Cada vez que veo ese anuncio me doy cuenta que esta equivocado, no, nosotros no necesitamos cuidarnos porque gracias a vete a saber qué nuestra generación fue la última que se se salvó del rodillo de la estupidez.
Sí, conozco a parchis, conozco lo que son las campas, los phosquitos y toda la bollería industrial saturada y una vida sin móviles.
Lo digo en serio, hubo un tiempo que no existían los móviles y había que usar una cosa, como se llamaba...¿Timbre? para saber si estaba o no en casa tus amigos.
Ahora todo se resume a palabras cortadas y llamadas para contar lo mucho que te has emborrachado el fin de semana.
Que decir tiene que yo me he mamado tantas veces que no recuerdo el número, pero aún así siempre intenté buscar un límite. Realmente no me gustaba que mis padres vieran que había estado perdiendo el tiempo y por ello intenté controlar el límite de no retorno.
Aunque no siempre lo controle, pero bueno eres joven y a veces son cosas que pasan.
No cuidábamos lo que comíamos o bebíamos y realmente eramos felices, no maquinas de perfección muscular y nulidad neuronal que tan solo sirve para intentar buscar bronca noche sí y noche también, entre raya y copa.
Es cierto que yo también he visto drogas, broncas y lo peor, he estado metido en alguna de ellas pero eran eso, una bronca. A veces recibías, a veces dabas pero siempre perdías, porque te sentías mal cuando lo hacías y mal cuando recibías.
Sin embargo ahora se saca pecho de sacudir veinte contra uno, las broncas acaban convirtiéndose en batallas campales y duran incluso meses.
Ya no existen los puñetazos, sino navajas y bates de béisbol que roban vidas como si fueran caramelos...pero son menores y realmente no saben lo que hacen.
El problema es que saben de sobra lo que hacen, están demasiado informados, demasiados crecidos, viven demasiado rápido y sin embargo están des educados.
Solo existen sus coches, sus trapicheos y su día a día.
Estoy de acuerdo que a los menores hay que protegerlos pero ya antes existían violadores, asesinos y todo tipo de hijos de puta. Si bien hay que darle todos los derechos del mundo pero sin duda hay que enseñarles que tienen obligaciones que parecen olvidar...sera cosa neuronal.
P.D. Creo que me he puesto algo abuelo cebolleta, no sé, será cosa de la edad jajaja.
Sí, conozco a parchis, conozco lo que son las campas, los phosquitos y toda la bollería industrial saturada y una vida sin móviles.
Lo digo en serio, hubo un tiempo que no existían los móviles y había que usar una cosa, como se llamaba...¿Timbre? para saber si estaba o no en casa tus amigos.
Ahora todo se resume a palabras cortadas y llamadas para contar lo mucho que te has emborrachado el fin de semana.
Que decir tiene que yo me he mamado tantas veces que no recuerdo el número, pero aún así siempre intenté buscar un límite. Realmente no me gustaba que mis padres vieran que había estado perdiendo el tiempo y por ello intenté controlar el límite de no retorno.
Aunque no siempre lo controle, pero bueno eres joven y a veces son cosas que pasan.
No cuidábamos lo que comíamos o bebíamos y realmente eramos felices, no maquinas de perfección muscular y nulidad neuronal que tan solo sirve para intentar buscar bronca noche sí y noche también, entre raya y copa.
Es cierto que yo también he visto drogas, broncas y lo peor, he estado metido en alguna de ellas pero eran eso, una bronca. A veces recibías, a veces dabas pero siempre perdías, porque te sentías mal cuando lo hacías y mal cuando recibías.
Sin embargo ahora se saca pecho de sacudir veinte contra uno, las broncas acaban convirtiéndose en batallas campales y duran incluso meses.
Ya no existen los puñetazos, sino navajas y bates de béisbol que roban vidas como si fueran caramelos...pero son menores y realmente no saben lo que hacen.
El problema es que saben de sobra lo que hacen, están demasiado informados, demasiados crecidos, viven demasiado rápido y sin embargo están des educados.
Solo existen sus coches, sus trapicheos y su día a día.
Estoy de acuerdo que a los menores hay que protegerlos pero ya antes existían violadores, asesinos y todo tipo de hijos de puta. Si bien hay que darle todos los derechos del mundo pero sin duda hay que enseñarles que tienen obligaciones que parecen olvidar...sera cosa neuronal.
P.D. Creo que me he puesto algo abuelo cebolleta, no sé, será cosa de la edad jajaja.
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