirando el deposito de gasolina de reojo o las vacaciones en un paraíso que disfrutaste por darte un lujo.
En esencia todo es suyo y ese fue su gran truco de trilero, hacernos pensar que en realidad todo eso era nuestro.
Por eso creo que es hora de reflexionar, ahora que aun la herida esta sangrando y pensar que cuando deje de llover veamos nuestra vida de otra manera. Intentando dejar de lado las cosas estúpidas como las escalas sociales e intentar ser felices con lo que se tiene, buscando la manera de no tener que vivir un sueño trabajando, sino trabajando para vivir una vida mas plena, una sin tantos lujos seguramente, pero sin duda, buscando cosas que nos llenen, que nos despierten una sonrisa y sobre todo, que no necesiten que nos justifiquemos ante nadie a cada segundo por no tener el teléfono móvil de ultima generación o no haber ido a cenar al restaurante mas de moda de tu ciudad.
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