OTRO MAS PAL SACO

Apenas he cruzado la barrera de los veintiséis y ya estoy mirando atrás. Aunque creo que todo el mundo deberíamos hacerlo.
Veinticuatro horas con un nuevo digito, me han hecho pensar en los trescientos sesenta y cinco días anteriores. Mirando a todas esos días me he dado cuenta que este año ha sido realmente especial, tal vez inolvidable.
Aunque espero que no irrepetible.
Mas lejos de los meros placeres materiales de cumplir años (Encantado con mi nueva PSP, mi libro y mi cuaderno con cajita jejeje) Te das cuenta que es en estos días, en los que descubres a las personas que te importan de verdad.
Un año completo, incluso saturado en muchos aspectos.
Fiestas nocturnas de calidas noches de verano, donde el kalimotxo y la amistad fluían sin descanso…Noches que generalmente acababan en días, porque aunque amigos, el kalimotxo siempre fluía hasta acabar como cubas.
Hacer realidad mi sueño de escribir historias, haber conocido a unas personas cojonudas que a pesar de tener sus propios relatos van a conseguir que este “querido berenjenal” salga adelante.
Pero en especial ELLA porque simplemente gracias su apoyo creo que estoy tan feliz.
Conocedora de mi manía de rendirme antes que el primer ruido de mortero haga su aparición, no ha dudado ni un momento en apoyarme, en alentarme para que no dejase de ver un norte que creí perdido en mas de una ocasión.
Es por ella por lo que pienso que este año ha sido tan especial.
La verdad es que por haber, hay mucha gente no me ha felicitado, pero la verdad es que no me ha importado realmente. Tal vez se hayan olvidado, no lo sabían o simplemente no han querido.
El motivo no me importa.
Lo que me hace sentirme bien, realmente bien, son las personas que si que lo han hecho (Bueno algún cabrón con residencia eventual en Reus no ha llegado a tiempo, pero bueno, son cosas que pasan).

Solo espero que este nuevo año sea como mínimo mejor que el que acabo de dejar atrás.