ELEGIR AUNQUE DUELA

Un final siempre esconde otro principio, a veces bueno, otras sin embargo lleno de dolor y perdida. Debemos mirar hacia delante, olvidar el camino andando donde nos hemos tropezado, recordar los tramos en los que fuimos felices.
No perder nunca las ganas de andar y recordar que no siempre conocerás a personas que te llenen, a veces, las cosas que pensabas blancas resultan ser negras.
Yo he tenido que elegir, me ha costado, me ha dolido pero finalmente no me puede temblar y dudar porque es tu decisión.
Son esos momentos en los que te das cuenta que algunas personas te dan mas cosas negativas que positivas, no tienen porque ser malas personas, simplemente que no estas preparadas para que se hagan hueco en tu vida.
Sin embargo hasta eso tiene sus cosas buenas, son las ganas que tienes de compartir tu tiempo con el resto de la gente.
Con esas frutas que me dan la salsa de la vida, con esas psicólogas que intentan buscar mi lado racional en mi mundo de fantasía.
Con todas aquellas personas que me hacen sonreír y disfrutar de la vida, con el sueño de viajar a miles de kilómetros, con esas horas de música que empiezan con el espartano y acabarán cuando el sol vuelva a amanecer.
No sé si será el sol pero espero con ansias la segunda parte de este año, tan raro, tan alegre y triste a la vez, que parece que un día acabará y al siguiente quedará toda la vida por delante.
He elegido vivir mi vida, no aguantar lo que no puede ser y sobre todo sonreír a cada momento que pueda.
No juzgaré ni me molestaré por tirar de la gente que quiera quedarse parada, no porque si quieres andar todo el mundo debe elegir querer andar.