3/09/2010

DONDE EL FRIO NO LLEGA

Aunque los dedos se congelen, aunque la mente se enfríe los sueños siguen su camino. No entiende de temperatura ni de clima.
Los deseos no entienden de sueño, de horarios o trabajos.
Por eso los días malos de esos en los que el frío pone tu mala cara, acaba siendo esos deseos lo que te hacen llegar a casa con una sonrisa.

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SOLAMENTE UNA PIEZA...