12/18/2007

UN NIÑO ALGO HIJOPUTILLA

Pensando en las cosas que hice cuando era un crío me doy cuenta que la verdad no fui un santo, ni siquiera un angelito que digamos.
Mi amama dirá que era travieso, mi tía que movidito y mi ama tal vez que demasiado nervioso, pero pensándolo seriamente yo me calificaría en hijoputilla sin mala intención.
La verdad es que todos tenemos mil y una historias que contar sobre nuestra niñez, pero como este blog es mio pues contaré las mías.
Mis mayores logros comenzaron en parbulario, donde creo que llegaron a echarme o por lo menos invitaron a mis aitas a que me cambiaran de sitio.
Digamos que ponerte en la puerta del recreo 5 minutos antes que acabara y dar toñejas a los demás niños, para montar la orquesta sinfónica de lloros en mitad de la clase, fue uno de mis logros.
Otra por ejemplo fue escaparme cruzando medio pueblo con otro compañero de fuga y emulando "la gran evasión" huir de la profesora para acabar tirándola a una charca.
Luego puede estar mi pronta adicción a los estupefacientes, ya que con la corta edad de dos años me dió por esnifar lejía, lo que me llevó al hospital de cabeza.
Tambien tenemos el echo de autoperderme durante 3 horas en un centro comercial de Torrevieja, sin que me importara lo mas minimo el nerviosismo de mis padres.
Tan solo me encontraron gracias a que una señora de la limpieza se dió cuenta que le había robado su cubo para jugar con el agua.
Recordando me miro a mi muñeca y recuerdo aquella vez que meé a mi prima en la cabeza, con la que ahora gracias a dios me llevo de cojones y acabé atravesandome la muñeca con un cristal.
Si es que echar la vista atras te hace recordar un millón de animaladas, roturas, golpes en la cabeza, heridas, manchones.......y sin embargo jamás cambiaría nada de todo aquello, mas que nada, porque creo que fue en aquel tiempo donde aprendí a levantarme después de darme una buena ostia.

1 Comentarios:

Alazne dijo...

Jajajajaja, si es que lo tuyo no tiene nombre! lo de mearle a tu prima y la lejía ya lo conocía, pero lo demás... jajajajajaja, es que me parto! y eso que estoy medio sopa, por no decir, completamente sobada.
Vaya, al leer tus peripecias me he dado cuenta que mi infancia ha sido demasiado tranquila, o la tuya demasiado movida, una de dos, jaja. Bueno, yo también acabé en el hospital en varias ocasiones, eee! pero claro, ahora que lo pienso... no tiene ni punto de comparación, más que nada porque lo tuyo era de hijoputilla, y lo mío... de pura torpeza... je!

Mañana leo lo nuevo del chico sin nombre, que ahora toi que me caigo de sueño, pozi, soy una marmota, ¡y a mucha honra! jeje.

Me alegro que te hayan gustado las fotos! jajajajajaja, entonces... no soy tan friki? jajajajaja


SOLAMENTE UNA PIEZA...