UN CAMINO DE CHARCOS

Todos los sueños se resumen en un camino de charcos, la diferencia reside en cuanto estamos dispuestos a mojarnos.
Hay gente que tiene miedo a mojarse los zapatos nuevos, que temen que se les ensucien y jamás se atrevan siquiera a intentar cruzar ese camino.
Otros lo toman totalmente decididos, y sin embargo tras meter la pata en el primero de los charcos se lo piensan mejor y se vuelven atrás.
Los hay que pasan milagrosamente sin siquiera mojarse, pero cuando quieren volver no pueden, puesto que no se acuerdan el camino.
Por último están los que pasan con paso decidido salpicando a los lados, mojando a los demás sin importarles lo más mínimo puesto que tan solo quieren llegar al otro lado.
La verdad es que todos tenemos sueños, todos tenemos que pasar por ese camino embarrado que nos llevan a nuestros destino deseado. A veces podemos perder cosas preciadas en el agua, o tal vez encontrarlos eso nunca se sabe.
Lo bonito, sin duda, es que los puedas pasar acompañado, por si caes y te manchas. Lo ideal, y por eso doy las gracias porque mi caso es así, que alguien muy especial te acompañe en ese duro camino que son los sueños.