Bueno en primer lugar felicitar a la nueva tía por tener a su primera sobrina y sobre todo que tendrá que trabajar, porque los niños no vienen con un pan debajo del brazo.....sino que te piden dinero, mucho dinero y mas si eres su tía preferida.
Bueno aprovechando esto hablaré de los niños.
La verdad es que respeto y admiro a los padres (A los míos en especial) porque tener hijos pone a prueba tu paciencia y tu fuerza de voluntad.
Cuando nacen son como pasitas arrugadas pero aún así lo primero que hacen es llorar, es su forma de poner a los inocentes padres en antecedentes y enseñarles que desde ese día tendrán un nuevo despertador.
Un despertador a la una para comer.
Un despertador a las cuatro por las cacas.
Un despertador a las 6 solo por joder, porque cuando el padre o la madre se levantan ojerosos y sin apenas ver, el niño sonríe. Es mas, se parte la caja.
Los que digan que los niños no son conscientes no saben lo que dicen...o bien lo saben pero mienten para que los demás también se jodan.
En esos momentos la cabeza de los padres se llenan de pensamientos positivos (¿Porque no tomaría la píldora?; Jodido condón; Tenia que haberme hecho la vasectomia) y algunos no tan positivos (¿Donde habré dejado la escopeta?)
Luego viene la época del niño imán.
Comienza a andar y a coger todo lo que puede acabar con su vida (Lejía, enchufes, fuego) y la vida de los padres se convierte en una jincana interminable, donde el primer premio es poder ver crecer a tu hijo.
Así que una vez los progenitores se cansan derogan la responsabilidad y los mandan a la escuela para que vivan nuevas experiencias.
Allí comienzan a hacer nuevos amigos compartiendo deliciosos platos de plastilina (La roja estaba realmente deliciosa) y sobre todo cuidando de sus primeras mascotas. Los piojos.
Y eso solo es el principio, luego llegara la adolescencia pero creo que por hoy ya he deprimido a demasiados aitas y amas.
Y como sigue lloviendo pues una canción que últimamente me esta animando y sobre todo relajando a disfrutar.
Bueno aprovechando esto hablaré de los niños.
La verdad es que respeto y admiro a los padres (A los míos en especial) porque tener hijos pone a prueba tu paciencia y tu fuerza de voluntad.
Cuando nacen son como pasitas arrugadas pero aún así lo primero que hacen es llorar, es su forma de poner a los inocentes padres en antecedentes y enseñarles que desde ese día tendrán un nuevo despertador.
Un despertador a la una para comer.
Un despertador a las cuatro por las cacas.
Un despertador a las 6 solo por joder, porque cuando el padre o la madre se levantan ojerosos y sin apenas ver, el niño sonríe. Es mas, se parte la caja.
Los que digan que los niños no son conscientes no saben lo que dicen...o bien lo saben pero mienten para que los demás también se jodan.
En esos momentos la cabeza de los padres se llenan de pensamientos positivos (¿Porque no tomaría la píldora?; Jodido condón; Tenia que haberme hecho la vasectomia) y algunos no tan positivos (¿Donde habré dejado la escopeta?)
Luego viene la época del niño imán.
Comienza a andar y a coger todo lo que puede acabar con su vida (Lejía, enchufes, fuego) y la vida de los padres se convierte en una jincana interminable, donde el primer premio es poder ver crecer a tu hijo.
Así que una vez los progenitores se cansan derogan la responsabilidad y los mandan a la escuela para que vivan nuevas experiencias.
Allí comienzan a hacer nuevos amigos compartiendo deliciosos platos de plastilina (La roja estaba realmente deliciosa) y sobre todo cuidando de sus primeras mascotas. Los piojos.
Y eso solo es el principio, luego llegara la adolescencia pero creo que por hoy ya he deprimido a demasiados aitas y amas.
Y como sigue lloviendo pues una canción que últimamente me esta animando y sobre todo relajando a disfrutar.
1 Comentarios:
Gracias Guapo:
Ya te digo que tendré que empezar a ahorrar, porque viene pisando fuerte (Ha salido a su tía) y con eso de que hay crísis y demás, estoy pensando ya en hacerla un plan de pensiones, en vez de abrirla una cuenta de ahorro, je je.
Un beso.
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