12/24/2010

CUENTO DE NAVIDAD

Hoy quiero hacer diferente, es un relato improvisado....
EL NIÑO QUE QUISO LAS ESTRELLAS

Ser diferente nunca fué malo o al menos eso pensó cuando ese libro cayó en sus manos por primera vez.
Fue un libro, sobre otro libro, unas líneas sobre otras líneas, una historia sobre otra historia.
En resumen un libro que lo envolvió con sus dragones, con sus gigantes de piedra y su emperatriz, con ese veneno en forma de ilusión que todo niño descubre de una u otra forma.
Decidió entonces que el quería soñar, quería poder agarrar una estrella y se puso manos a la obra, dedicandose a estar en la luna cuando los profesores intentaban explicarle algo de vital importancia para una vida que el no deseaba tener, puesto que como ocurriese a Peter Pan, el pensó que jamás crecería.
Sin embargo el tiempo no es amante de nadie, ni concede favores, ni ofrece treguas así que no le permitió seguir soñando con ser el heroe de su propia historia.
Eso entristeció al niño, tanto que durante unos años estuvo perdido, sin color y viajando entre el blanco y negro, mecido por la monotonía hasta que ese extraño camino acabó en un callejón sin salida.
Fue entonces cuando decidió que era tiempo de regresar y tras conseguir una mochila en la que guardar sus mas valiosos tesoros, rehizo el camino con la idea de regresar al punto de partida.
Fue un regreso dificil, lleno de caidas y errores, lleno de ilusiones rotas, bañadas en un dolor tan intenso a veces, que mas de una vez decidió sentarse y no seguir caminando.
Fueron tiempos de oscuridad, de golpearse con paredes que no podía ver o bien empujando a los viajantes que compartían ese camino, a veces queriendo cegado por la melancolía, a veces sin querer simplemente por su torpeza.
Oscuro sendero en cuyo transitar sus mas oscuras pesadillas aparecieron, monstruos del pasado y presente que le asustaron de tal manera, que el temblor de sus piernas le impidió dar un paso mas.
Allí es donde surgió la luz y como si un faro en la noche iluminase su particular viaje, comenzaron a surgir pequeñas estrellas brillantes, migas de pan en un laberinto que por fín marcaba el camino correcto.
Aun así no fue facil, puesto que algunas de esas estrellas se destruyeron al contacto con sus miedos, otras se quebraron y su brillo perdió intensidad.
Sin embargo otras permanecieron, aguantaron iluminando su camino, haciendo huir lentamente a los monstruos, ajenas a los errores que cometía a cada paso.
Fue esas estrellas las que guardó en su mochila, esas pequeñas luces que cuando todo volvía a resultar confuso y perdido, le marcaban el camino a seguir como una brújula tatuada en el corazón.
Así regresó, entre ratones despechados, amigos que la muerte no le pudo jamás separar gracias a una simple pulsera o tortugas que a pesar de no ganar la carrera no dejaron de sonreir.
Etapas en su viaje de regreso, que hicieron que la ilusión regresara lentamente a su cuerpo y todo lo que en su desordenada cabeza se rompiese en el pasado, se pegase de nuevo formando un nuevo mapa del tesoro.
Vivió multitud de aventuras, en los que los protagonistas de sus cuentos infantiles cobraban vida y como sucedió con Alicia, acabó cayendo por un agujero que le transportó a un mundo de Dioses y Reinas inmortales, seres que tan solo las leyendas de los mas viejos del lugar aún recordaban.
Llegó entonces a un pequeño pais que no aparecía en ningún mapa, un refugio en el que durante meses pudo descansar y considerar su hogar, un lugar donde abrir su mochila y en la intimidad, disfrutar de las sonrisas de sus estrellas, brindis en cuernos o bailes alocados en la fiesta grande del mes de Septiembre.
Un lugar donde había una reina, unas frutas y un millón de historias nuevas que devorar en las que incluso él era el protagonista.
Se sentía feliz, muy feliz en aquel lugar, pero en el fondo sabía que su viaje no había terminado allí.
Así que tras mirar una última vez atrás y recordar todas los buenos momentos que allí había vivido, volvió a coger su mochila, guardó de nuevo sus estrellas y se dispuso a seguir caminando, a seguir imaginando historias por inventar y una nueva etapa por comenzar, con la misma ilusión que en un niño, pero con la experiencia que cada uno de sus pasos le había regalado.


0 Comentarios:


SOLAMENTE UNA PIEZA...