Prometo que será la última vez que hable de mi ombligo, han sido demasiadas líneas, tantas que ya incluso yo me he aburrido.
Creo que al fin vuelvo a encontrarme dentro de mi mapa y lo mas importante, no tengo miedo a continuar en el camino.
Tengo una deuda pendiente con la felicidad y creo que la voy a saldar con creces, sin remordimientos y sin pensar en disfrutar, sino simplemente en disfrutar.
Tengo en mi Este a alguien que me ha enseñado a sentir, de color rojo como el sol y tan cálida que ha conseguido derretir la barrera que me auto impuse por estupidez y miedo.
En mi Izquierda tengo a mi bufón preferido, el único que no me juzga aunque haga las mayores estupideces del mundo. Silencio compañero de luto y conversador incansable en la resurrección de un corazón roto y una cabeza demasiado loca como para pensar mas allá del respirar.
El norte necesita ser mi cabeza y para ello tengo a mi estudiante preferida de psicología, tan metódica que a veces me sorprende y sin embargo me pregunta por mi corazón y mi cabeza cada una de las veces que me he internado por las mala sombra.
En cuanto al sur siempre estará la sangre, es decir mi viejos y todas aquellas figuras que han formado parte de mi educación, de mi amor y todo el pasado en el que mi familia cuidó de mí.
El norte me dirá a donde ir cuando tenga dudas.
El este me acogerá con el cálido beso de su sonrisa y me ha hecho recuperar cada uno de los latidos que creí olvidados en mi corazón.
El oeste me intentará tirar hacia la izquierda, siempre hacia la izquierda, entre sonrisas y ganas de saber que la amistad se puede resumir en algo tan simple como esa mirada, de cara de tez oscura, perilla revolucionaria y ojos siempre vivos.
El sur siempre quedará el recuerdo, saber de donde vienes y a donde vas, sin olvidar que cada uno de los pasos a seguir, siempre tienen un sentido porque darlos.
Por eso nunca perdonaré y menos olvidar si alguien hace daño a alguno de mis puntos, si alguno de mis puntos sufre yo sufriré y como he dicho, estoy bastante harto de sufrir.
Me da igual que sea psiquicamente, física o emocionalmente, simplemente jamás perdonare y menos olvidaré.
No es una amenaza es una declaración de intenciones y como tal es mejor avisar que lamentar, porque ellos me hacen andar y sin ellos volvería a caer.
A su lado se juntarán mas personas, mas cercanas y lejanas y se acercarán al punto que mas les guste parecerse. Algunas quedarán atrás a otras las dejaré yo porque como en todo, nada dura para siempre pero sin duda mis cuatro puntos los quiero cerca de mí por mucho tiempo.
Tanto como para andar y caer para volver a levantar, para seguir adelante y poder viajar a visitar a una amiga a miles de kilómetros en avión o internarme en mi cabeza para escribir de nuevo algo que solo mi cabeza se imagina.
Esto es lo que quiero y esto es lo que tendré......todo lo demás sobra sino se resume en felicidad.
Creo que al fin vuelvo a encontrarme dentro de mi mapa y lo mas importante, no tengo miedo a continuar en el camino.
Tengo una deuda pendiente con la felicidad y creo que la voy a saldar con creces, sin remordimientos y sin pensar en disfrutar, sino simplemente en disfrutar.
Tengo en mi Este a alguien que me ha enseñado a sentir, de color rojo como el sol y tan cálida que ha conseguido derretir la barrera que me auto impuse por estupidez y miedo.
En mi Izquierda tengo a mi bufón preferido, el único que no me juzga aunque haga las mayores estupideces del mundo. Silencio compañero de luto y conversador incansable en la resurrección de un corazón roto y una cabeza demasiado loca como para pensar mas allá del respirar.
El norte necesita ser mi cabeza y para ello tengo a mi estudiante preferida de psicología, tan metódica que a veces me sorprende y sin embargo me pregunta por mi corazón y mi cabeza cada una de las veces que me he internado por las mala sombra.
En cuanto al sur siempre estará la sangre, es decir mi viejos y todas aquellas figuras que han formado parte de mi educación, de mi amor y todo el pasado en el que mi familia cuidó de mí.
El norte me dirá a donde ir cuando tenga dudas.
El este me acogerá con el cálido beso de su sonrisa y me ha hecho recuperar cada uno de los latidos que creí olvidados en mi corazón.
El oeste me intentará tirar hacia la izquierda, siempre hacia la izquierda, entre sonrisas y ganas de saber que la amistad se puede resumir en algo tan simple como esa mirada, de cara de tez oscura, perilla revolucionaria y ojos siempre vivos.
El sur siempre quedará el recuerdo, saber de donde vienes y a donde vas, sin olvidar que cada uno de los pasos a seguir, siempre tienen un sentido porque darlos.
Por eso nunca perdonaré y menos olvidar si alguien hace daño a alguno de mis puntos, si alguno de mis puntos sufre yo sufriré y como he dicho, estoy bastante harto de sufrir.
Me da igual que sea psiquicamente, física o emocionalmente, simplemente jamás perdonare y menos olvidaré.
No es una amenaza es una declaración de intenciones y como tal es mejor avisar que lamentar, porque ellos me hacen andar y sin ellos volvería a caer.
A su lado se juntarán mas personas, mas cercanas y lejanas y se acercarán al punto que mas les guste parecerse. Algunas quedarán atrás a otras las dejaré yo porque como en todo, nada dura para siempre pero sin duda mis cuatro puntos los quiero cerca de mí por mucho tiempo.
Tanto como para andar y caer para volver a levantar, para seguir adelante y poder viajar a visitar a una amiga a miles de kilómetros en avión o internarme en mi cabeza para escribir de nuevo algo que solo mi cabeza se imagina.
Esto es lo que quiero y esto es lo que tendré......todo lo demás sobra sino se resume en felicidad.
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