4/28/2010

EL PLACER DEL DOLOR

A veces sentimos la necesidad de mutilar nuestro cuerpo ya sea con agujas o emocionalmente.
Es algo incompresible, casi sádico, la forma que asumimos unos dolores y otros en cambio nos hace llorar.
Es una ambigüedad tan inútil como incoherente y sin embargo las hacemos una y otra vez como una jodida adicción.
Tal vez es nuestra forma de sentirnos vivos, de elegir nuestro sufrimiento y luego exhibir nuestras cicatrices con falsa modestia.
Tal vez es nuestra forma de controlar las cosas incontrolables, las cosas que nos dan miedo, que nos duelen y poder así intentar dar un reves a la imprevisible vida.
Es algo raro, siempre lo ha sido pero como todo, creo que tiene un motivo, un secreto que guardamos en cada uno de nuestros milímetros de tinta, de nuestros pendientes o nuestros cortes de pelo fuera de lo común.
Nuestras pequeñas, particulares e intimas salidas de un tiesto en el que nunca quisimos ser plantados.

0 Comentarios:


SOLAMENTE UNA PIEZA...