Hoy como cada año unos niños muy monos han repartido suerte y millones, hoy como cada año hemos gastado hasta los euros que no teníamos en hipotecar nuestros sueños.
Hoy como cada año, unos pocos dormirás felices, el resto seguiremos jugando al juego de la vida.
Seguiremos buscando una vivienda tras un número, sin otra salida que vender tu alma a un banco por un techo al que poder llamar hogar.
Seguiremos viendo como el Inem crece como una gran familia, sin saber si mañana tu mismo formarás parte de ella.
O si vas a conocer al siguiente trabajador que se deja su vida en un andamio.
Seguiremos viendo como a otra mujer le ha tocado la carta equivocada. Como un bastardo crea tener la propiedad de un cuerpo que siempre le dijo que ella no quería.
Seguiremos viendo muertas sin solución a manos de maridos que muertos estarían mucho mejor que en una cárcel.
Seguiremos viendo como si piensas diferente al que gobierna, es sinónimo de acabar señalado.
Eso sí, el año que viene volveremos a jugar, continuaremos soñando con cinco números que nos cambien la vida, sin pensar si quiera, que tal vez hay que luchar por la felicidad.
Hoy como cada año, unos pocos dormirás felices, el resto seguiremos jugando al juego de la vida.
Seguiremos buscando una vivienda tras un número, sin otra salida que vender tu alma a un banco por un techo al que poder llamar hogar.
Seguiremos viendo como el Inem crece como una gran familia, sin saber si mañana tu mismo formarás parte de ella.
O si vas a conocer al siguiente trabajador que se deja su vida en un andamio.
Seguiremos viendo como a otra mujer le ha tocado la carta equivocada. Como un bastardo crea tener la propiedad de un cuerpo que siempre le dijo que ella no quería.
Seguiremos viendo muertas sin solución a manos de maridos que muertos estarían mucho mejor que en una cárcel.
Seguiremos viendo como si piensas diferente al que gobierna, es sinónimo de acabar señalado.
Eso sí, el año que viene volveremos a jugar, continuaremos soñando con cinco números que nos cambien la vida, sin pensar si quiera, que tal vez hay que luchar por la felicidad.
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