Cuanto mas pasa el tiempo mas fuegos se apagan a tu alrededor, como cuando el primer hombre de las cavernas descubrió la primera llama, en seguida le quedó claro que el fuego acabaría apagándose.
Es nuestra forma de ver la vida, nuestra forma de sobreponernos al frío, a la oscuridad o la soledad.
Creamos nuestra hogueras, las avivamos tanto como podemos.
Algunas nos acaban quemando, otras simplemente nos dan la paz suficiente para quemar nuestros demonios, algunas pocas nos sirve para iluminarnos en los momentos en el que el camino es tan oscuro, tan peligroso que podemos caer y herirnos.
Nunca sabemos como y cuando se apagarán cada una de nuestras hogueras, cada soplo de aire puede acabar con una de ellas, otras simplemente las olvidamos o quizás las dejamos atrás porque hemos encontrado una mas grande, mas viva que nos de mas calor del que anteriormente necesitamos.
Pero incluso el incendio mas grande el tiempo acaba con el, todos, los fuegos acaban cuando el aire los deja sin oxigeno, sin ganas de vivir o seguir iluminando la noche.
Entonces solo nos quedarán los recuerdos de las cenizas, cenizas que volarán en el aire y que como el fuego, tiene la maldición que el tiempo las hará desaparecer.
Cenizas que se escurrirán entre los dedos de tu memoria, entre los recovecos del corazón para difuminarse por cualquier lugar a donde quieran ir.
El fuego mas grande siempre acabará siendo cenizas en el aire.
Es nuestra forma de ver la vida, nuestra forma de sobreponernos al frío, a la oscuridad o la soledad.
Creamos nuestra hogueras, las avivamos tanto como podemos.
Algunas nos acaban quemando, otras simplemente nos dan la paz suficiente para quemar nuestros demonios, algunas pocas nos sirve para iluminarnos en los momentos en el que el camino es tan oscuro, tan peligroso que podemos caer y herirnos.
Nunca sabemos como y cuando se apagarán cada una de nuestras hogueras, cada soplo de aire puede acabar con una de ellas, otras simplemente las olvidamos o quizás las dejamos atrás porque hemos encontrado una mas grande, mas viva que nos de mas calor del que anteriormente necesitamos.
Pero incluso el incendio mas grande el tiempo acaba con el, todos, los fuegos acaban cuando el aire los deja sin oxigeno, sin ganas de vivir o seguir iluminando la noche.
Entonces solo nos quedarán los recuerdos de las cenizas, cenizas que volarán en el aire y que como el fuego, tiene la maldición que el tiempo las hará desaparecer.
Cenizas que se escurrirán entre los dedos de tu memoria, entre los recovecos del corazón para difuminarse por cualquier lugar a donde quieran ir.
El fuego mas grande siempre acabará siendo cenizas en el aire.
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