Pues sí, desde que nacemos cada uno de nosotros decidimos como queremos vivir en nuestro espacio vital.
Hay auténticos enfermos del orden, la gente normal y los maestros del caos absoluto, dentro de estos últimos me encuentro yo.
La verdad es que yo me llevo bien con mis pelusas y lejos de perder las cosas ellas me las cuidan. Es algo raro pero en el orden pierdo las cosas, en el desorden siempre se donde están cada una de mis cosas.
Tal vez esta forma de llevar mi vida, se resumen en el desorden que reina en mi cuarto, tal vez es el mejor reflejo de mi propio ser, desde la mancha de mi espalda hasta la forma asonante de latir de mi corazón.
A veces alegre, a veces totalmente triste, a veces dulce y demasiadas veces agriado, tantas que me asusto de mi mismo y saber en lo que me voy a convertir como siga así.
Conociendo a nuevas gente, manteniendo a la gente querida cerca, olvidando a pasados dorados convertidos en futuro podrido.
Todo hay que resumirlo en hacerte corazas hacerte fuera y mantener la cura de tu interior, eso aunque a priori parece una solución, luego se puede convertirse en un problema porque igual dejas de sentir.
Bueno que me enrrollo y en resumen yo soy feliz en mi caos, con mis pelusas como compañía y sin tener que ordenar mi espacio, mis sentimientos y mis pensamiento.
Renaciendo
Hace 9 años
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