La vida acaba siendo como una empresa y a veces hay que hacer un balance de situación, es algo que se nos olvida y es tan importante para saber como estas y si tienes deudas que pagar.
Es increible como acaba todo buscando un equilibrio, aunque raramente lo consigues. Como todo lo que haces y todo lo que recibes acaba siendo una forma equitativa o por lo menos no se separa tanto una parte de otra.
Todo tiene su pro y su contra.
Por ejemplo el pasado y remover sus cenizas, puede darte la oportunidad de joyas que perdiste por tu egoísmo, por tu falta de tacto y egocentrismo. Tal vez es porque en mi vida solo quedan buenas personas, esas que siempre miran en el prójimo y saben perdonar, esas que a pesar de pasar un mar y volver a su tierra acaban añorandote y perdonando lo que para la gente normal nunca lo haría.
Tal vez por ello esa conversación etílica, ese sueño de katxi y txozna que hace ya mas de un año surgió, podía haber acabado con Nepal como destino y sin embargo, acabaremos en el país del tango.
Aunque no todo es bueno, el pasado también remueve errores del pasado, de esos que hace mas de una década debieron acabar enterrados, de esos que nunca debió levantar ni la mas mínima duda o curiosidad. Sin embargo pruebas y descubres cuando ya es tarde que si por algo lo enterraste, si por algo cortaste ese hilo fue por algo importante.
Menos mal que tu cuerpo a veces es independiente y decide dejar de funcionar.
Has sido guardián de secretos, de lágrimas intimas, de dolor, de ira, de todas las cosas que envenenan.
Esos mismos venenos que tu has descargado en mayor o menor medida, en cada una de las fichas de tu ajedrez.
En especial en tres, una amarilla, una negra y una roja, tres fichas que han sufrido las mil y una guerras internas, las mil y unas batallas a corazón abierto que has perdido, que has ganado, que te han hecho recuperarte y perderte.
Esta vez en especial a la roja porque tenemos demasiado en común, porque a pesar de ser parecidos, muchas veces no entendí que eso no significa que seamos iguales y por ello, acabe viendo una enemiga donde solo debió haber un colchón para amortiguar los golpes de los recuerdos.
Seguramente con ella no he tenido los incendios mas salvajes, pero si los mas continuos y ahora todo a cambiado, todo es un espejismo de lo que fue, todo es un nuevo comienzo. Tal vez este es como debió comenzar, con mas ropa y menos acelerado, sin buscar, sin querer encontrar algo que se ha perdido y solo el tiempo te revolverá.
Todo busca su equilibrio, todo tiene dos caras, todo tiene dos finales.
Es un continuo caminar, subiendo al cielo cuando las cosas van viento en popa, cuando sientes que eres indestructible.
Bajando a los infiernos cuando las cosas no marchan, cuando tu cabeza no anda, tu corazón no late y solo te tropiezas, te caes y te vuelves a tropezar.
Son en esos momentos cuando te resulta demasiado difícil buscar el equilibrio, mientras intentas levantarte del suelo.
Me ha costado, pero finalmente he recordado la lección que el dolor me hizo olvidar. Intentar agarrarme a la gente importante en momentos en los que la balanza se tuerce para el mal lugar, son esos momentos que debo pensar con la cabeza, contar hasta diez y respirar.
Quizás es lo único que he sacado en claro de este juego de mascaras que es la vida.
Todo tiene su pro y su contra.
Por ejemplo el pasado y remover sus cenizas, puede darte la oportunidad de joyas que perdiste por tu egoísmo, por tu falta de tacto y egocentrismo. Tal vez es porque en mi vida solo quedan buenas personas, esas que siempre miran en el prójimo y saben perdonar, esas que a pesar de pasar un mar y volver a su tierra acaban añorandote y perdonando lo que para la gente normal nunca lo haría.
Tal vez por ello esa conversación etílica, ese sueño de katxi y txozna que hace ya mas de un año surgió, podía haber acabado con Nepal como destino y sin embargo, acabaremos en el país del tango.
Aunque no todo es bueno, el pasado también remueve errores del pasado, de esos que hace mas de una década debieron acabar enterrados, de esos que nunca debió levantar ni la mas mínima duda o curiosidad. Sin embargo pruebas y descubres cuando ya es tarde que si por algo lo enterraste, si por algo cortaste ese hilo fue por algo importante.
Menos mal que tu cuerpo a veces es independiente y decide dejar de funcionar.
Has sido guardián de secretos, de lágrimas intimas, de dolor, de ira, de todas las cosas que envenenan.
Esos mismos venenos que tu has descargado en mayor o menor medida, en cada una de las fichas de tu ajedrez.
En especial en tres, una amarilla, una negra y una roja, tres fichas que han sufrido las mil y una guerras internas, las mil y unas batallas a corazón abierto que has perdido, que has ganado, que te han hecho recuperarte y perderte.
Esta vez en especial a la roja porque tenemos demasiado en común, porque a pesar de ser parecidos, muchas veces no entendí que eso no significa que seamos iguales y por ello, acabe viendo una enemiga donde solo debió haber un colchón para amortiguar los golpes de los recuerdos.
Seguramente con ella no he tenido los incendios mas salvajes, pero si los mas continuos y ahora todo a cambiado, todo es un espejismo de lo que fue, todo es un nuevo comienzo. Tal vez este es como debió comenzar, con mas ropa y menos acelerado, sin buscar, sin querer encontrar algo que se ha perdido y solo el tiempo te revolverá.
Todo busca su equilibrio, todo tiene dos caras, todo tiene dos finales.
Es un continuo caminar, subiendo al cielo cuando las cosas van viento en popa, cuando sientes que eres indestructible.
Bajando a los infiernos cuando las cosas no marchan, cuando tu cabeza no anda, tu corazón no late y solo te tropiezas, te caes y te vuelves a tropezar.
Son en esos momentos cuando te resulta demasiado difícil buscar el equilibrio, mientras intentas levantarte del suelo.
Me ha costado, pero finalmente he recordado la lección que el dolor me hizo olvidar. Intentar agarrarme a la gente importante en momentos en los que la balanza se tuerce para el mal lugar, son esos momentos que debo pensar con la cabeza, contar hasta diez y respirar.
Quizás es lo único que he sacado en claro de este juego de mascaras que es la vida.
1 Comentarios:
Hay que tener cuidado que cada vez cuesta mas perdonar, no hay que confiarse...
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