CAJAS

Todos nosotros hacemos una mudanza en algún momento de nuestras vidas, en inevitable cargar todo en cajas, embalarlo y marchar con viento fresco hacia una nueva etapa, con esa sonrisa de ilusión, por no saber lo que nos deparará la nueva andadura.
En esas me encuentro ahora mismo.
Con cajas, muchas cajas para guardar cosas, recuerdos, anécdotas y trastos inútiles porque mas o menos, la vida es una eterna mudanza.
Guardamos en las cajas de la memoria todo lo que nos sucede, lo bueno y lo malo, es inevitable, tanto como para perder muchas veces cosas valiosas, momentos tan únicos que no se volverán a repetir y sin embargo, se encuentran tan sumidos entre los caóticos recuerdos que surgen a lo largo del tiempo, que inevitablemente, comienzan a desaparecer, entre los papeles, los trastos y todo aquello que creemos imprescindible y luego resulta que echamos de menos.
Todo esta en nuestros recuerdos, también los malos, esos que se pudren y de vez en cuando, salen a reducir y olemos la podredumbre de lo que nos hizo daño, porque a fín de cuenta también lo tenemos almacenados.
Por otro lado, las mudanzas demuestra lo buenos amigos que te rodean, mas que nada, porque es como el efecto donette pero al revés.
Es oir la palabra mudanza....y todos corren mas rápido que el correcaminos!
Por eso, es bueno saber que tienes gente cerca que sin pedirlo ya están dispuestos a echarte una mano, a buscarte cajas, a cargar su coche y cargar todos los recuerdos de estos meses.
Así que el jueves comenzaré el traslado y sí, estas líneas son para ti para que no haya dudas, que la ultima vez creíste que iban dedicadas a ti pero no lo eran...jajaja.
Así que eso, con ganas de cerrar una gran época y abrir una aun mejor.