Otro año mas y ya he perdido la cuenta de los que han pasado desde da primera vez, hemos vuelto a las fiestas que cada Septiembre no podemos fallar.
Hace un año leí, que no son fiestas especiales, que no hay nada que reseñar y que sin embargo, siempre acaban con una sonrisa en la boca.
Creo que eso es cierto por la compañía, por las personas que acaban durmiendo entre esas cuatro paredes cada viernes o sábado de Septiembre.
Han pasado un montón de gente, algunos han repetido, la mayoría disfrutan de este fin de semana por primera vez y sin embargo, siempre que te pones este domingo a escribir sobre ello, encuentras un montón de cosas de las que hablar.
Recuerdas comparaciones de agujeros con el Rich, de irse a Paris, de chistes sobre Aliens y magos, de las aventuras del niño rayo o el niño nube, de lagunas o iglesias que se ven desde todos los lados menos cuando la buscas.
De granizados de desayuno, de bocatas para un regimiento, de pizzas que pican, de música de txoznas o conciertos de tocayos del pueblo.
Mil y un detalles que mañana aun te harán sonreír porque son estos momentos los que te hacen olvidar la semana, los que te hacen ver que lo que quieres lo tienes cerca y que las buenas noches no las hacen ni la música, ni los kalimotxos, ni los bares o las txoznas.
Las buenas noches las hacen las personas que las comparten contigo.
Hace un año leí, que no son fiestas especiales, que no hay nada que reseñar y que sin embargo, siempre acaban con una sonrisa en la boca.
Creo que eso es cierto por la compañía, por las personas que acaban durmiendo entre esas cuatro paredes cada viernes o sábado de Septiembre.
Han pasado un montón de gente, algunos han repetido, la mayoría disfrutan de este fin de semana por primera vez y sin embargo, siempre que te pones este domingo a escribir sobre ello, encuentras un montón de cosas de las que hablar.
Recuerdas comparaciones de agujeros con el Rich, de irse a Paris, de chistes sobre Aliens y magos, de las aventuras del niño rayo o el niño nube, de lagunas o iglesias que se ven desde todos los lados menos cuando la buscas.
De granizados de desayuno, de bocatas para un regimiento, de pizzas que pican, de música de txoznas o conciertos de tocayos del pueblo.
Mil y un detalles que mañana aun te harán sonreír porque son estos momentos los que te hacen olvidar la semana, los que te hacen ver que lo que quieres lo tienes cerca y que las buenas noches no las hacen ni la música, ni los kalimotxos, ni los bares o las txoznas.
Las buenas noches las hacen las personas que las comparten contigo.
1 Comentarios:
Yo era feliz hasta que me contaron el chiste del alien y el mago.
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