12/12/2007

OTRO TROCITO

En aquel autobús llegó a la ciudad, un lugar fascinante y multicolor para un joven que no había visto nada mas que unas pocas vacas, hierba y arboles. Porque el que es de pueblo, de pueblo sería daba igual lo mucho que viajase.
Tan pronto como pisó la primera calle todo lo fascino, las tiendas, los coches, el ruido y el andar frenético de las gentes lo cautivo. Tanto, que ni se enteró cuando le robaron la cartera con todo su dinero.
Aquello lo entristeció, pero como buen joven de recursos, comenzó a pensar que ya se las apañaría para volver cuando hubiese recuperado su nombre.
Llegó hasta la puerta del teatro, que Aron amablemente, le había dibujado en un pequeño mapa de papel.
Como no tenía dinero tuvo que esperar que la función se terminase y así poder hablar con aquel misterioso hombre de traje y corbata.
Solamente para llevarse otra desilusión.
Aquel hombre no era el que buscaba, puesto que este se dedicaba a cambiar nombres, no a darlos ni devolverlos. No podía ayudar al joven ya que sin nombre que cambiar no podía solucionarle el problema.
El joven no supo que hacer, sin dinero, ni nombre solo y perdido en aquella ciudad sin nada mas que lo que su pequeña maleta podía acaparar.
Aquello pareció hacer mella en el trajeado hombre y diciéndole que pocos se dedicaban al negocio de los nombres, le ofreció un puesto de ayudante para su gira por el país. Le dijo que si iba con él tarde o temprano alguien le daría una pista sobre donde podía estar el "ladrón de nombres".
El joven sin nada mas que perder decidió acompañar a aquel extraño artista y con su eterna sonrisa en su boca, decidió continuar su viaje.

1 Comentarios:

Txino dijo...

Mas madera mi capitán, mas maderaaaaaa!!!!!!!


SOLAMENTE UNA PIEZA...