8/26/2012

EL SABER LIARSE SOLITO

Somos pequeños pinochos cuando la noche cae y decidimos que vamos a dejarnos engañar para un lío que puede terminar de día. El problema es que tal vez una puede ser cierto, malas compañías y nuestra falta de fuerza moral hacen que nos dejemos liar con lentitud. 
Pero cuando hay un segundo día y un tercero, digamos que el engaño es por nuestra propia necesidad de disfrutar de buenos momentos. Son la mezcla de las horas entre vasos levantados, entre risas sinceras, confesiones indecentes o decentes momentos mezclado con hielos con un poco de suerte. Así han pasado este fin de semana largo, de jueves a sábado casi sin esfuerzo, a sabiendas, que al día siguiente esa mezcla entre haber sido atropellado por un autobús, haber cenado un cenicero gigante y ese golpeo continuo en tu cabeza es el precio que hay que pagar por esas horas.
Pero bueno al fin Marijaia se vuelve a ir y ahora a pensar en una semana de relax 

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8/20/2012

HA ELEGIDO USTED KALIMOTXO SIN PLOMO

Ya estamos otra vez con el dichoso día de la semana, lunes, momento de resurección o cuanto menos puesta en marcha del cuerpo. Tampoco es que sea un lunes cualquiera, es una semana diferente, esa en la  cual llegas a casa mojado con kalimotxo, mas bien, es como si fueras un muerto viviente movido a espasmos acompasados entre bostezos y tragos de katxi.
La diferencia la descubres tan pronto como bajas del metro de camino a ponerte tu disfraz, ese olor, el aroma a desinfectante con aire de limón que golpea tus fosas nasales. 
El peor enemigo de los gaupaseros.
Antes, cuando tenías mas pelo en la cabeza y menos borracheras en el hígado, jugábamos a ser vampiros, soportando heroicamente el sol mañanero, la mezcla de vómito y orina con tal de tomarte la ultima. No importaba que tu cuerpo dijese basta, tu seguías, aguantabas como un titan hasta poder deleitarte con ese desayuno de cubata con churros.
La vida era así, al menos, hasta que alguien inventó el maldito desinfectante, es olerlo, y tu cuerpo decide que está cansado, tiene sueño y no le apetece ese último trago.
Lo jodido del asunto, es que esta sensación la llevas arrastrando hasta el domingo para convertir el día en ese triangulo de la bermudas, ese día que desaparece entre tu sofá y tu cama. Lagunas en forma de océanos que no buscamos, pero que para que engañarnos, no dejamos convencer para tomar cubatas de sobremesa y comenzar a ver a las siete de la tarde dos Marijaias por el precio de una.
Con este principio nada bueno puede terminar sucediendo cuando dejas a un diabético borracho con una aguja en esta, nuestra gran y simpática familia.
Acertasteis se la intentó clavar a otro...¡Azucar!
Entre medias, gente, familia y amigos, todos regados por alcohol. Gente que iba y venía terminando formando una especie de etílico ejercito mecidos por la marabunta, parando entre Txozna y Txozna para recargar los vasos con mesura.
Al menos hasta que algún iluminado que se le ocurrió que las cuatro de la mañana era buena hora para empezar a tomar mojitos y sentirnos tropicales.
Llegados a este punto...¿Alguien me puede explicar porque me emperre en tocar una armónica encima de un escenario? ¿O eran unas maracas?
Bueno, a lo que iba.
Fue una noche rara, rara, rara...de cojones. De esas que solo suceden cuando te anudas el pañuelo azul al cuello y la señorita a la que el desodorante jamás le abandona recorre Bilbo. Esas de mensajes domingueros de puzzles, de piezas en tu falta de memoria, en un intento por recomponer los trozos que alguien ha borrado de forma deliberada.
En resumen, una buena noche.

P.D. Adoro el Paracetamol....Ya luf yu!

  

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8/14/2012

CHIP Y CHOP

Así es como he decidido bautizar a mis queridas placas en la garganta, no es que este enamorado de ellas, sino mas bien que han surgido tantas veces en mi vida que terminas por cogerlas cariño.
 Al menos hasta que consigues matarlas a base de antibióticos.
Las infecciones en esta vida suelen ser por cosas ajenas a nosotros de las cuales nosotros tenemos la culpa. Cosas como un aire acondicionado que parece querer helar el mismísimo infierno y si le sumas la estúpida ocurrencia, de entrar en el dichoso metro chorreando sudor, el resultado no puede ser otro que la visita de Chip y Chop. 
Así que tras intentar soportar el final, montar de vuelta en el dichoso transporte público a la hora donde el Chikipark etílico vuelve como si fuese cenicienta y con la fiebre como guinda del pastel, pasas el domingo sin pena ni gloria, bueno con mucha pena y sin atisbo de gloria.
Aunque hasta en los malos momentos te encuentras detalles bonitos y te dan ganas de ponerte malo mas a menudo. Te traen cosas para comer, se quedan contigo a ver una película de sustos y bichos o se empeñan en dejarlo todo para ir a tu casa a hacerte compañía...o incluso hacerte la comida...!Si por eso te fuiste de casa de tus padres! Pero alegra tener a gente así cerca cuando lo que tienes es una mariconada, porque te hace ver, que si algún día tienes algo realmente serio hay muchas posibilidades que no te fallen.
 Las acciones hablan por millones de palabras.
Sin embargo regresemos al motivo de esta entrada y porque primero les suplicaré para después directamente les amenazare con arrancarme las amígdalas con una cucharilla. Todo por si se les ocurre joderme el Sábado, que ya esta aquí, otro año mas la Marijaia y para ella si que no hay infecciones que valgan!

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SOLAMENTE UNA PIEZA...