La verdad es que a veces se necesita volver hacia atrás, un pasito para poder ver y disfrutar de lo que venga en un futuro.
Es volver a los orígenes, volver a algo tan básico como no tener un plan de ruta a las 10 de la noche, no saber a donde mirar y montarlo todo en una mezcla de caos, desorden y felicidad que existía años atrás, años sin preocupaciones ni miedo al futuro.
Así acabas como acabas en las fiestas de un barrio viendo un grupo de viejos punkis y grandes éxitos como "Mama le ha cortado la cabeza a papa".
Fue una fiesta llena de pasados remotos, de versiones imposibles y un espectaculo andante en forma de grupo "Puck-Rock-Pachanga total".
De esos grupos que jamás pagarías ni un euro por verles en una sala, pero que sin embargo disfrutas en cada fiesta que les ves porque en esencia, las fiestas se banas en el buen rollo y las conversaciones locas que surgen a lo largo de una noche eterna mientras dura.
Luego llegaron los momentos de evasión de cuarentonas, de ir de la manita y oír a los arboles hablar antes de llegar a casa y conversar con el señor manopla.
En fin que los domingos la fluidez suele ser nula así que mejor dejarlo aquí con un gran éxito de ayer.
Es volver a los orígenes, volver a algo tan básico como no tener un plan de ruta a las 10 de la noche, no saber a donde mirar y montarlo todo en una mezcla de caos, desorden y felicidad que existía años atrás, años sin preocupaciones ni miedo al futuro.
Así acabas como acabas en las fiestas de un barrio viendo un grupo de viejos punkis y grandes éxitos como "Mama le ha cortado la cabeza a papa".
Fue una fiesta llena de pasados remotos, de versiones imposibles y un espectaculo andante en forma de grupo "Puck-Rock-Pachanga total".
De esos grupos que jamás pagarías ni un euro por verles en una sala, pero que sin embargo disfrutas en cada fiesta que les ves porque en esencia, las fiestas se banas en el buen rollo y las conversaciones locas que surgen a lo largo de una noche eterna mientras dura.
Luego llegaron los momentos de evasión de cuarentonas, de ir de la manita y oír a los arboles hablar antes de llegar a casa y conversar con el señor manopla.
En fin que los domingos la fluidez suele ser nula así que mejor dejarlo aquí con un gran éxito de ayer.
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