LOW BATTERY

Los Lunes son malos incluso para las buenas personas que se cuidan y descansan durante el fin de semana.

Se engañan pensando que ese día da la señal para que una nueva semana empiece, siete días únicos en los que no sabes lo bueno o lo malo que te puede pasar.

Sin embargo puede pasarte que aun debas horas a la semana anterior por golfo, por pensar que eres mas joven de lo que dice tu carnet.

Son deudas de las sonrisas, de los brindis y sobre todo de esos buenos momentos que pensabas pasados y cada año como un

espejismo en un desierto regresan con las promesas y las ganas que esas noches no acaben nunca.

Es empezar viendo como se las gasta su propia madre cuando una seudo-política con mas copas en la sangre que neuronas en la cabeza, hace una gracia que no tiene mas puta que ella y para chula, chula tu progenitora.

Entiendo que fuese enlace sindical....

Lo divertido es que esa misma persona, acaba unas horas después y unas cuantas copas por encima de lo que roza, no solo lo políticamente correcto sino lo humanamente lamentable, hizo esperar a todo un pueblo porque las palabras no salían de su boca y su mano no lograba atinar el chupinazo que daba inicio a nuestras fiestas.

Este año fiestas con aire San Fermineros, a gritos que la alcaldesa nos dejase algo de Patxaran, bajamos cuesta abajo y sin frenos.

El problema es que no nos pilló ningún toro, sino una riada de Kalimotxo, vino de cena y algún que otra bomba de Sacarina.

Después poco que recordar y menos que decir que no se resuma, en noche para recordar pero olvidada por la resaca.

Amatxus, miradas asesinas y una señora Gaupasa es el resumen de lo que queda y por eso hoy no ha sido un Lunes, sino mas bien una deuda que debía al Domingo y que el sueño y la afonía aun me gritan que me vaya a la cama.

Por eso una canción triste para una noche alegre, porque como nos decía un sabio profesor que tuvimos en la adolescencia.

Hombres de noche, muñecos de día.

Bueno para esta canción aun quedan unos días pero es lo suficientemente triste para ser un Lunes después de una buena noche.