AÑO NUEVO RESACA VIEJA

Acabamos los años con una sonrisa en la boca, cuando en realidad debíamos estar tristes por saber que jamás se va a repetir y sin embargo, comenzamos el año tristes, con dolor de cabeza y con la amiga resaca como compañera de cama.
Así somos nos encanta bebernos hasta el agua de los floreros, mezclar, fumar o lo que sea para poder alargar la primera noche del año, como si fuese la única y claro, luego vienes las resacas y las malas caras.
En mi caso fue una nochevieja sin mas, otra mas y a la vez otra única, como cualquiera de las veintisiete que he pasado anteriormente.
Bebida, amigos y un millón y medio de mensajes al móvil, deseándote un feliz año y asegurando que será bueno...de ilusiones se vive y como dicen es lo último que se pierde pues espero que todos tengan un buen año.

Luego vimos que todos continuamos siendo igual, con nuestros defectos a pesar de las sonrisas y el buen rollo que realmente no era tal. Es algo divertido, incluso enfermizo ver como la gente se pone las caretas de buen rollo, de personas encantadoras y el alcohol se las quita poco a poco, es entonces cuando ves que que hay personas que realmente no saben lo que es convivir.
Por no ir o no hacer lo que a ellos quieren, estos pequeños dicatadores caseros, se mosquean, manipulan y finalmente se van para casa porque no han conseguido ser el centro de atención.
Realmente patéticos.
Luego están algunas tías, menos mal que son las menos porque sino estabamos acabados. Son personas manipuladoras, cabronas, que no valoran nada y que tan solo ven a los demás como posesiones que pueden mover y controlar a su antojo.
Para ellos las personas malas son aquellas que no aguantan sus desplantes, que si tienen que ir a saludar a un amigo van y lo hacen, a pesar de los codazos y las miradas de vívora.
Son personas que sonríen por delante y te escupen por detrás, son personas que si les dices la verdad eres el enemigo y si les alabas sois unas buenas personas.
Bueno tal vez lo mejor de la noche fue como puse los bares, acabé el año sangrando y lo empecé sangrando. Hacía mucho que mi nariz no parecía una fuente de sangre interminable, en la que no había klinex suficientes para tapar la hemorragia.
Claro, sal de un bar con la nariz taponada y un klinex lleno de sangre en la nariz...cuando finalmente llegué a la puerta había tenido supuestamente cuatro peleas, tres sobre dosis y dos golpes brutales en la cara, todo según la gente.
En fin que también me porté mal, un rato mal, pero ahora no me apetece seguir hablando con esta entrada valdrá por ahora.