Tal vez hablo demasiadas veces de las relaciones humanas pero a mi forma de ver creo que es lo que nos hace mas personas, mas humanos y no seres sin corazón.
Nuestras vidas son como un gran telar, de esos de los de antaño, los que fabricaban preciosas alfombras de seda con dibujos imposibles.
A veces la rueca se atasca, se hace un nudo o nos equivocamos directamente, al pensar que ese hilo amarillo quedaría divino con el rojo que hemos puesto anteriormente.
Hay hilos débiles, de esos que se rompen e intentas hacer uno y mil nudos, pero aun así se rompen una y otra vez, hilos que pesan demasiado el tiempo y que para bien o para mal, tomaron caminos diferentes en el pasado y ahora en un presente donde todo ha cambiado es imposible que hagan una forma conjunta.
Los hay que han durado una eternidad, mas un día, son duros y a veces parecen que se van a romper en cualquier momento y sin embargo aguantan, porque son hilos que llevan muchos años juntos, que conocen cada uno de los dibujos que pueden fabricar juntos y por eso, porque siempre han quedado bonitas alfombras sería triste que se rompiesen.
Luego están los nuevos hilos, los que te sacan de tu rutina de dibujos, esos que no sabes si van a salir bien o por el contrario mal y he de decir que este año ha habido unos cuantos de ese tipo.
Durante estos meses, he tenido de todo, experiencias realmente malas con ladrones de sueños y de lo ajeno, donde no solo se resintió mi bolsillo, sino un sueño que ahora, cuando solo queda la guinda, me siento feliz por no haber tirado la toalla.
También ha habido hilos que han acabado echando humo, porque a veces pensar en querer no el lo mismo que querer pensar, es simplemente dejar de pensar y querer...y en algunos momentos de tu vida no estas preparado para hacerlo, por mucho que te obligues a intentarlo.
Luego están los buenos, la buena gente que conoces y poco a poco intuyes los dibujos que puedes realizar con ellos, desde sueños compartidos, a letras cruzadas o conversaciones de café carente de reloj o películas imposibles de argumentos que te hacen morderte la lengua.
Así que en esas estamos, buscando nuevos dibujos, arriesgando los pasos sin pensar en el fracaso, en los nudos o en caer al abismo. Sin otra cosa que la experiencia en el hombro derecho y un pepito grillo al que no se le puede culpar de mis defectos y si de cada una de mis buenas acciones en mi izquierda.
Nuestras vidas son como un gran telar, de esos de los de antaño, los que fabricaban preciosas alfombras de seda con dibujos imposibles.
A veces la rueca se atasca, se hace un nudo o nos equivocamos directamente, al pensar que ese hilo amarillo quedaría divino con el rojo que hemos puesto anteriormente.
Hay hilos débiles, de esos que se rompen e intentas hacer uno y mil nudos, pero aun así se rompen una y otra vez, hilos que pesan demasiado el tiempo y que para bien o para mal, tomaron caminos diferentes en el pasado y ahora en un presente donde todo ha cambiado es imposible que hagan una forma conjunta.
Los hay que han durado una eternidad, mas un día, son duros y a veces parecen que se van a romper en cualquier momento y sin embargo aguantan, porque son hilos que llevan muchos años juntos, que conocen cada uno de los dibujos que pueden fabricar juntos y por eso, porque siempre han quedado bonitas alfombras sería triste que se rompiesen.
Luego están los nuevos hilos, los que te sacan de tu rutina de dibujos, esos que no sabes si van a salir bien o por el contrario mal y he de decir que este año ha habido unos cuantos de ese tipo.
Durante estos meses, he tenido de todo, experiencias realmente malas con ladrones de sueños y de lo ajeno, donde no solo se resintió mi bolsillo, sino un sueño que ahora, cuando solo queda la guinda, me siento feliz por no haber tirado la toalla.
También ha habido hilos que han acabado echando humo, porque a veces pensar en querer no el lo mismo que querer pensar, es simplemente dejar de pensar y querer...y en algunos momentos de tu vida no estas preparado para hacerlo, por mucho que te obligues a intentarlo.
Luego están los buenos, la buena gente que conoces y poco a poco intuyes los dibujos que puedes realizar con ellos, desde sueños compartidos, a letras cruzadas o conversaciones de café carente de reloj o películas imposibles de argumentos que te hacen morderte la lengua.
Así que en esas estamos, buscando nuevos dibujos, arriesgando los pasos sin pensar en el fracaso, en los nudos o en caer al abismo. Sin otra cosa que la experiencia en el hombro derecho y un pepito grillo al que no se le puede culpar de mis defectos y si de cada una de mis buenas acciones en mi izquierda.
3 Comentarios:
Qué bonita comparación del telar...
Precioso....
Tal vez ciertos dibujos con esos hilos sean imposibles porque el costurero no coge la aguja idónea para tejerlos.
Publicar un comentario