2/10/2010

QUEMAR TRINCHERAS CON NAPPAM

Así somos a veces y aunque no nos guste, todos nos escondemos en nuestras trinchera en forma de personas, ordenadores, libros, películas o lineas en una pantalla de ordenador.
Son nuestra puerta trasera por la que escapar de los problemas que la vida, esos que las horas plantan en nuestro camino, a veces nos hace tropezarnos y hacernos heridas que necesitan ser curadas.
Regresar a nuestras trincheras siempre que las balas nos hagan retroceder no es de cobardes, es de sabios, de gente que sabe que ni todas las guerras del mundo pueden tirarnos abajo esos refugios.
Es cierto que son difícil de buscar y mantener, a fin de cuentas son refugios que tienen que aguantar todos los ataques, todas las inclemencias y desastres naturales que las horas, los bastardos disfrazados de personas o las circunstancias nos hacen padecer.
A veces tanta batalla nos hace perder la noción del tiempo y el espacio hasta el punto de fumar rodeados de nappam, dentro de nuestra trinchera y a veces se prende fuego.
Esta claro que a veces somos estúpidos pero las buenas trincheras son ignífugas y aguantan nuestros despistes, nuestras rabietas y nuestros días malos donde el enemigo esta por todas partes.
Todos deberíamos tener estas trincheras para poder salir de ellas.



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SOLAMENTE UNA PIEZA...