Hay veces en que comienzas a ver algo, un pequeño espejismo que la realidad te muestra y jamás se cumplirá, o si lo hace, te costará mas sudor, lágrimas y sangre de las que en un principio hubieses imaginado.
"El que algo quiere algo le cuesta" es la ley básica de la equivalencia aunque de equivalencia tiene poco, porque como en el buen amor siempre acabas dando mas de lo que recibes.
Tal vez sea que tenga un mal día pero mi cabeza no funciona, mis ideas no salen ni a patadas y siento que ando mas bloqueado que un elefante en una casa de playmobils.
Entonces es cuando llegan las dudas, cuando comprendes que tal vez tengas que dar demasiado para escalar la cima de tus sueños e incluso consiguiendolos tal vez te des cuenta que no valía la pena tanto esfuerzo.
Son estos días cuando piensas en todas las personas que conoces, mas listas, mas emprendedoras y mas constantes que tú. Personas capaces de darlo todo por sus sueños, salud, dinero, amor y sin embargo que al final se han dado el batacazo de su vida.
Tal vez en este mundo en el que vivimos en el que el éxito tiene que ser inmediato y no se pueda errar, la verdadera virtud y genialidad sea sobrevivir.
Tal vez si la competitividad y la crueldad diaria hacia lo diferente no primara hubi´rsemos visto muchas mas genialidades de las que tenemos constancia.
Solamente digo tal vez.
"El que algo quiere algo le cuesta" es la ley básica de la equivalencia aunque de equivalencia tiene poco, porque como en el buen amor siempre acabas dando mas de lo que recibes.
Tal vez sea que tenga un mal día pero mi cabeza no funciona, mis ideas no salen ni a patadas y siento que ando mas bloqueado que un elefante en una casa de playmobils.
Entonces es cuando llegan las dudas, cuando comprendes que tal vez tengas que dar demasiado para escalar la cima de tus sueños e incluso consiguiendolos tal vez te des cuenta que no valía la pena tanto esfuerzo.
Son estos días cuando piensas en todas las personas que conoces, mas listas, mas emprendedoras y mas constantes que tú. Personas capaces de darlo todo por sus sueños, salud, dinero, amor y sin embargo que al final se han dado el batacazo de su vida.
Tal vez en este mundo en el que vivimos en el que el éxito tiene que ser inmediato y no se pueda errar, la verdadera virtud y genialidad sea sobrevivir.
Tal vez si la competitividad y la crueldad diaria hacia lo diferente no primara hubi´rsemos visto muchas mas genialidades de las que tenemos constancia.
Solamente digo tal vez.
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