PARADOJAS A LO PERSONAL

Siempre hay personas que salen del tiesto de la normalidad y por ello acaban siendo odiadas o queridas, sin término medio, sin indiferencia.
Creo encontrarme dentro de ese grupo, no se si es un halago o una maldición.
Son personas que sueñan sin estar dormidos, que mueren mientras viven y que sienten incluso las cosas que no están hechas para sentir.
Ingenieros que empiezan las casas por el tejado y aun se molestan cuando se caen, pero lejos de aprender la vuelven levantar de la misma forma, porque su casa solo puede ser construida así.
Exploradores que se pierden en rutas que la monotonía no marca, rutas peligrosas en las que perderse es facil, de las que salir es casi imposible. Rutas que una vez pasadas dejan de ser peligrosas y vuelven a ser tan apetecibles, como para repetir el camino lejos de las señales.
Veletas fieles al viento, que sin embargo siempre acaban atados como una cometa con una cuerda, un fino hilo tan irrompible como solo el pasado puede tejerlo.
Capaces de pelear contra la estupidez de la sociedad del día a día, peleando por una justicia que no tiene cabida en la presa de mierda rosa y sin embargo, ser tan igenuos en algo que para lo demas es natural.
Tan analfabetos para los silencios en los que los demás solo tienen palabras.
Capaces de tener el mejor de los discursos en la cabeza, mientras su lengua esta de huelga y tan solo pueden escribir unas líneas desordenadas en un ordenador.
Asesinos de su propio corazón, arrancarselo sin compasión para tirarlo lejos y sin pasar ni un segundo, salir corriendo detrás de él al echar de menos su latir.
Almohadas de secretos ajenos, de confesiones de boca sellada y oido abierto, mientras sus secretos quedan para ellos mismos.
Personas únicas que a veces querrías ser vulgares, pero solo a veces, porque al ver que la vida sigues siendo tan aburrida, deciden subirse a sus tejados.
Si no se les vuelven a caer la casa claro.