A veces nuestra perversa mente nos hace buscar cosas que nunca quisimos sacar del baúl de los malos recuerdos.
Sabemos que están ahí, lo sentimos los días tristes y sin embargo intentamos evitar pensar en ello esbozando una sonrisa.
Sin embargo, hay días que ninguna sonrisa puede tapar nuestras ganas de sufrir o conocer un destino que nos fue negado, un pasado del que fuimos expulsados y soñar con un futuro diferente al que estamos viviendo.
Son días en los que la curiosidad mata al gato y a tu corazón, son esos días en los que te das cuenta frente a un espejo que debiste haber llorado en su momento.
Ahora ya es tarde para las lágrimas y como si una maldición se tratase no sabes lo que querer porque solo lo puedes asociar a un sufrimiento, que aunque en ascuas, aun quema.
No entiendes porque giraste en esa curva o porque nunca te planteaste, que aquel camino con final anunciado debía acabar antes de que el tren descarrilase.
Y el tren descarrilo y las heridas aun siguen en forma de cicatrices y sobre todo, siempre te quedara esa agobiante sensacion de querer llorar.
Solo queda eso, solo quedan las ganas de llorar.
Sabemos que están ahí, lo sentimos los días tristes y sin embargo intentamos evitar pensar en ello esbozando una sonrisa.
Sin embargo, hay días que ninguna sonrisa puede tapar nuestras ganas de sufrir o conocer un destino que nos fue negado, un pasado del que fuimos expulsados y soñar con un futuro diferente al que estamos viviendo.
Son días en los que la curiosidad mata al gato y a tu corazón, son esos días en los que te das cuenta frente a un espejo que debiste haber llorado en su momento.
Ahora ya es tarde para las lágrimas y como si una maldición se tratase no sabes lo que querer porque solo lo puedes asociar a un sufrimiento, que aunque en ascuas, aun quema.
No entiendes porque giraste en esa curva o porque nunca te planteaste, que aquel camino con final anunciado debía acabar antes de que el tren descarrilase.
Y el tren descarrilo y las heridas aun siguen en forma de cicatrices y sobre todo, siempre te quedara esa agobiante sensacion de querer llorar.
Solo queda eso, solo quedan las ganas de llorar.
1 Comentarios:
que bonita la canción.
el tiempo lo cura todo, y si no lo cura por lo menos enseña lo que no hay que hacer,otra cosa es que luego en el camino se olvide y se vuelva a tropezar con la misa piedra. Hay que andar con cuidado y poner cada uno de su parte.
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