SEGUIMOS PELEANDO

Así estamos, hoy 22 de Diciembre, en el que otro año unos cuantos bastardos se han hecho millonarios y los demás, pues a seguir madrugando todos los días.

Ya podía ser yo uno de esos bastardos, tal vez todo sería mas fácil...pero conociéndome seguro que no.

La verdad es que vuelvo a las andadas y para variar vuelvo a encontrarme en la pelea entre mis dos mitades, si puede sonar de psicólogo pero es la realidad.

Hay gente que tiene la virtud de juntar su corazón y su cabeza en un mismo lugar, algunos usan mas la cabeza y son mas fríos, mientras otros, usan el corazón y son mas impulsivos. Cada uno cometiendo sus errores y aciertos, pero cada uno fiel a la parte que lo domina.

El problema es cuando ninguna de ellas tiene el control, cuando ambas pelean de igual a igual. Es una lucha fratricida, sin reglas, llena de golpes bajos y patadas en la entrepierna. Batalla tras batalla, en las que soy yo el juez de ambos y en las que siempre acabo recibiendo la peor parte, ya sabéis nunca vayáis a separar una movida que seguro que un par de oxtias te llueven, en este caso, todas.

Así es como ando en continua pelea, intentado que se acerquen poco a poco y consigan de nuevo ser una sola, porque aunque no se gusten el uno se necesita al otro.

Él que bombea para escribir, para sentir, para enloquecer y querer, para todas aquellas cosas que aunque hacen daño, también dan el mayor de los placeres. Es esa parte interna, ese incombustible Peter Pan que se niega a crecer (Aunque vuelva loco a alguna que otra hada), es la rebeldía a no ser uno mas y salirte de los caminos marcados.

Él que piensa para analizar, para ver las consecuencias de los actos, para no dejarte llevar por falsos amigos, o amores caducos, para ver la realidad y adaptarte a ella, para sobrevivir en este mundo de locos.

Esto es lo que hay y prometo domarlos a los dos, por mi bien y por el de los demás, sobretodo cuando el que late se bebe el sábado hasta el agua de los floreros y el que piensa me hace sudar como un cerdo un Lunes al mediodía.

Así que solo pido un poquito de paz, joder!