10/08/2010

VIVIR TRINCHERA ADENTRO

Creo que desde pequeños aprendemos que es mejor esconder la cabeza que recibir las ostias que nos pueden venir por asomarla.
Es algo innato, tal vez por herencia genética y complaciencia de nuestros progenitores cuando nos permiten llamar MI CUARTO a una parte de SU CASA.
Es esa aureola de falsa propiedad la que nos hace fuertes y sin embargo, nos convierte a la larga en seres débiles y con el miedo al cambio tatuado en nuestras pupilas.
Puede que nos la demos de rebeldes o incluso de inconformistas y sin embargo, corremos como pollos sin cabeza a la trinchera que nos ofrece nuestros padres cuando algo se tuerce.
Son padres y como tales siempre estarán ahí, observando en silencio para que no te metas en un callejón sin salida y dispuestos a sacarte las castañas del fuego a cada amago de incendio.
Tal vez por eso, por esa seguridad y comodidad nos cuesta tanto volar y vivir para bien o para mal, nuestras propias vidas, crear nuestros sueños y sufrir nuestras desilusiones.
Con el paso del tiempo esa sensación de tener la situación controlada nos absorbe en otros aspectos de nuestras vidas.
Aguantamos los mil y un bombardeos al corazón en una madriguera, que lejos de ser acogedora, parece sacada del mismo infierno.
Inundada por nuestras lágrimas, quemadas por nuestra ira y sobre todo, heladas por la indiferencia de no sentir lo que nuestro corazón quiere sentir.
Pero aun así aguantamos porque nos horroriza volver al exterior y tener que buscar o dejarse que te encuentre, esa persona que realmente haga tu agujero mucho mas confortable.
Sin embargo en el exterior también puedes volver a cruzarte con los lobos y como buena caperucita roja, a veces alguno te engañará con una dulce sonrisa para después devorarte en una cama.
La vida es así y hay que vivirla como viene, sin dar un paso atrás, pero sin confiarse en poder domarla.
Ella es una amante cruel, fría cuando te acomodas, caliente cuando juegas a su juego y sobre todo cruel cuando dicta el final del tiempo.

Por eso, esta entrada esta dedicada a todos aquellos que siguen viviendo fiel a su viento y sobre todo, para aquellos que tienen miedo para hacerlo.

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

…y la canción???


SOLAMENTE UNA PIEZA...