Todo tiene un límite y a veces no nos damos cuenta cuando llega hasta que el vaso desborda y todo comienza a mojarse. Creemos que somos de hierro y a hierro es como nos hacemos daño, herimos o convertimos nuestra vida en una especie de prisión en la que nos sumergimos cada día mas hondo. Sin saber que si seguimos intentando alcanzar cosas o sensaciones perdidas, lo que puede suceder es que terminemos perdiendo las cosas que tenemos sujetas con la otra mano.
Al menos ese es mi caso.
Tengo un carácter realmente adictivo, tanto, que siempre termino por sobrepasar los límites del mero divertimento para convertir esa pasión en una especie de droga. Las palabras que escribo empezaron como simples pasatiempo para combatir al aburrimiento, después en un escudo para cobijarme de las putadas de la vida y finalmente son unas cadenas que me obligan a exigir a mi cuerpo demasiado, tanto, que termino por olvidar que es y será siempre una afición lejos de mi vida real.
No se puede vivir de sueños o llenar la nevera con simples cuentos, es la monotonía lo que hace esas cosas y como tal, no se debe dejar de lado o pensar que aun tienes veinte años. Sin preocupaciones o sin tener que dar cuentas a nadie, pudiendo someter a tu cuerpo a tanta tensión como te plazca, a sabiendas, que dormir un par de horas no supondrá demasiado esfuerzo.
Hace muchos años que eso quedó atrás y ahora lo único que te queda es apechugar con tus acciones y pensar que con los tiempos que corren, no es buen momento para tener que asumir consecuencias. Todo debe cambiar y empezar a omitir conductas tóxicas, de esas destructivas para tu cuerpo o incluso para tu cabeza. Empecé la semana pasada y pensé que con lo que hice, valía para continuar meciéndome al ritmo del viento pero no es suficiente, esta mañana me he dado cuenta. Tal vez sea ese complejo de Peter Pan que tenemos una gran mayoría de nosotros o ese miedo a dejar atrás sueños para convertirnos en gente gris, que se yo, lo que tengo claro es que tengo que enderezar todo esto antes que acabe en naufragio.
Vale que Agosto no es buen mes para purgar adicciones pero la verdad es que si algo siempre me ha caracterizado es por buscar los caminos difíciles.
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