2/10/2011

DIOSES ATEOS

Vivimos en la era de la información saturada, rosa, acaramelada con mil y un sabores para despertar nuestros sentidos.
Somos victimas de dioses paganos, adictos, siervos de lazos invisibles que nos hacen acudir a su templo a diario, con una devoción de la que siempre nos reimos y ahora padecemos con la mejor de las sonrisas.
Nuestros mandamientos no están escritos en papel o en piedra, la tecnología los devoró hace mucho tiempo, ahora todo nuestro credo se escribe con diminutivos, en pantallas frías de vida.
Buscamos mesías, fabricamos salvadores que nos ayuden a solventar nuestra falta de iniciativa, esta es nuestra religión, nuestro triste deambular cada mañana cuando suena el despertador y nos atonta cada noche al agarrar el Santo Grial en forma de mando a distancia.
Diez mil vidas por vivir en una mano, en un tic de un minusculo botón. Mil programas que devorar, avidos de no pensar, de no razonar de no saber soñar sino nos dicen que soñemos.
Endiosamos la estupidez, llamamos princesas de barrio a lo que antes eran analfabetas, y gastamos todo nuestro espiritu de superación en jugar con la suerte de convertirnos en nada mas que carcasas vacías.
En eso es en lo que nos estamos convertiendo, en moldes perfectos de nuestros falsos mesías, dispuestos a lo que sea por nuestros 15 minutos de gloria. Ese es el precio de la dignidad.
Vender nuestro cuerpo como una María Magdalena del siglo XXI, sin tapujos, ni vergüenza, confundiendo la naturalidad, con el mal gusto y la osadía con la estupidez.
Pero todo vale si se puede conseguir nuestra atención.
Nuestros jinetes campan a diario por nuestros televisores a la hora de comer. La muerte y guerra son amantes de las noticias, siempre observante con la peste que se quedó a vivir junto al hambre, siempre un poquito mas al sur de nuestras miradas.
Babel no es un lugar sino todo el mundo, una mezcla de colores donde de cara al publico todo irradia paz, pero que a la sombras de las luces, las miradas cruzadas siguen reflejando un profundo odio.
Esta es nuestra religión, nuestro credo de cables y enchufes, de mandamientos lascivos carentes de sentimientos.
Estos son los dioses del nuevo siglo, estos son nuestros dioses ateos.

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SOLAMENTE UNA PIEZA...