3/08/2011

CLAVOS, TORNILLOS Y PLANOS

La verdad es que no se como y sobre todo, no se porque siempre acabo montando muebles ajenos. No es que me engañen, que eso sería normal, sino que me ofrezco voluntario una y otra vez, sin saber decir que no.
Tal vez sea porque de txiki era el mayor desastre en manualidades, siempre con los dedos pegados con pegamento, explotando arcilla en el horno o incapaz de cortar por la línea de puntos.
Os diría que era rebeldía, mi forma de luchar contra el sistema de poder que imponían los profesores...en realidad, era porque soy la persona mas patosa que ha parido madre.
Igual es por eso, porque al mirar las instrucciones de un flamante mueble de IKEA, y comprobar que están hechas para estúpidos, me alegra atornillar maderas y clavar clavos sabiendo que al final vas a conseguir montar algo con tu sudor y sacrificio.
Eso en teoría.
En la practica, a veces te sobran piezas o faltan tornillos. Tienes que hacer un esfuerzo sobrehumanos para que todo cuadre (Sobrehumano porque al final lo decides cuadrar a la vieja usanza...POR COJONES). Escuchas las maderas crujir y rezas porque todo no acabe convirtiéndose en una trampa mortal. Miras las instrucciones, le das la vuelta y las vuelves a mirar sin mucho éxito.
Es entonces cuando te juegas todo a una última carta y decides dejarlo todo en mano de la intuición. Pero generalmente como la mayoría de las cosas en esta vida, eso tampoco funciona y finalmente, cierrar los ojos y acabas el trabajo sin siquiera mirar el resultado.
Lo sorprendente de esta historia es que todo ha quedado medianamente bien con esta tecnica de "ojos que no ven corazón que no siente", bueno no del todo bien, tengo una espina clavada en mi nueva vocación de montador.
El zapatero del infierno.
Y eso que cuando entras en la tienda de lo suecos esos, lo ves a lo lejos, con una puerta desmontada y caída, que no augura nada bueno.
Pero eso a ti te da igual, estas crecido después de crear con tus manos una cama, una cómoda y una estantería y piensas ¿Que es para mí un simple e insignificante zapatero?
Cuando lo compras y llegas a casa con el bulto, te das cuenta de tu error.
Al principio va bien, pero lentamente todo se empieza a torcer y cuando compruebas que es imposible meter el agujero "machausen" el tornillo "Kolm" es cuando comprendes que la has cagado.
Entoces lo intentas, cierras los ojos y dejas a tu instinto fluir...e incluso usas la táctica del POR COJONES que tanto éxito a logrado en anteriores ocasiones.
El resultado es una astilla en el dedo, una mala ostia de la leche y tu ego de perfecto creador, destruido por un simple zapatero.
Por eso la lección de hoy es...si vais al IKEA y veis algo expuesto que NO esta perfectamente montado...JAMÁS LO COMPREIS, porque ni los suecos saben como diablos se monta.

2 Comentarios:

Txino dijo...

En el fondo sabes que el zapatero del infierno sueco si que tenía solución, y esa si que era: por mis cojones! jajajajajaja

Anónimo dijo...

ayssss....mi mueble de la tele...me lo vas hacer serrin...!!!jejeje


SOLAMENTE UNA PIEZA...