Cuando hablamos del corazón generalmente lo confundimos con el amor, y eso, es un insulto para el órgano mas importante del cuerpo humano.
Es nuestro motor, nuestra fuente de vida. Cada uno de sus latidos son los que nos hace caminar, respirar, ver o cualquier otra función que pienses que tu cuerpo puede realizar, esta presente el corazón.
En cuanto al ámbito sentimental el corazón es mucho mas que el amor, mucho mas grande y potente como para resumirlo en cuatro letras.
El corazón puede ser tan grande como el de un gigante, tan potente que la gente de tu alrededor lo sientan o tan pequeño que piensen que no late nada dentro de tu pecho.
Puede ser blanco y puro como el de un niño, inocente, demasiado impoluto para un mundo lleno de polución.
Los hay cobardes, que se esconden ante la injusticias, que sienten que sino se les oyen nadie podrá herirlos. Por contra los valientes se levantan a cada injusticias, sufrirán mil y una heridas pero aun así siempre serán indomables.
Algunos decididos con latidos rítmicos, marcando su ritmo y con la idea clara sobre la cantidad de sangre que quiere bombear, o por el contrario, existen los arrítmicos aquellos que dudan a cada segundo y nunca sabrán que ritmo les conviene.
La verdad que todos ellos son corazones, algunos mejores otros peores, pero todos bombean a fin de cuentas.
Por eso debemos escuchar a nuestro corazón que nos dice, conocerlo y saber como es para saber actuar, porque de lo contrario, como cantaba Chaouen, tendremos que decir que se calle o esperar que explote.
Tan solo recordar que siempre será mejor ser un poco tonto y tener un gran corazón que ser un superdotado y ser un bastardo sin corazón.
Es nuestro motor, nuestra fuente de vida. Cada uno de sus latidos son los que nos hace caminar, respirar, ver o cualquier otra función que pienses que tu cuerpo puede realizar, esta presente el corazón.
En cuanto al ámbito sentimental el corazón es mucho mas que el amor, mucho mas grande y potente como para resumirlo en cuatro letras.
El corazón puede ser tan grande como el de un gigante, tan potente que la gente de tu alrededor lo sientan o tan pequeño que piensen que no late nada dentro de tu pecho.
Puede ser blanco y puro como el de un niño, inocente, demasiado impoluto para un mundo lleno de polución.
Los hay cobardes, que se esconden ante la injusticias, que sienten que sino se les oyen nadie podrá herirlos. Por contra los valientes se levantan a cada injusticias, sufrirán mil y una heridas pero aun así siempre serán indomables.
Algunos decididos con latidos rítmicos, marcando su ritmo y con la idea clara sobre la cantidad de sangre que quiere bombear, o por el contrario, existen los arrítmicos aquellos que dudan a cada segundo y nunca sabrán que ritmo les conviene.
La verdad que todos ellos son corazones, algunos mejores otros peores, pero todos bombean a fin de cuentas.
Por eso debemos escuchar a nuestro corazón que nos dice, conocerlo y saber como es para saber actuar, porque de lo contrario, como cantaba Chaouen, tendremos que decir que se calle o esperar que explote.
Tan solo recordar que siempre será mejor ser un poco tonto y tener un gran corazón que ser un superdotado y ser un bastardo sin corazón.
P.D. Podrían acusarme.... ¿TE SUENA TXINO? jajaja.
1 Comentarios:
Muerete!
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