ENCONTRANDO LO QUE NO BUSCO

Cada uno busca su tesoro y su beneficio en forma de sueño de vida perfecta y final de cuento feliz.
Yo se lo que no busco.
No busco el color rojo de eternidad mas un día, en forma de promesas futuras de eterno amor en labios que olvidan antes de pronunciar esas cuatro letras.
No busco desgastar las palabras y guardarlas para esos momentos únicos donde no se pronuncia sino se siente.
Yo no busco la eterna pasión de juventud, sino esos momentos donde todo deja de tener importancia mas lejos de unos besos y el tacto de un cuerpo desnudo que recorrer con la punta de tus dedos.
No busco el dramatismo de morirme con alguien si se mata o esa mano eternamente pegada a la tuya, como si el miedo a perderla no te permitiera soltarla.
No busco palabras que puedan ser pronunciadas por cualquiera, sino gestos únicos e irrepetibles que queden guardado en forma de una sonrisa, con solamente su recuerdo.
No busco una diosa perfecta a la que venerar hasta llevarla al altar, tan solo busco alguien de carne y hueso, con sus defectos y virtudes que me enganchen a cada instante, que me sorprendan a cada día, sin tener que buscar planes de futuro para aprender a vivir el presente.
Parece tan simple como que me tiemblen las piernas.