9/11/2012

POR NO VER NI VIGAS!

Se dice que el ser humano es único para lo bueno y para lo malo.
He de admitir que a veces la gente consigue sorprenderme, en serio, cuando pienso que ya lo he visto todo alguien consigue descubrirme una faceta nueva de hasta donde puede llegar la estupidez humana.
Generalmente no suele ser personas importantes pero si muy cansinas, esas que nunca formarán parte de tu vida pero que se creen con el derecho de formar parte de ella. Suelen ser conocidos de saludos de ascensor cuya visión de la realidad es digna del diván de Freud.
Quien me conoce sabe de sobra que soy un egoísta emocional, cuento mis besos o abrazos, mido mis palabras a los oídos ajenos y soy opaco ante mis sentimientos. No todas mis sonrisas son sinónimo de felicidad y admito mis dotes de payaso cuando quiero esconde mis guerras personales, es mi penitencia, la forma que he aprendido a llevar la vida.
Sin embargo, estoy seguro que todas las personas que me importan saben de sobra que me gusta aprovechar cada segundo que paso con ellos.
Por eso no me molesta o indigna, tal vez sorprenda, que exista gente que me regale un posesivo delante de mi nombre y se dedique a juzgarme por la espalda. No será la primera y estoy seguro que tampoco el último. Ya he conocido todo tipo de gente de ese tipo, los valientes que no tienen cojones a encararte o aquellos que intentan envenenar oídos ajenos.
Aunque a pesar de todo respeto que la gente sea tan gilipollas como quiera serlo, porque creo que son tan infelices que no saben ni disfrutar de su propia vida o cumplir con sus deseos.
Yo tengo lo que quiero y quiero lo que tengo.
Esta es mi ecuación perfecta para ser feliz. El lema de mi pequeña jaula de grillos donde solo hay hueco para unos pocos, los suficientes, como para no malgastar ni una línea mas en la gente indeseable.

   

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SOLAMENTE UNA PIEZA...