12/15/2009

UN CHARCO, RECUERDOS, BALLENAS Y PINGUINOS

Hoy empezaré con mi pequeño diario de abordo, esas sensaciones que tres semanas pueden rellenar entre las carreras, los viajes y los mil taxis que te tienes subir para exprimir tan escaso tiempo.

Todo empieza al revés, salir de Bilbao con sol y llegar a Buenos Aires lloviendo, el verano en invierno y viceversa.
Quizás el día mas largo de mi vida, treinta horas hasta llegar a destino y disfrutar de la calma de una pequeña ciudad como Tandil, reencontrándote con viejas amigas y conociendo a nueva gente.
Una ciudad para organizar los siguientes días, son esos primeros momentos, esos primeros deseos de querer comerte cada rincón de los lugares que vas a visitar, son sin duda los que no te hacen ver la magnitud de los pasos que te quedan por delante.
En esos primeros momentos, no te importan los retrasos y las horas sin dormir, porque a fin de cuentas vas a estar rodeado de los animales mas grandes del mundo.
Esa mezcla de tu ilusión infantil y sentirte pequeño, enano ante una ballena que hace que el barco en el que viajas parezca de juguete.
Horas de autobuses, de carreras y ver pingüinos tomando el sol a treinta grado, a la vagancia de los leones marinos o la búsqueda de los armadillos.
Comprar los primeros recuerdos, airearte con helados y cervezas. Es comenzar a notar el cansancio pero lo intentas acallarlo paseando por el puerto.
Son momentos de coger otra vez la maleta y meterte de nuevo en un avión rumbo al sur, donde el frío no saludó con el aire del polo.
Aunque por hoy creo que son demasiados recuerdos, mañana puede que vuelva a abrir esta ventana.


0 Comentarios:


SOLAMENTE UNA PIEZA...