Hay momentos en los que el pasado vuelve, regresando como solo el sabe, es decir, haciendo ruido e intentando destrozarte todo tu presente.
Es una sensación rara incluso enfermízamente narcótica la que se esconde tras las palabras "cualquier pasado fue mejor".
Una frase llena de vomitivas palabras que tan solo intentan desestabilizar tu vida, tu presente y por lo que de una forma u otra has llegado a vivir.
Si estas pasando malos momentos, te amarraras a ello hasta que te posea, querrás volver a esos tiempos, aun sabiendo que eso jamás podrá volver a ser. El pasado buscará tus puntos débiles, en tu corazón o tu cabeza da igual, los buscará e intentará atacarte tan solo para que te acuerdes de él.
El asunto cambia cuando vez las cosas desde una buena posición y compruebas que aunque el pasado te visite e incluso te salude jamás volverás a ir hacia allí.
Puede que hubiese buenos tiempos, eso jamás hay que dudarlo. Aunque tampoco hay que dudar que seguramente tu eras diferente y con seguridad aquella vida no te llenase como la que tienes ahora.
Por eso quiero cerrar la puerta al pasado, al recuerdo, al amor caducado, a la amistad marchita o al odio carente de sentido. Quiero cerrar esa puerta porque ahora es lo que importa, ahora están conmigo los que valen, los que siempre han estado.
La gente que me importa ha formado parte de mi pasado y ahora de mi presente, por eso cuando cierre la puerta de un portazo ellos no se quedarán fuera.
Es una sensación rara incluso enfermízamente narcótica la que se esconde tras las palabras "cualquier pasado fue mejor".
Una frase llena de vomitivas palabras que tan solo intentan desestabilizar tu vida, tu presente y por lo que de una forma u otra has llegado a vivir.
Si estas pasando malos momentos, te amarraras a ello hasta que te posea, querrás volver a esos tiempos, aun sabiendo que eso jamás podrá volver a ser. El pasado buscará tus puntos débiles, en tu corazón o tu cabeza da igual, los buscará e intentará atacarte tan solo para que te acuerdes de él.
El asunto cambia cuando vez las cosas desde una buena posición y compruebas que aunque el pasado te visite e incluso te salude jamás volverás a ir hacia allí.
Puede que hubiese buenos tiempos, eso jamás hay que dudarlo. Aunque tampoco hay que dudar que seguramente tu eras diferente y con seguridad aquella vida no te llenase como la que tienes ahora.
Por eso quiero cerrar la puerta al pasado, al recuerdo, al amor caducado, a la amistad marchita o al odio carente de sentido. Quiero cerrar esa puerta porque ahora es lo que importa, ahora están conmigo los que valen, los que siempre han estado.
2 Comentarios:
Siempre he pensado que los recuerdos son muy suyos, muy egoístas, muy traicioneros, fantasmagóricos... te hacen ver cosas que en su día no estaban allí, y muchas veces te hacen creer que el pasado fue mejor, porque realmente maquillas el recuerdo y tan solo te aferras a lo bueno, lo malo se esfuma.
Pero también... qué sería de nosotros sin recuerdos... si llegas a aprender a controlarlos y consigues que no empañen tu realidad son un gran tesoro...
Aunque reconozco que a veces me hubiera gustado tener en la nuca un agujerillo como las calculadores donde pone "reset"... pero ahora no. Ahora no quiero resetear nada, porque he aprendido que con todo se aprende.
Además... todo lo que me importa lo tengo a mi lado.
Bitxi, puedes cerrar la puerta, estamos todos... ;-)
Sooooyyyyy el fantasma de tu pasaaaadoooooooo!!!!! Bueno, fantasma si que soy un poco, el pasado pasado está, cuando se recuerda algo tan sólo es un reflejo de antiguas sensaciones que uno quiere volver a vivir, pero no tienen porqué vivirse ni con la misma gente ni con la misma intensidad. Cerrar la puerta al pasado es cerrar la puerta al futuro, eso si, yo me meto dentro por si cierras la puerta, que aqui junto a ti se esta mas calentito...
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