Todo debe tener un principio y un final, de lo contrario sería demasiado aburrido, demasiado indiferente e incluso autodestructivo.
Somos seres con fecha de caducidad borrada y por ello disfrutamos de todo presente mas que el pasado y menos que el futuro, cuando algo de eso falla...malo.
Por eso después de tres días de noches eternas, de madrugadas de cinco de la tarde, de ojeras veinteañeras cercanos a los treinta te das cuenta de cual es tu sitio.
Cual debe ser tu elección de dudas, tus intersecciones y sobre todo las guerras que no debes entrar o salir. Te das cuentas que la todo se mantiene, el odio, el amor, la amistad, son parte de algo continuo, una esencia única en la que tan solo se diferencian los elementos a mezclar.
Es una ecuación donde el resultado siempre es un número entero, a veces mas grande a veces mas pequeño dependiendo de las variables, pero un número a fin de cuentas.
Una vez te das cuenta de ello, disfrutas mas de las pizzas carbonara, de las resacas de Kalimotxo o compartir una cacerola de sopa con una única cuchara.
Tal vez sea la resaca acumulada, una edad nada acorde con la que se baraja en este sitio o el dar demasiadas vueltas a todo, yo que se, como escuche decir una vez "yo lo único que sé es que no sé nada"
Tal vez por eso he recuperado viejos lazos he roto otros que jamás debí crear y he mantenido algunos que estaban a punto de romperse.
¿Equivoco? no lo sé, no tengo ni puta idea de si me equivocaré otra vez, simplemente tengo la certeza que esta vez elijo yo, para ganar o perder, solamente el tiempo lo sabe y no me gusta ver la solución de los pasatiempos.
Renaciendo
Hace 9 años
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