3/08/2010

HERENCIA

Las herencias siempre son como los quesos, son levantar la tapa y aparecen ratas por todos los lugares para poder roer su parte dejando la vergüenza olvidada en los remordimientos.
Sin embargo las herencias pueden ser de mil formas y no todas tienen un Borbón en una cara de una moneda.
Tenemos mil cosas que dejar, que ofrecer o simplemente que compartir y no resumirlo todo en el precio que se le puede poner cuando se quiera vender.
Al mirarte a un espejo descubres tu herencia, esa de colores, formas o sonrisas.
Son tus genes los que nos hacen parecer y sentirnos orgullosos de donde venimos, de que molde salimos y que molde podremos crear en el futuro.
Nuestra herencia no solo es lo que se puede ver sino lo que se puede sentir, lo que hace que seamos como seamos, con nuestros errores, nuestros momentos de enfados, nuestra cabezonería y nuestras ilusiones.
Somos nuestros aciertos y errores, esa es nuestra herencia, lo que dejamos atrás en cada decisión, en cada momento, en cada recuerdo.
Por eso hoy le debo una parte de bastantes horas a mi cama en forma de herencia, a las ojeras de mi rostro y al destemple de mi cuerpo por haberse acostado a las tres de la mañana.
Sin embargo es una buena herencia que deber.


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SOLAMENTE UNA PIEZA...