4/15/2009

COSIENDO FUTUROS

Cosemos nuestros futuros, da igual que sea gracias a una rueca, a un telar o maquina de coser.
Incluso en muchas etapas de nuestra vida tenemos que coser a mano, sin dedal y pinchándonos a cada puntada, es el precio a pagar para ver acabado nuestro mural.
Elegimos los hilos, creemos que son los mejores, los mas resistentes y los que mas bonitos van a quedar o eso nos queremos hacer ver. Cosemos y cosemos sin parar y teniendo un dibujo en mente de como va a ser nuestra tapiz, de nuestra combinación de colores perfectas que harán que nos sintamos orgullosos.
Lamentablemente nada sale como tiene que ser y tal vez por estirar mucho el hilo se rompe y comienzan las calvas y los arreglos de última hora. Algunos se pueden arreglar, tan buenos algunos que ni se nota la ruptura, tan malos otros que el agujero se ve a kilómetros.
La única solución es tener buenos hilos, de esos que no se rompen por mucho que tires, por lo menos los suficientes para hacer los dibujos importantes del tapiz, aquellos que lo harán especial, esos creados por las relaciones que te marcarán como lo hacen las puntadas.
Será entonces cuando al acabar de coser y mirar lo que se ha convertido tu vida, descubrirás que habrá un millón de agujeros, mas grandes o mas pequeños pero sin importancia, porque lo realmente especial, lo realmente único es ese dibujo, es el creado con esos hilos en forma de personas enlazadas en tu memoria, que a pesar del tiempo han acabado formando esa figura eterna.

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SOLAMENTE UNA PIEZA...