Debimos haber crecido con menos barreras, con menos plumas para amortiguar las zancadillas de la vida.
El problema hubiese sido sacrificar nuestra inocencia, nuestros sueños de cuentos con finales felices, nuestros príncipes azules o nuestras damiselas en apuros.
Tal vez la utopía de buscar las almas gemelas nos hiciera cometer demasiados errores, demasiados experimentos en los que realmente no supimos lo que era sentir, sino que simplemente queríamos sentir.
Buscar piezas en un puzzle que nunca supimos ni la foto para hacerlo, buscando la perfección que realmente no existe, nunca existe el cuento perfecto.
No existe los flechazos, ni ángeles aniñados armados con flechas ni arcos, tal vez en nuestras fantasías, pero no en la realidad.
Cuando bajas de las nubes y pisas el asfalto descubres que el mundo ideal esta de reciclaje.
Hay demasiados gestos fríos, demasiadas personas grises y poca gente que realmente pueda llenar tus necesidades, que puedan llenar tus dudas con soluciones.
Yo he tenido suerte y he ido encontrando personas que a pesar de todo, se han ido quedando a mi lado.
Pero siempre queremos mas, siempre necesitamos mas.
Necesitamos encontrar a alguien con la que compartir todo, no solo una parte de ti, es esa pieza del medio del puzzle, la mas difícil de identificar y que sin embargo da sentido a todo lo demás.
A veces forzamos e intentamos que una pieza cuadre en ese lugar, no engañamos y camuflamos algo tan primario como el deseo en algo mas profundo. Algo que al salir de una cama desaparece y deja un vacío mayor.
Realmente no buscamos salvadores, no buscamos princesas o príncipes azules, realmente queremos algo mas que alguien que nos marque nuestro camino.
Cada uno tenemos nuestros aciertos y errores, nuestra propio vuelo a los cielo o descenso a los infiernos, y contra eso, nadie nos puede ayudar.
Nadie puede pulir nuestros errores, mas que nada, porque ni nosotros mismos hemos podido con ellos.
Necesitamos a alguien que comprenda nuestros fallos, que respete nuestros miedos o disfrute con nuestras virtudes.
No necesitamos una sombra protectora.
Lo que realmente necesitamos un apoyo para caminar, un compañero para disfrutar o una barricada cuando las cosas se tuercen.
Necesitamos un confidente, un amante, un maestro, un alumno, un bufón, un jefe....necesitamos un todo.
Todos necesitamos un pluriempleado, duro y flexible, suave pero que no se quiebre.
Todos necesitamos ser esa persona para el otro lado, sin exigir o pedir nada a cambio.
Todos necesitamos esa canción que se escapa de la monotonía de tu vida, esa melodía que te acelera el corazón sin necesidad de escucharla, esa película que adoras sin necesidad de verla, esa persona que no necesitas tocarla para sentirla.
Es no buscar ninguna alma gemela, sino una persona de carne y hueso, una persona que adores sus virtudes y quieras sus imperfecciones.
Una persona como como lo somos cada uno de nosotros.
El problema hubiese sido sacrificar nuestra inocencia, nuestros sueños de cuentos con finales felices, nuestros príncipes azules o nuestras damiselas en apuros.
Tal vez la utopía de buscar las almas gemelas nos hiciera cometer demasiados errores, demasiados experimentos en los que realmente no supimos lo que era sentir, sino que simplemente queríamos sentir.
Buscar piezas en un puzzle que nunca supimos ni la foto para hacerlo, buscando la perfección que realmente no existe, nunca existe el cuento perfecto.
No existe los flechazos, ni ángeles aniñados armados con flechas ni arcos, tal vez en nuestras fantasías, pero no en la realidad.
Cuando bajas de las nubes y pisas el asfalto descubres que el mundo ideal esta de reciclaje.
Hay demasiados gestos fríos, demasiadas personas grises y poca gente que realmente pueda llenar tus necesidades, que puedan llenar tus dudas con soluciones.
Yo he tenido suerte y he ido encontrando personas que a pesar de todo, se han ido quedando a mi lado.
Pero siempre queremos mas, siempre necesitamos mas.
Necesitamos encontrar a alguien con la que compartir todo, no solo una parte de ti, es esa pieza del medio del puzzle, la mas difícil de identificar y que sin embargo da sentido a todo lo demás.
A veces forzamos e intentamos que una pieza cuadre en ese lugar, no engañamos y camuflamos algo tan primario como el deseo en algo mas profundo. Algo que al salir de una cama desaparece y deja un vacío mayor.
Realmente no buscamos salvadores, no buscamos princesas o príncipes azules, realmente queremos algo mas que alguien que nos marque nuestro camino.
Cada uno tenemos nuestros aciertos y errores, nuestra propio vuelo a los cielo o descenso a los infiernos, y contra eso, nadie nos puede ayudar.
Nadie puede pulir nuestros errores, mas que nada, porque ni nosotros mismos hemos podido con ellos.
Necesitamos a alguien que comprenda nuestros fallos, que respete nuestros miedos o disfrute con nuestras virtudes.
No necesitamos una sombra protectora.
Lo que realmente necesitamos un apoyo para caminar, un compañero para disfrutar o una barricada cuando las cosas se tuercen.
Necesitamos un confidente, un amante, un maestro, un alumno, un bufón, un jefe....necesitamos un todo.
Todos necesitamos un pluriempleado, duro y flexible, suave pero que no se quiebre.
Todos necesitamos ser esa persona para el otro lado, sin exigir o pedir nada a cambio.
Todos necesitamos esa canción que se escapa de la monotonía de tu vida, esa melodía que te acelera el corazón sin necesidad de escucharla, esa película que adoras sin necesidad de verla, esa persona que no necesitas tocarla para sentirla.
Es no buscar ninguna alma gemela, sino una persona de carne y hueso, una persona que adores sus virtudes y quieras sus imperfecciones.
Una persona como como lo somos cada uno de nosotros.
0 Comentarios:
Publicar un comentario