Estas líneas con borrones empezaron como algo inocente, como si de un diario sin profundidad ni secretos en el que dar rienda suelta a palabras tan olvidadas en el tiempo como es el amor.
Con el tiempo ha ido cambiado, evolucionando hacia algo mas personal, mas oscuro e intimo, en el que intentaba descargar todas mis dudas.
Digo pequeños porque ahora me parecen enanos y no gigantes, ahora que siento que caminar es cada día mas duro y difícil, es sin embargo, cuando aprecio lo que tengo.
Los tesoros que me quedan tras en naufragio.
Añoro sentir algo especial, es cierto y lo admito. Es una añoranza de los buenos tiempos en los que las cicatrices de la vida no pesaban tanto, no hacía pensar demasiado y la veleta loca que regía mi vida no prestaba atención a la dirección que tomaba.
Es recordar el pasado y mirar al presente, es no plantearte el futuro porque ciertamente, no encuentras ninguna pista buena en la que basarte.
Es difícil expresarme con tanto frío por fuera y tanto hielo por dentro, bueno para mí siempre ha sido difícil, no sé, tal vez mi autoestima, tal vez no haber sabido pararme a pesar mas a menudo me haya convertido en lo que soy.
Nunca he querido ser una carga para nadie y me ha gustado cargar con mis problemas, incluso si me ahogaban, incluso si me pesaban tanto que no podía levantar la cabeza, nunca se me ha dado bien contar las cosas mas lejos de estas líneas.
Sin embargo, incluso con mis cosas, con mis dudas y salidas del tiesto hoy me he dado cuenta que sigo teniendo lo que necesito para sobrevivir a esta partida, ese trío de ases en la mano que me da cierta seguridad.
Esta claro que hay manos mejores y que puedo seguir perdiendo, pero tener esa mano en cada partida me hace respirar tranquilo.
Son mi pequeños soplos de aire para que la veleta siga girando y no se pare en el olvido.
Con el tiempo ha ido cambiado, evolucionando hacia algo mas personal, mas oscuro e intimo, en el que intentaba descargar todas mis dudas.
Digo pequeños porque ahora me parecen enanos y no gigantes, ahora que siento que caminar es cada día mas duro y difícil, es sin embargo, cuando aprecio lo que tengo.
Los tesoros que me quedan tras en naufragio.
Añoro sentir algo especial, es cierto y lo admito. Es una añoranza de los buenos tiempos en los que las cicatrices de la vida no pesaban tanto, no hacía pensar demasiado y la veleta loca que regía mi vida no prestaba atención a la dirección que tomaba.
Es recordar el pasado y mirar al presente, es no plantearte el futuro porque ciertamente, no encuentras ninguna pista buena en la que basarte.
Es difícil expresarme con tanto frío por fuera y tanto hielo por dentro, bueno para mí siempre ha sido difícil, no sé, tal vez mi autoestima, tal vez no haber sabido pararme a pesar mas a menudo me haya convertido en lo que soy.
Nunca he querido ser una carga para nadie y me ha gustado cargar con mis problemas, incluso si me ahogaban, incluso si me pesaban tanto que no podía levantar la cabeza, nunca se me ha dado bien contar las cosas mas lejos de estas líneas.
Sin embargo, incluso con mis cosas, con mis dudas y salidas del tiesto hoy me he dado cuenta que sigo teniendo lo que necesito para sobrevivir a esta partida, ese trío de ases en la mano que me da cierta seguridad.
Esta claro que hay manos mejores y que puedo seguir perdiendo, pero tener esa mano en cada partida me hace respirar tranquilo.
Son mi pequeños soplos de aire para que la veleta siga girando y no se pare en el olvido.
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