Y LA TIERRA NO DEJA DE LLORAR

Parece que los seres humanos somos estúpidos por naturaleza, estúpidos y codiciosos, menuda mezcla.
Cada día nos importa menos lo que le pase a nuestro planeta, el sitio donde vivimos y con un poco de suerte vivirán nuestros hijos, porque los nietos creo que lo van a tener jodidos.
Nos da igual que desaparezcan especies cada minuto, total, todavía quedan muchas más a las que poder hincarles el diente.
Que la selva desaparece, también nos da igual, todavía quedan suficientes arboles para poder talarlos y construir hermosas urbanizaciones de lujo.
Los mares llenos hasta arriba de mierda, pero da igual, aun nos queda muchos litros que ensuciar. O incluso ríos
enteros llenos de peces muertos, la verdad es que aun queda muchos
litros de agua potable en el mundo como para preocuparnos por ello.

La verdad es que no se puede esperar mas de la única raza del mundo que
deja morir de hambre a los de su propia especie y al verlo, no nos
corroe las entrañas ni un segundo mas de lo que dura la imagen por
televisión.
Pensamos que todo esta bien, que nada cambiará a corto plazo y sin embargo la tierra sigue quejandose. Cada día mas desastres naturales, la temperatura más alta o incluso un deshielo que supondrá nuestra perdición.
Pero aún así todavía pensamos que es norma, que todo eso esta ocurriendo porque es algo natural y no nuestra mayor metedura de pata.
Pensando así llegará el día que los ríos se sequen, los mares mueran y ningún árbol vuelva a dar sombra.

Y cuando ese día llegue pensaremos que debemos cambiar, pero como
siempre ocurre si se habla de las personas, será demasiado tarde.