Otro día que llega y yo sin poder soñar, esto no es inspiración, no son las musas lo que me hace escribir una nueva entrada en el blog. Es simplemente el aburrimiento de estar dando demasiadas vueltas en una cama que cada día me parece mas grande para dormir en soledad.
Tal vez me miento al pensar que debo dibujar una sonrisa y pensar que mañana le echare un par de huevos a la vida, que la mirare a la cara y perderé la vergüenza a respirar mas alto que un murmuro.
No sé sí es eso lo que me hace no poder dormir o tal vez, simplemente sea que mi cuerpo ya se ha cansado de pelear contra una cabeza que ha dejado de estar loca, que ahora piensa demasiado lo que hará o lo que debería haber hecho.
Es igual cuantas veces me intente creer mis mentiras, porque aun busco en un nombre en un buscador que nunca quise volver a encontrar y sin embargo busqué como el aguijón de un escorpión.
Eso hace que escriba, que devore minutos de sueño que nunca podré aprovechar para buscar un descanso que sé que necesito.
Las cinco y media de la mañana menos cinco minutos y aun no entiendo porque no puedo encontrar algo tan fácil como una mirada complice, como un beso apasionado o un futuro sin pasado.
No entiendo como puede ser tan difícil buscar un buenos días con los ojos lleno de legañas o un "Te quiero" dibujado en el fondo de un café con leche.
Tal vez sea el frío de mis pies o lo caliente de mi cabeza, o ya no no sé que coño puede ser esta enfermedad sin diagnostico ni antibiótico con que tratarla.
Estoy rodeado y sin embargo solo, lleno de un vacío que a veces me hace quedarme mirando por la ventana, cigarro en mano, viendo pasar el tiempo como las vacas ven pasar a los trenes.
Igual es la nostalgia de la emoción que tenía hace un año por estas fechas y el calor que me esperaba al otro lado del charco o quizás que he perdido las ganas de golpearme contra muros de moral y noches de pasión loca.
Seguramente hay veces que esa estúpida creencia de saber muchos secretos de la vida, me ha hecho perderme grandes lecciones cuya última convocatoria pasó hace ya demasiados años.
Quizás busco una utopía, una sombra de esas que te dice todo el mundo que ya llegará y sin embargo pasan los años y no llega. Ese espejismo que dicen te hace poner esa sonrisa estúpida con la que duermes como un puto lirón durante las ocho horas reglamentarias y así, no convertirte en un muerto viviente la mañana siguiente.
Las seis menos veinte, un cuarto de hora menos y unas líneas estúpidas de mas, párrafos que no llevan a ningún lugar mas lejos, que este pequeño muro de los lamentos de borrones llenos de silencios.
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