7/18/2011

LA MARMOTA ADICTA A LAS PIEDRAS

Segunda entrega de las peripecias de la marmota con mas desdoblamientos de personalidad que Norman Bates.

Para cuando llegó el viernes nuestra pequeña aventurera sin ventura en el uso de la razón, había olvidado las consecuencias de disfrazarse de gato la semana anterior pero aún así, mantuvo las formas y consiguió quedarse en casa por mucho que la noche le llamase.

Otro gallo cantó el Sábado.

Porque el sábado todo lo confunde y mas sí hay mas de un voluntario para ponerse el disfraz gatuno, así que sin fuerzas de voluntad o con exceso de vicio (Dedicado a mi querida psicokiller que da miedito con su mirada jejeje) no pudo esquivar a la tentación y salió raudo y veloz en busca del elixir mágico para combartir la monotonía de la semana.
Lo que paso, si es que paso por error o porque tenía que pasar como medida acertada, fue que primero hicieron una parada técnica y viendo que llovía, pensaron erroneamente que aquella no sería una buena noche.
Sin embargo el valor ocupo sus pequeños e incoscientes corazones y emulando a los animales que viajaron por la gorra en el arca del señor barbudo llamado Noe, salieron bajo la lluvia y buscando cualquier tejado como refugio, dejaron que el espiritu gatuno se fuese apoderando de ellos a cada trago que sus sedientas bocas tomaban.

Entonces los gatos fueron peces y como peces contestos por el agua, danzaron, bailaron y rieron hasta que en sus caminos se cruzó el anillo de poder.

No, no era solo uno, no servía para gobernarlos a todos y su material no era precisamente platano ni parecía oro. Pero sus brillantes luces los convirtió en urracas y atraídas por su destello no pudieron contener la impetuosa necesidad de comprar tal peculiar complemento, no acto para epilécticos o gente con buen gusto.

Asi que brillando con su nueva adquisición continuaron saltando, gritando y bailando hasta que el sol les volvió a enseñar el camino a casa y tras la segunda odisea en siete días, regresó al anhelado hogar convirtiendose en un ruidoso perezoso, que no amaneció hasta bien entrado el domingo.






0 Comentarios:


SOLAMENTE UNA PIEZA...