Te pasas un buen tiempo de tu inoperante vida buscando las cosas que te han acompañado a lo largo de tu vida.
En el caso de los viajes se trata de tu gorra de la suerte, bueno tampoco es de la suerte pero es la que te ha acompañado cada vez que has saltado el charco.
La buscas mientras te estrujas la cabeza en recordar donde la has dejado y por supuesto, no te acuerdas ni por asomo.
Entonces se te ocurre mirar hacia arriba y descubres que ha estado allí todo el tiempo, en una balda encima de tu cabeza como mirándote en silencio como te volvías loco.
Esa búsqueda te hace recordar un detalle sin importancia...¡¡NO SABES DONDE ESTA TU PASAPORTE!!
Otra vez a hacer trabajar a la neurona.
La buena noticia es que esta vez parece recordar donde está, escondido en el baúl de lo recuerdos desde hace dos años.
La mala es.....LLEVA CADUCADO CASI AÑO Y MEDIO.
Se encienden las alarmas y por supuesto toca madrugar, comerte el frío y poner cara de perrito abandonado porque te presentas en una comisaria, sin número y sin estar detenido.
Te toca lidiar con un señor agente que podía haber sido perfectamente uno de los hombres de Paco, intentas explicarle tu caso, intentas que comprenda que te quedan menos de 48 horas para viajar, que te van a matar o cualquier cosa para que se apiade de ti.
Lástima que sea una perfecta máquina de la autoridad.
Viendo que intentar ablandarle el corazón no surge efecto, decides cambiar de táctica e intentar que sufra un cortocircuito.
Empiezas a usar palabras raras y hablar a toda velocidad para que no le de tiempo a procesar todo lo que sus oídos están escuchando.
Finalmente tu discurso sin sentido da sus frutos y no sabes si por insistencia o porque su cabeza ha saturado de deja entrar y hacer el maldito pasaporte.
Ya mas tranquilo vuelves a casa con ese cacho de papel con tu foto, como si de un cartel de SE BUSCA se tratase.
Y realmente pareces un delincuente pero te da igual porque vuelves a poder viajar con tu gorra.
Piensas que las personas tal vez se parecen demasiado a ese cacho de papel con tu foto, son como países que conoces o te expulsan.
Algunos son de esos que nunca acabas de conocer. Esas personas en las que estás acostumbrada a conocer de hotel y llegado el momento, decides coger la mochila recorriéndolo libre, sin límites y sin miedos.
Vale que igual no hay tantas sonrisas de comodidad pero todo es mas personal, mas esencial y sobre todo con menos aduanas.
Luego hay las personas que te echan de su vida, expulsado como un apestado y con el título de "non grato" como sello.
Están las que te dejan entrar pero que te ponen fecha de vencimiento de tu visado.
O simplemente las que como no cumples sus exigentes normas de aduanas ni siquiera te dejan pisar tierra.
Con todas esos países-personas es mejor pasar de largo, porque si algo tengo claro que al igual que con el mundo y los países, existen millones de buenas personas que te sellarán tu pasaporte.
La canción viendo el lugar para lo que necesitaba el pasaporte y este día de locos era fácil de elegir.
¡¡A DISFRUTAR!!
En el caso de los viajes se trata de tu gorra de la suerte, bueno tampoco es de la suerte pero es la que te ha acompañado cada vez que has saltado el charco.
La buscas mientras te estrujas la cabeza en recordar donde la has dejado y por supuesto, no te acuerdas ni por asomo.
Entonces se te ocurre mirar hacia arriba y descubres que ha estado allí todo el tiempo, en una balda encima de tu cabeza como mirándote en silencio como te volvías loco.
Esa búsqueda te hace recordar un detalle sin importancia...¡¡NO SABES DONDE ESTA TU PASAPORTE!!
Otra vez a hacer trabajar a la neurona.
La buena noticia es que esta vez parece recordar donde está, escondido en el baúl de lo recuerdos desde hace dos años.
La mala es.....LLEVA CADUCADO CASI AÑO Y MEDIO.
Se encienden las alarmas y por supuesto toca madrugar, comerte el frío y poner cara de perrito abandonado porque te presentas en una comisaria, sin número y sin estar detenido.
Te toca lidiar con un señor agente que podía haber sido perfectamente uno de los hombres de Paco, intentas explicarle tu caso, intentas que comprenda que te quedan menos de 48 horas para viajar, que te van a matar o cualquier cosa para que se apiade de ti.
Lástima que sea una perfecta máquina de la autoridad.
Viendo que intentar ablandarle el corazón no surge efecto, decides cambiar de táctica e intentar que sufra un cortocircuito.
Empiezas a usar palabras raras y hablar a toda velocidad para que no le de tiempo a procesar todo lo que sus oídos están escuchando.
Finalmente tu discurso sin sentido da sus frutos y no sabes si por insistencia o porque su cabeza ha saturado de deja entrar y hacer el maldito pasaporte.
Ya mas tranquilo vuelves a casa con ese cacho de papel con tu foto, como si de un cartel de SE BUSCA se tratase.
Y realmente pareces un delincuente pero te da igual porque vuelves a poder viajar con tu gorra.
Piensas que las personas tal vez se parecen demasiado a ese cacho de papel con tu foto, son como países que conoces o te expulsan.
Algunos son de esos que nunca acabas de conocer. Esas personas en las que estás acostumbrada a conocer de hotel y llegado el momento, decides coger la mochila recorriéndolo libre, sin límites y sin miedos.
Vale que igual no hay tantas sonrisas de comodidad pero todo es mas personal, mas esencial y sobre todo con menos aduanas.
Luego hay las personas que te echan de su vida, expulsado como un apestado y con el título de "non grato" como sello.
Están las que te dejan entrar pero que te ponen fecha de vencimiento de tu visado.
O simplemente las que como no cumples sus exigentes normas de aduanas ni siquiera te dejan pisar tierra.
Con todas esos países-personas es mejor pasar de largo, porque si algo tengo claro que al igual que con el mundo y los países, existen millones de buenas personas que te sellarán tu pasaporte.
La canción viendo el lugar para lo que necesitaba el pasaporte y este día de locos era fácil de elegir.
¡¡A DISFRUTAR!!
0 Comentarios:
Publicar un comentario