Hay semanas, días u horas que sin saberlo, sientes que estas extraño sin saber que momento o que cosa puede hacer que pases por ese tiempo gris.
A veces sientes que todo se te junta, en forma de dolor físico y te preguntas que de existir un diós se estará riendo en ti o de no ser así, si solamente tenemos el destino, probablemente te equivocaste en el cruce donde se decidía el destino de la felicidad.
Estando en este momento puedes cerrar los ojos y esperar que el viento cambie de dirección o bien aprovecharte de los buenos momentos.
Pensar que entre las peores tormentas siempre quedan flores, que a pesar de todo aguantan.
Son esas conversaciones por preguntarte que tal el día, son esos momentos de martillo y gomaespuma, son las risas o las conversaciones sobre héroes de videojuegos convertidos en una carroza desastre o volver a disfrutar realmente con una película en el cine.
Aunque sin duda son los mimos, los musus y las sonrisas. Son los cafés y batidos, las tardes de diálogos sobre personajes que solo existen en forma de dibujo, son los remedios naturales para males de espalda.
Son todos esos detalles, esas pequeñas tiritas que te hacen seguir hacia delante, que te hacen sonreír en días de tormenta y comprobar que al pensar en todo eso, al imaginarte tan solo uno de esos detalles, ya no existe nube alguna en tu cabeza.
A veces sientes que todo se te junta, en forma de dolor físico y te preguntas que de existir un diós se estará riendo en ti o de no ser así, si solamente tenemos el destino, probablemente te equivocaste en el cruce donde se decidía el destino de la felicidad.
Estando en este momento puedes cerrar los ojos y esperar que el viento cambie de dirección o bien aprovecharte de los buenos momentos.
Pensar que entre las peores tormentas siempre quedan flores, que a pesar de todo aguantan.
Son esas conversaciones por preguntarte que tal el día, son esos momentos de martillo y gomaespuma, son las risas o las conversaciones sobre héroes de videojuegos convertidos en una carroza desastre o volver a disfrutar realmente con una película en el cine.
Aunque sin duda son los mimos, los musus y las sonrisas. Son los cafés y batidos, las tardes de diálogos sobre personajes que solo existen en forma de dibujo, son los remedios naturales para males de espalda.
Son todos esos detalles, esas pequeñas tiritas que te hacen seguir hacia delante, que te hacen sonreír en días de tormenta y comprobar que al pensar en todo eso, al imaginarte tan solo uno de esos detalles, ya no existe nube alguna en tu cabeza.
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