El ritmo siempre es un buen compañero, ese tic de tu pie derecho o el tac del izquierdo marcan un orden para tus pasos. A veces tendemos a acelerarlo, a correr, a movernos con tal rapidez que a veces perdemos el compás, nos caemos y para cuando conseguimos levantarnos, ya hemos vuelto a perder ese ritmo que nos hizo movernos con soltura.
Tenemos que volver a aprender a andar y con como si de niños nos tratásemos, debemos asumir que nos caeremos mil y una veces, que será mas doloroso que cuando nuestros cuerpos eran jóvenes e impolutos, carentes de cicatrices o heridas mal cerradas pero sobre todo, que no es cuestión de recordar sino mas bien de aprender otro camino que aunque pueda ser parecido al que recorrimos hasta caernos en una cuneta, nunca será el mismo.
Porque por mucho que aquel primer camino nos mostrase un final digno de película, nunca mas se volverá a repetir, ese fue único, como único es el nuevo camino que se abre siempre a cada paso. Con el TIC de tu pie izquierdo, con el TAC de tu pie derecho, tal vez mejor o tal vez peor que el anterior pero esta claro que será algo otra vez único e irrepetible.
Renaciendo
Hace 9 años
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