4/21/2010

PARA MI COMPADRE

A veces cuando hablas de alguien especial sientes que la vas a cagar con cada una de las palabras que vas a intentar dedicar.
La complejidad de las relaciones, sobre todo cuando son íntimas, hace que las palabras se resistan a salir y describir algo basado en sentimientos y que queda lejos de la fría razón.
Este es un caso de esos.
Piensas por donde empezar, por donde explicar como en dos años has tenido un compañero a quien no parabas de decir que le odiabas por tu boca, cuando tanto tú como él, sabe que es cariño lo que te ha llenado cada uno de tus minutos oscuros.
Es difícil resumir los gritos a la luna de las madrugadas, las noches que intentamos robar y que el sol nos recordó que no se puede secuestrar a su amante nocturna.
Trileros de barra y txozna, así me gustaría recordarnos, como dos sinvergüenzas que jugaban a saber donde estaba la bolita de la buena suerte.
Trileros de mochila, carretera y sueños.
Siempre los sueños como motor de movimiento, de sentimiento, de razonamiento. De sueños realizados, utopías que a pesar de saber que no se pueden alcanzar jamás nos causaremos de perseguir.
Años de mear en la calle del fin del mundo, rebeldía de un alma joven a pesar de la cana y las treinta primaveras. A borracheras en el puto último punto del hemisferio sur para rozar durante unas risas la libertad.
Se que ahora esta mal y como a mí a veces le cuesta mas hablar que escribir, porque aunque sea un quejica patológico, siempre lo hace con esa particular ironía del inconformista, bueno siempre no, solo si sobre lo que se queja no es realmente trascendente.
Somos mendigos del amor y sin embargo no perdemos la sonrisa, el buen rollo y las ganas de no buscar un camino fácil para no perdernos el paisaje.
Patosos a golpes y sangre, a heridas y sonrisas de niño con una travesura en la cabeza.
Bufones de sonrisa de corazón, de estupidez sana en la que no hay critica, sino complicidad.
Debatientes cabezones como una pared de granito cuando buscamos un tema sobre el que pelear, da igual que sea algo tan irracionar como una copa de vino.
Por eso se que ahora no esta bien, ahora que le ha tocado sentir y sufrir las caras B de esta puta vida, como hace pocos meses la sentí yo.
No habrán palabras, nunca las ha habido, simplemente letras que no dirá que ha leido y sin embargo sé que lo hará, porque tanto el como yo hemos aprendido a conocer a nuestro vecino de al lado.
Tan solo recordarle que pase lo que pase seguiremos con la sonrisa pegada a la boca, somos estúpidos, somos idiotas, pero sobre todo somos felices aunque sea de forma intermitente.
Es cierto que tengo mas compadres y comadres, de esas que marcan un trozo de tu pecho como un tatuaje.
Sin embargo ha sido con el con quien iré de nuevo al fin del mundo.
Por eso tan solo estas líneas estúpidas de un estúpido que se confunde, que no sabe hablar, que se avergüenza como un tomate, que no sabe escribir sin darle una patada al diccionario.
Este humano imperfecto al que tanto has arropado cuando tenía días negros, al que tanto has gritado cuando me cegaba el mal camino, te dedica estas palabras a ti, solo a ti, porque aunque nunca acabes de creertelo, vales mas de lo que jamás admitirá tu negativa cabeza.
Porque las puñaladas del día a día duelen como si se te fuera la vida en ello, mas aún si esa cuchillada va dirigida a alguien cercano por eso, aunque no te apetezca yo intentaré sacarte esa sonrisa.
Esa estúpida sonrisa que nos enseña a esquivar y no dejar que la vida nos mate.

Va por ti compadre.



e=

4 Comentarios:

Unknown dijo...

Eso es amistad!!!!

En los malos momentos se ve quien es tu verdader@ amig@.

Xiberu.

Anónimo dijo...

Estoy segura de que lo leera y le hara ilusion.
Un muxu para los dos!

Anónimo dijo...

La vida te pone en guardia,te enseña,te guia...pero en un momento dado te fusila.....y con tanto dolor mueres en vida....pero todo sorprende y todo nos ilumina, porque los problemas cuando hay solucion no son problemas.muaaaaaaaaaaaaa

Txino dijo...

Pues increíblemente entre copa y copa y entre sueño y sueño en algún momento aprendí a leer, imagino que sabiendo que en el a veces inquietante, otras veces ilusionante y casi siempre complicado guión de la vida, el que escribe se permite de vez en cuando una pausa para que contemples por un momento el camino y te sientas orgulloso, no de los pasos dados, sino de la gente con la que has estado caminando.
Ya sabes que la sonrisa no se borrará de mi cara por mucho que pueda doler a veces el presente, y no lo hará recordando el camino pasado, sino para que nunca nos coja llorando el futuro, sino con una copa en la mano, la luna en la retina, mil sueños en la cabeza, una canción en los labios y siempre, pase lo que pase, un amigo de verdad a nuestro lado.


SOLAMENTE UNA PIEZA...